Un lote de más de 1.200 metros de redes colocadas por pescadores furtivos fue hallado por efectivos de la Marina de Paraguay en aguas jurisdiccionales de ese país, a unos 150 metros de las compuertas de la represa Yacyretá, un procedimiento que según funcionarios argentinos desnuda una práctica que está depredando los recursos ictícolas de la zona. El titular de la Dirección de Flora y Fauna de Corrientes, Sergio Zajarevich, indicó a Télam hoy que "éste fue un procedimiento realizado por la Secretaría del Ambiente (SEAM) de Paraguay, pero para nosotros es uno más en un montón, que no hace más que certificar el nivel de depredación que los pescadores paraguayos están realizando permanentemente en la zona".
El funcionario provincial denunció que "hay una zona de exclusión de tres mil metros aguas arriba y aguas debajo de la represa de Yacyretá, y los pescadores paraguayos no la respetan, entonces de nada vale que estemos analizando la posibilidad de concretar una veda por dos años, si no hacemos algo para que esto no suceda".
Zajarevich señaló que "nuestros pescadores respetan la exclusión y por otra parte nosotros tenemos únicamnente pesca deportiva en la zona, por lo que no incide mayormente en la disminución de la fauna íctica, pero los pescadores paraguayos pescan industrialmente y eso causa un daño irreparable".
El funcionario aclaró que "las autoridades paraguayas son drásticas si atrapan a los furtivos. En Paraguay van presos, además de decomisarles la mercadería, pero el patrullaje es muy poco frecuente, por lo que los pescadores se mueven en lancha por la zona a plena luz del día, sin mayores problemas".
"Estamos analizando -reveló- un programa de observación y vigilancia binacional, conjuntamente con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), colocando una casilla en el lugar y realizando un patrullaje constante. Pero eso por ahora está solamente en buenas intenciones".
Zajarevich puntualizó que "actualmente la Dirección de Flora y Fauna cuenta con personal para el patrullaje del lugar, pero solamente lo hace de día y acompañado por Prefectura Naval, porque se han dado varios casos en que hemos sido repelidos a tiros por los pescadores".
En el procedimiento conocido hoy se secuestraron más de 1.200 metros de redes y se secuestraron más de 150 piezas de pescados de diversas especies.
Los peces que ya son maltratados por el cambio de corriente que los obliga a pasar en forma artificial a través de la denominada escala de peces, son capturados por los depredadores que aprovechan la avalancha íctica que se concentra en los vertederos en donde se convierten en presa fácil.
En ese sentido, Zajarevich apuntó que "los estudios realizados nos indican que si solamente se extraen piezas de determinado tamaño, estará asegurada la reproducción, pero lo que no establece el estudio es que la contaminación de las aguas por hidrocarburos y desechos cloacales y el funcionamiento de la represa de Yacyretá, no respeta tamaños".
Según fuentes de la zona, los pescadores furtivos paraguayos suelen ingresar con sus embarcaciones a la zona de los vertederos y en pocos minutos extienden sus redes para llenar sus depósitos y huyen del lugar antes que puedan ser interceptados por las autoridades.
Las presas extraídas son comercializadas en las pescaderías paraguayas y también en gran parte son transportadas de contrabando a Brasil en camiones contenedores frigoríficos que llegan especialmente hasta la zona.
Sobre este punto, un grupo de pescadores de la región denunció ante el matutino ABC de Asunción, que los pescadores furtivos pagan entre 30 y 40 mil guaraníes (poco menos de 30 pesos argentinos) por una hora de pesca en la zona de los vertederos.
Según la nota publicada por ABC, la Prefectura Naval de Ayolas (Paraguay) negó en reiteradas ocasiones este hecho, afirmando que son simples rumores y que no hay pruebas de tal ilícito.
Pero a su vez funcionarios de la SEAM, acusaron tiempo atrás a la Marina de ser el estamento que permite la depredación. "La disminución de peces aún no la tenemos cuantificada -dijo a Télam Sergio Zajarevich- pero se nota en los hechos, lo notan los pescadores y nos lo hacen saber. Si no tomamos medidas concretas, la situación se va a poner mucho más difícil, afectando no solo la economía regional, el turismo, sino la subsistencia de miles de familias".
"Pero -aclaró- las provincias que están sobre el río Paraná (Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Misiones), tenemos que resolver esto en forma conjunta poniéndonos de acuerdo. Hay un interés fundamental y primordial: la preservación de estos recursos".