La escritora Dores Reyes presentó su libro y dio una charla en torno a él en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos, en el marco de la feria de libros y editoriales titulada "Mágica: la calle de los libros", organizada por el gobierno provincial. Con una sala llena, habló de las diversas aristas que contiene su libro Miseria y las connotaciones que le dieron a partir de convicciones políticas, tanto de un lado como del otro. La disertación estuvo a cargo de Aixa Boeykens, decana de la la Facultad.
"Cuando parece que para algunos sectores la violencia machista fue desapareciendo y que los femicidios y la necesidad de una educación sexual integral en las escuelas ya no son urgentes, la realidad nos muestra lo contrario. Es necesario continuar trabajando por una educación sexual integral, luchar para desnaturalizar el patriarcado y erradicar los feminicidios. Estos temas son abordados, de alguna manera, en las novelas que quiero presentar hoy", comenzó diciendo Aixa Boeykens para introducir la cahrla y dar pie a la palabra de la autora.
Dolores Reyes, quien es profesora de enseñanza primaria en el Colegio Normal 10 y de griego y culturas clásicas en la Universidad de Buenos Aires, es una escritora que comenzó a escribir después de replantearse lo que le gustaba hacer en la vida. Decidió que su pasión era leer y escribir, así es como llegó a los talleres literarios dirigidos por escritores como Selva Almada y Julián López. Eso le permitió llegar a du primer libro, Cometierra, publicado en 2019, fue muy bien recibido y se tradujo a 15 idiomas. Luego, en 2023, publicó Miseria, que aunque es una continuación de la primera novela, aunque también puede leerse de manera independiente. La historia sigue a una joven que vive en el conurbano bonaerense, cerca de donde vive la autora, y que, tras perder a su madre en un feminicidio a manos de su padre, descubre que tiene un don: al relacionarse con la tierra, puede ver el paradero de personas desaparecidas o dónde deberían estar en ese mismo momento. "No voy a profundizar más en la trama para evitar spoilers, pero les contaré que la historia abarca temas de desapariciones forzadas, un asunto de suma relevancia en Argentina, cuyo contexto no se limita a la dictadura militar, sino que sigue vigente en nuestra democracia actual, afectando principalmente a mujeres y jóvenes" dijo la escritora para evitar adelantar la historia de quienes aún no leyeron el libro.
Al continuar, Reyes recordó cómo en su infancia creció viendo carteles de personas desaparecidas, muchos de ellos con los rostros de mujeres y chicas jóvenes. Ese contexto se ve reflejado en su obra, en la cual la violencia hacia las mujeres y la impunidad del sistema judicial son cuestiones cruciales. "Al mismo tiempo, la novela resalta la importancia de la solidaridad y los vínculos humanos en medio de las adversidades. La desaparición y la violencia de género, lamentablemente, son temas universales que siguen presentes en diversos países, especialmente en América Latina, donde la desaparición de mujeres se convierte en una constante", dijo y continuó: "A veces me preguntan qué me inspira a escribir. ¿Y a vos qué te parece?", expresó en tono irónico ya que está en evidencia que es el contexto machista el que la atraviesa.
A través de la ficción, Dolores intenta mostrar la angustia de los familiares y amigos de las víctimas, quienes luchan desesperadamente por obtener respuestas, al igual que en la historia de Cometierra, donde los personajes encuentran en la tierra un medio simbólico para recuperar los restos de los desaparecidos porque la tierra se convierte en un espacio que guarda los rastros de lo sucedido, y la protagonista, con su don, puede conectar con esa memoria oculta.
Boeykens mencionó que este trabajo también tuvo resonancia a nivel internacional, en lugares como Noruega, Colombia, México y Perú, donde se comparten historias similares. Las traductoras y lectoras rescataron cómo hacer el tono de las novelas, aunque con contexto argentino, se hace universal, pues los problemas de desapariciones y violencia de género no son exclusivos de Argentina, sino que son comunes en todo el mundo. De esta forma, la disertante afirmó que Dolores encontró en la literatura una forma de dar voz a estas historias de dolor y desesperanza. En su trabajo, lo más importante es resaltar la necesidad de que estas voces sean escuchadas, de que el sufrimiento de las víctimas y sus familias no se olvide, y que la lucha por la justicia continúe.
La autora respondió diciendo que "en Latinoamérica en particular la sangría de mujeres es impresionante. Nosotros ahora tenemos una mujer muerta cada 26 ó 30 horas, pero en México hay 27 femicidios por día. Quiero decir, con esto comprobamos que se replica en casi todos los países, aunque en algunos con mayor medida que en otros.
En cuanto a la adaptación de sus novelas, Reyes compartió con entusiasmo que Cometierra será adaptada a una serie. La producción está a cargo de una productora argentina con colaboración internacional y que ya se comenzó a trabajar en la adaptación audiovisual. Dolores está muy emocionada por este proyecto ya que le permite ver a sus personajes cobrar vida en la pantalla. Sin embargo, también destacó la importancia de que la historia se mantenga fiel a los temas que aborda, como la desaparición forzada y la impunidad en el sistema judicial, porque elementos que considera cruciales en su narración. La serie busca dar mayor visibilidad y llegar a un público amplio, no solo al lector.
La escritora también reflexionó sobre la relevancia de la solidaridad en su obra. En sus novelas, los vínculos humanos juegan un papel fundamental. A pesar del sufrimiento y la desesperación, las relaciones entre los personajes, como la amistad, el amor y el apoyo mutuo, son lo que les permite seguir adelante. "La solidaridad, tanto a nivel personal como colectivo, es una de las fuerzas que, en medio de la tragedia, ofrece algo de esperanza".
Además, mencionó la importancia de que los lectores comprendan la dimensión sistémica de la violencia de género y las desapariciones. No se trata de casos aislados, sino de un problema estructural que afecta a toda la sociedad. La escritora destacó cómo en muchos casos, las desapariciones y feminicidios son minimizados o malinterpretados, y cómo las víctimas son tratadas con indiferencia o incluso con culpabilidad, y muchas veces son los medios de comunicación que, con una actitud mal intencionada, permiten esto.
"Por este motivo, ahora las madres y los padres de las escuelas no quieren que sus hijos lean. Me han acusado de "degenerada" o me han alegado el delito de corrupción de menores" por escribir de forma libre y enfrentar cosas que no se dicen porque la sociedad calla, pero somos realistas, esto no se hace de forma inocente, tiene siempre una intención detrás".
Finalmente, Dolores agradeció a sus lectores y al público en general por el apoyo recibido, especialmente en eventos como el que se realizó en Paraná, donde tuvo la oportunidad de compartir su obra con otras personas interesadas en su trabajo. Para ella, estos encuentros son esenciales, ya que la escritura, aunque a menudo solitaria, se enriquece con el diálogo y la reflexión compartida con los demás. La autora concluyó su intervención diciendo que "si bien los temas que abordan las novelas son dolorosos y desgarradores, lo más importante es que nunca se deje de hablar de ellos porque es a través de la visibilización y la conversación que podemos comenzar a cambiar las cosas".