Argentino A: el “Lobo” uruguayense regresó al camino del triunfo

Feo por donde se lo mire. Casi un atentado al fútbol, al buen gusto y a los ojos de los pobres hinchas. Eso dejó el choque entre Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay y Libertad de Sunchales, sobre todo en los primeros 45 minutos. Y para muestra basta decir que sólo se vieron dos tiros al arco, los de Walter Bravo, los dos del elenco local. El primero, un tiro libre a las manos del arquero a los 33 minutos y el segundo, lejos del arco.

Pelotazos, imprecisiones (el piso del Núñez ayuda poco también), falta de ideas, previsible, sin nadie que se revele al esquema, a la marca, a la mediocridad. Todo fue tan ordinario que hasta Matías Padilla, la esperanza del Lobo se mostró lejos de su nivel. Y esto lo sintió mucho el equipo dirigido por Santiago Losada. Porque no genera fútbol cuando su único jugador en condiciones paga la ausencia de tres partidos.

La línea media del Lobo con Flores, Vázquez, Velásquez y Bravo acompaña nada más, muchas veces con más barullo y pelea que con juego y toque. Si pasa todo esto y enfrente hay un equipo con un solo delantero definido, con un mediocampo superpoblado más dedicado a destruir que ha jugar, la cosa se pone negra. Ese primer tiempo en el Núñez fue un horror.

La segunda parte se calentó un poco en el arranque. Porque Del Bono le sacó el gol a Lastra cuando se jugaban cinco minutos y después que toda la defensa del Lobo mirara sin oponerse. De esa jugada viene el gol de Gimnasia.

Falta a Padilla sobre la izquierda del ataque de su equipo, sesgado a casi 40 metros del arco. Centro del 10 que nadie saca. Lovera, con picardía, aprovecha, sorprende y cabecea despacio, a colocar, para darle el gol, el del triunfo al final.

Porque Gimnasia fue eso y nada más. Libertad, obligado, salió a buscar el empate, generó un par de chances desnudando ciertas falencias en el fondo Mensana. Pero no tuvo contundencia, como tampoco la tuvo el local para la contra.

El triunfo por la mínima se festejó por los tres puntos que quedan en casa. Nada más que eso. La gran deuda de este equipo es el juego, que quizá logre si sigue obteniendo resultados positivos que tranquilicen. Hoy por hoy el Lobo es esto. Tres puntos en casa y a festejar, señala Uno.

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