A los 18 compañeros de clases de la estudiante, profesores y docentes se les realizó el test de Mantoux, que es una prueba cutánea que detecta la presencia del bacilo, ya que confirma si una persona desarrolló los anticuerpos contra la enfermedad. "A siete de esos alumnos, a una profesora y a una preceptora les dio positivo en distintos grados", precisó Müller.

En diálogo con El Litoral, el médico Bernardo Salvadores, jefe del Programa de Control de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis del Ministerio de Salud, contó que a estos pacientes se les realizará una radiografía de tórax y se les comenzará a suministrar los antibióticos recomendados para el tratamiento de la infección latente, que deberán tomar durante seis meses.

Si se sigue con disciplina, el tratamiento es muy efectivo para evitar que se desarrolle la enfermedad. Además, se la detectó a tiempo, ya que suelen pasar más de dos años hasta que comienzan los síntomas más severos.

"El resto de los alumnos del colegio no tienen riesgo de enfermarse. Para contagiarse hay que compartir muchas horas con la persona infectada por el bacilo. Por eso las pruebas cutáneas se realizaron a sus compañeros de clase y a su familia", explicó Salvadores.

La escuela Bustos tiene una población de 540 estudiantes, provenientes de distintos barrios de la ciudad, y 120 docentes, administrativos y asistentes escolares. "Les queremos llevar tranquilidad a los padres, ya que desde la escuela estamos siguiendo el protocolo del Ministerio de Salud. No es que no se está haciendo nada porque el test de los estudiantes se hizo en la escuela, con la debida autorización de sus padres", indicó el director de la escuela.

Las cifras de la enfermedad

En Santa Fe cada año se detectan unos 700 enfermos de tuberculosis, el 65% en el área de Rosario. En la mayoría de los casos, los pacientes enferman porque tienen debilitado el sistema inmunológico. Uno de los factores que puede influir es un contexto de marginalidad y pobreza. Al punto que la mitad de los 10.000 casos que se detectan por año en el país se diagnostican en los barrios más pobres del conurbano bonaerense.

Enfermedades como el VIH Sida, la diabetes y la insuficiencia renal, que bajan las defensas, también pueden ser una puerta de entrada para que la enfermedad avance.

La OMS estima que un tercio de la población mundial porta el bacilo de la tuberculosis (es decir, un tercio de los lectores de esta nota), pero el 90% no se enferma porque la contiene el sistema inmunológico.