Rosario del Tala: por condiciones de inhabitabilidad, clausuraron la Escuela de Artes Visuales

Hace 24 meses que no tienen energía eléctrica. Las clases se dictan en penumbras y en cuatro edificios distintos. En esas condiciones los 300 alumnos de la Escuela de Artes Visuales de Rosario del Tala están intentando aprender. El lunes, por decisión de la Dirección Departamental de Escuelas se dispuso la clausura del establecimiento. El motivo: la aparición de ratas muertas y un fuerte olor nauseabundo en las aulas.

Desde el organismo oficial nadie explicó la situación, ni siquiera hasta cuándo se mantendrá cerrada la escuela o cómo harán los alumnos para recuperar las clases perdidas.
El hecho registrado ayer, con los roedores, es uno más de las tantas anomalías que presenta el edificio y pese a las gestiones, promesas y anuncios, la solución no llega.

Al parecer, según confesó el rector de la Escuela de Artes Visuales, Luis Casanovas, desde el Consejo General de Educación (CGE) se garantizó el envío de los materiales para la reparación de la instalación eléctrica y los techos, pero hasta ayer no se había recibido nada.

Tras una inspección, la primera según se confesó, la directora Departamental de Escuelas de Tala, profesora Catalina Bustos, decidió suspender y clausurar el edificio hasta tanto se disponga su reparación y desratización. “La profesora inspeccionó la escuela y decidió suspender las clases. No sabemos si el miércoles se abrirá. Porque más allá de las ratas, hay otras deficiencias que necesitan una urgente solución”, indicó Casanovas.

Así las cosas, el plan para mejorar los establecimientos educacionales en la provincia se fue en anuncios, para esta institución, que no logra hacer oír sus reclamos a las autoridades de la provincia.

El expediente, iniciado hace dos años, se perdió en algún cajón de los burocráticos despachos de gobierno y la solución no llega. “En abril de 2002, comenzamos con las gestiones para mejorar la instalación eléctrica y en diciembre se cortó definitivamente el servicio en la escuela, pero hasta ahora no hemos logrado que lo reparen, pese a que nos dijeron que ya está presupuestado”, confesó el rector del establecimiento.

Las condiciones climáticas fijan las horas de enseñanza. Si está nublado o llueve, los alumnos ingresan a la escuela a las 10 y deben finalizar poco antes del atardecer. “En estas condiciones no podemos fijar el horario del dictado de clases. Si durante la mañana está nublado comenzamos a las 10 y a la tarde, si llueve, debemos cortar a las 16 y si hay sol, a las 18.20, porque ya a esa hora no hay luz natural. En esa anormalidad estamos enseñando. Es más, hay horarios nocturnos que no comenzaron justamente porque no han reparado la escuela”, enfatizó Casanovas.

Como si eso fuera poco, la escuela que depende del Consejo General de Educación (CGE), debe funcionar en cuatro establecimientos, todos prestados, ya que las aulas están en pésimas condiciones. “Sólo dos aulas en el viejo edificio de la escuela técnica, tienen luz eléctrica, pero no se pueden usar, porque las paredes están electrificadas y en la otra habitación se ve el cielo, porque el techo está destrozado. La Dirección Departamental de Escuelas, me dijo hace dos semanas, que compraron el material en Paraná y que pedirían a la Escuela Técnica que haga las reparaciones para achicar los gastos, pero todavía estamos esperando”, dijo el rector en diálogo con FM Dimensión de Rosario del Tala.

Los 300 alumnos y los 60 docentes, peregrinan de un edificio a otro para asistir a clases. El profesorado de música, está trabajando en la escuela de música municipal; el curso de decoración de interiores y otros funcionan en la Escuela Técnica; y el resto en los salones que concedió la Epeer residual. “En estas condiciones es imposible ordenarnos administrativamente”, confesó el rector.

En cuanto a equipamientos, tampoco el establecimiento cuenta con el material necesario. “El año pasado nos aprobaron un profesorado de música, con la promesa de otorgarnos un subsidio para comprar los instrumentos y resulta que no tenemos ni un piano. Hoy se dicta esa carrera porque la Municipalidad nos presta un edificio y un piano”.

Pese a las gestiones en el CGE y en el Gobierno, las respuestas no llegan y las autoridades educativas no logran comprender los motivos de tanta desidia. “A mi entender, creo que no se le da importancia al problema de la escuela o, no se tiene una visión de lo que estamos padeciendo. Cuando planteo esto, todas las autoridades me dicen ‘qué barbaridad’, pero no pasa de esa opinión”, señaló el director de la Escuela de Artes Visuales.

Fuente: El Diario�

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