Imagen de archivo de la titular del FMI Kristalina Georgieva y el ministro de Economía, Sergio Massa.
Ya cerca del final del cierre de su gira por China, el ministro de Economía, Sergio Massa, miraba el reloj de manera consistente mientras compartía un café con dirigentes que lo acompañaron a Beijing. “Me voy que tengo un Zoom con gente del Fondo Monetario”, les dijo para excusarse. Lo esperaba una altísima funcionaria, en un hecho que confirma que está muy avanzado el acuerdo con el FMI para el desembolso de más de 10 mil millones de dólares, el famoso “front load”, anticipo de todo el dinero que el organismo debía enviar a lo largo de este año. El dato es, como el acuerdo con el FMI y swap de yuanes con China están atados, es decir, no hay uno sin otro, Massa mantuvo un Zoom con funcionarios del FMI para mostrarles el pacto cerrado con los chinos y así avanzar en el otro frente.
El otro indicador de que hay avances es que en el entorno de Massa confirmaron al diario Página/12 que en no más de 10 días viajará a Washington a darle rúbrica al acuerdo. Llevará con él al titular del BCRA, Miguel Pesce, que también está en su visita a China. Más allá del rechazo que el FMI tiene en buena parte de los dirigentes del Frente de Todos, Massa suele aclarar que las negociaciones deben darse en paralelo y que tengan resultados positivos para el país.
En privado, como en público, aclara que el acuerdo que hizo Mauricio Macri fue “una catástrofe” y a sus funcionarios les recuerda que “ahora es curioso ver cómo circulan por los canales de televisión los economistas de Juntos por el Cambio, dando consejos como astronautas”. Pero que eso debe ser parte de un pasado que no hay que olvidar y que debe servir para resolver el asunto en el futuro. En su paso por China, también manifestó que fue el gigante asiático el que primero criticó el crédito y hasta lo denunció. Desde el BCRA, en tanto, suelen plantear que el endeudamiento de Macri fue “criminal” porque se fue todo, además “a la formación de activos externos”.
El acuerdo con el FMI viene siendo tallado desde lo técnico por el viceministro, Gabriel Rubinstein y el jefe de Gabinete de Hacienda, el sanjuanino Leonardo Madcur. En principio, se deslizó que los que viajarían eran ellos, pero algo parece haber modificado la composición del vuelo a los Estados Unidos. “Es la cercanía del acuerdo”, arriesgan en su entorno. En este escenario, hay que leer también de forma hilada fechas que empezarán a verse cerca en los próximos días.
La fecha límite de Massa es cerrar con los de Kristalina Georgieva el 12 de junio, dos días antes de que se conozca el índice de Precios al Consumidor del Indec, que podría reflejar en abril una inflación más cercana a los 9 puntos. Es evidente que el ministro tiene en mente mostrar músculo estabilizador, con un buen puñado de dólares, cuando la inflación parece seguir siendo un problema persistente. Todo muy cerca, además, del congreso donde el Frente Renovador definirá su estrategia política electoral y también muy próximo al cierre de listas del oficialismo.
De hecho, no son pocos los que aún creen que el ministro no está descartado en la lista de los que correrán por la Presidencia de la Nación. En ese contexto de búsqueda de estabilización, si Massa logra acordar con el FMI, tendrá en menos de quince días más de 20 mil millones de dólares que borraría del mapa, al menos hasta el día después de las PASO, la volatilidad cambiaria y la inestabilidad. Después de eso, entiende el ministro, pesará la selección del sistema, PASO o no PASO, que es el dilema del oficialismo hoy.