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La diversión nocturna, entre la seguridad y el negocio con nuevos actores que no rinden cuentas

Boliche Paraná

Nuevos empresarios aparecen en la organización de eventos, pero no están regulados.

El episodio ocurrido el viernes pasado en un boliche del puerto de Paraná, generó preocupación en diversos ámbitos y preguntas sobre la prevención y la regulación de los eventos de la actividad nocturna con una normativa que ha quedado vieja, ya que hay nuevos actores en el negocio de la diversión que lucran, pero no rinden cuentas ni responsabilidades ante nadie.

Lo del viernes fue una gresca dentro de un local con varios heridos. La Municipalidad clausuró el boliche, cuyos dueños lo habían alquilado a los organizadores del evento, donde tocó un grupo de cumbia (La TH).

Sobre los hechos de violencia, según las diversas consultas que realizamos, hay quienes sostienen que se trata de episodios aislados. Entre ellos están las autoridades municipales y también organizadores de eventos, quienes comentan que suele haber problemas cuando llega algún grupo a tocar y se encuentran en ese lugar chicos de 13, 14 o 15 años de distintos barrios y allí explotan los problemas que vienen arrastrando; que, en general cuando son más grandes los asistentes, está todo tranquilo

Otros, entre ellos empresarios de la noche de larga data, observan que hay mucha más violencia hoy que años atrás en la actividad nocturna de los fines de semana y temen que suceda un hecho trágico.

La cuestión es quién se hace responsable ante sucesos graves dentro de un evento, como el del fin de semana pasado, ya que la dinámica del negocio fue cambiando con el paso del tiempo y han aparecido diferentes actores.

Los dueños de los boliches son en general los mismos nombres que hace 25 años, con algunos que se han ido incorporando al rubro desde ese tiempo a esta parte.

Hoy hay numerosos nuevos empresarios que vieron el negocio en la gestión de los eventos o en la intermediación entre el local y los clientes, sin mayores inversiones, ni riesgos, ni responsabilidades ante algún problema. Se trata de los productores, que hace un par de décadas eran los tarjeteros se quedaban con un porcentaje de la entrada.

Hoy alquilan un local o un club, el sonido, el escenario, tratan con el artista o su representante, gestionan su alojamiento, venden las entradas, etcétera. Amasan muy buenos ingresos, pero sus nombres o los nombres de fantasía de las productoras que arman no existen más que en las redes sociales.

Por lo tanto, hoy se está analizando la reforma o actualización de la ordenanza 8.615 para que estas personas deban registrarse, firmar contratos como tales y asimismo responder ante problemas de cualquier índole. Aunque sea contratar un seguro.

Hay una decena de productoras en Paraná, la mayoría trabajan seriamente, según nos informaron quienes tratan con ellos asiduamente.

El evento del viernes donde sucedió la gresca violenta había sido organizado por dos hermanos que responden a Alan Barrientos, el hijo de Petaco, exlíder de la barra de Patronato asesinado en 2023. Este joven de 26 años hace por lo menos cinco años que está en esta actividad de eventos con grupos de música tropical. Funciona con al menos dos nombres, La Tropi y Puerto Lago, y se muestran realmente muy solventes económicamente.

Parte de estos temas fueron tratados en la entrevista con el secretario de Fiscalización, Control Urbano y Actividades Comerciales de la Municipalidad de Paraná, Héctor Bergara, para el programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral).

¿Cómo está el panorama de la noche en Paraná? ¿Cuánta es la preocupación sobre los hechos de violencia sucedidos?

—Antes que nada, manifestar que estos son hechos aislados, la excepción, no es la generalidad. De por sí, habitualmente los fines de semana suele no haber noticias de hechos de violencia, las noticias son cuando los hay y es una cuestión esporádica. No digo que no ocurra nunca, lo que digo que la magnitud de que ya haya lesionados como ocurrió este fin de semana o ha ocurrido en otras ocasiones también durante este año, puntualmente en otro boliche hubo herido de arma blanca. De ahí a la fecha no ha habido otro hecho de esta magnitud. Sí puede haber alguna escaramuza propia de que haya un tumulto por la cantidad de gente, pero no ir a mayores, pero así de esta naturaleza para nosotros no pasa a ser una preocupación. Diría, jugando con las palabras, que es algo que nos debe ocupar, no preocupar; ocupar es que siempre se puede ajustar algo. Nosotros en esto trabajamos desde nuestra secretaría de la municipalidad en dos aspectos. Uno es la habilitación comercial en sí misma, donde se exigen todos los requisitos. En el caso de los boliches bailables, hay una ordenanza específica que es la 8615. Y, por otro lado, tenemos el área del chequeo o control en sí mismo, que es Control Urbano.

Control Urbano a su vez trabaja muy en consonancia con la policía porque tiene que ver con la nocturnidad. Hay cuestiones que son administrativas, eso somos nosotros, la municipalidad, y hay cuestiones que son de seguridad policial. Estamos muy cercanos en eso, en la competencia. Nos encontramos en el lugar, en ese territorio, por decirlo, y la verdad que venimos trabajando bien en conjunto. Vuelvo a insistir, no estamos preocupados, pero sí nos estamos ocupando porque cuando sucede un hecho así es porque algo ha fallado.

Hubo una clausura del lugar, pero había sido alquilado por un organizador ¿Por qué se clausura el boliche y qué consecuencias tiene la persona que organiza, que es la encargada de contratar a la policía, la seguridad en general?

—En ese sentido, nosotros procedimos a la clausura preventiva, que es una potestad que nos da la ordenanza a nosotros como Poder Ejecutivo. No podemos hacer clausura definitiva. Para eso hay una justicia de faltas municipal. Nosotros clausuramos preventivamente a los fines de evitar males mayores. En eso nos habilita la ordenanza. ¿Por qué? Porque era viernes, porque el sábado había eventos previstos. Entonces, listo, clausuramos preventivamente, comunicamos al juzgado de falta de turno. En este caso, en virtud de las vacaciones, hay un juzgado. Y el día lunes inmediatamente le elevamos las actuaciones al juzgado y el juzgado determinará. Nosotros debemos actuar sobre el propietario ante la municipalidad. El titular es el responsable. Si él mediante un contrato de alquiler de locación procedió a dar el lugar para que sea explotado por otro, es una cuestión de ligazón entre él y quien le alquiló el lugar.

En este caso, las actuaciones ya están en el juzgado de falta. El juzgado seguramente tomará una determinación ahora en el transcurso de esta semana donde exigirá seguro, como ya lo ha hecho en situaciones anteriores y con buen criterio, ajustar detalles de la seguridad del lugar que se podrán complementar y una vez complementado y llevado a cabo el chequeo por parte del personal técnico nuestro, seguramente el lugar va a ser habilitado nuevamente en un corto plazo.

Hablando en general de la actividad nocturna en general¿Cuántas personas hay registradas en la Municipalidad para la actividad específica de boliche? Porque hay muchas personas que también intervienen con distintos roles en la organización de diferentes eventos.

—Es algo en lo cual estamos trabajando. La ordenanza es del 2006, tiene 19 años puntualmente. Existe una variedad de situaciones. Primero, los boliches, como tradicionalmente siempre se los conoció, el boliche está habilitado, tiene un titular, hay una inspección sobre ese boliche y hay una habilitación. La habilitación del boliche, para dejarlo en claro, es lo mismo que la habilitación de un supermercado. Está habilitado el supermercado para hacer la función de tal. Todos los días abre y no nos tiene que avisar a nosotros que abre si está habilitado para ser supermercado. Con el boliche pasa lo mismo. Una vez que está habilitado puede abrir el boliche y no necesariamente notificarnos a nosotros que abre porque para eso se habilitó. Ahora, si hay situaciones excepcionales donde el boliche es cedido para otro evento, por ejemplo, para un concierto en vivo o ya no es el titular el que actúa, ahí sí nos tiene que notificar. Amén de eso, existen otras personas dedicadas a organizar eventos que no tienen local propio. En eso estamos trabajando nosotros en un registro de promotores de evento, porque no existe. Evidentemente, algo de redituable debe tener y en buena hora. Lo que nosotros queremos hacer es encuadrarla y controlarla. No existe un padrón, por decirlo así, de productoras.

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