
De ANALISIS DIGITAL
Una vez en el escenario montado sobre calle Santa Fe, el vicegobernador José Cáceres le entregó la banda al gobernador reelecto. Tras lo cual el mandatario tomó juramento a sus colaboradores y al flamante Gabinete. Diego Valiero juró como ministro de Economía y Finanzas; a Adán Bahl como ministro de Gobierno, Justicia y Educación; y a Carlos Ramos que estará al frente del Ministerio de Desarrollo Social.
Juan Javier García asumió como titular de Planeamiento e Infraestructura; Hugo Cettour dirigirá la cartera de Salud; Roberto Schunk encabezará el Ministerio de Producción; Hugo Marsó será ministro de Turismo; y Guillermo Smaldone estará al frente de la cartera de Trabajo.
En el cierre del acto, se desarrolló un espectáculo artístico a cargo de Franco Peletti, Los Musiqueros, Sergio Pinget e Inmortal Entrerrianía.
“Hoy tenemos una Entre Ríos donde no hay imprescindibles”
En un encendido discurso, Urribarri se dirigió a todos los entrerrianos. “En este acto inédito, producto de la Reforma Constitucional, este gobernador asume con el mayor compromiso de su vida el segundo mandato en la provincia”, expresó ante el aplauso de funcionarios, dirigentes y militantes que ocuparon la explanada de Casa Gris. De fondo, no dejaron de escucharse los bombos y se venían los fuegos artificiales, que daban fuerza a las palabras del mandatario.
El titular del Ejecutivo provincial hizo especial hincapié en agradecer a los ciudadanos. “Quiero agradecerles por muchas cosas. Por haber creído en este gobierno, que impuso desde el primer día y aún en las circunstancias más adversas, haber aceptado esta propuesta de diálogo, de construcción colectiva, de trabajar en un objetivo común”, manifestó.
Y agregó: “Quiero agradecerles por confiar en este proyecto nacional y democrático que inició un hombre que dejó un camino que continúa la Presidenta más valiente, inteligente y de mayor gestión que puede haber en la Argentina. Gracias Néstor Kirchner, gracias Cristina Fernández, no hubiésemos sido nada si no hubiese existido esa capacidad transformadora”.
“Gracias por haber creído que esta provincia podía y debía ir por más. Y vaya si lo hemos logrado. Gracias por no temer a ciertas viejas referencias políticas que nos ataban al pasado. Hoy tenemos una Entre Ríos donde no hay imprescindibles. Ese es verdaderamente el principal desafío”, sostuvo. Para luego volver a destacar la “irrupción” de los jóvenes en política: “Esa sangre joven es la garantía de éxito en Entre Ríos”, auguró.
Además, recalcó: “Gracias a los empresarios, trabajadores rurales, hombres y mujeres que creyeron cuando predicaba en el desierto. Y decía que Entre Ríos debía dejar de ser una provincia pastoril y convertirse en un complejo agroindustrial. Hoy Entre Ríos pesa fuerte, no sólo en el concierto nacional. Hoy tenemos en el mundo presencia”.
Al cierre de su discurso, ponderó que su gestión construyó “escuelas como nunca”, mencionó la pavimentación de las rutas, las inversiones en salud y la apuesta a una "educación de calidad". También habló del “flagelo que atenta contra la vida y la seguridad”, que es el narcotráfico, al que aseguró tendrá “tolerancia cero”. Y ratificó su compromiso con terminar con la pobreza extrema.
“Tengo un sueño, que es el mismo sueño que tenía hace cuatro años cuando asumí en esta misma Casa de Gobierno, que era trasformar Entre Ríos. Prediqué en el desierto. Me tocaron dos años donde confluyeron todas las circunstancias adversas, pero gracias a muchos continuamos. Que hoy esté acá José Cáceres que no es casualidad. Esos son los valores que yo rescato. Los que en las buenas y las malas se juegan por una idea, por un objetivo”, resaltó.
Más adelante, asentó: “En este mi segundo y último mandato, que nadie se haga los rulos de que quiero eternizarme en el poder. Me propuse cuando entré a esta Casa de Gobierno, que no temía perder el poder, porque como dijo un líder, cuando uno empieza a temer el poder es que empieza a dejar de merecerlo”. Y completó: “Hoy ya no predico en el desierto. Hay más de 400 mil entrerrianos que el 23 de octubre me dijeron que este era el camino”.
“Cada una de mis decisiones van a estar amparados por la racionalidad y respeto de aquellos que no me votaron. Mi despacho está en cada pueblo de la provincia, donde diariamente voy a ver las cosas sin que me las cuenten, estos cuatro años serán de mayor unidad, de equidad. A eso los convoco, a hacer la Entre Ríos que soñaron nuestros viejos. Sigamos trabajando por los que todavía sufren y esperan. Nos espera mucho trabajo, mucha acción, mucho gobierno”, sentenció.