Ayelen Waigandt
Diversos informes alertan sobre el menor acceso a métodos anticonceptivos y el crecimiento de los embarazos no deseados durante la pandemia de Covid-19; un impacto no calculado en la vida de la mayoría de las mujeres. Durante la crisis sanitaria, se declaró servicio esencial a la salud sexual y reproductiva. Para conocer qué pasa en este tiempo con el uso de métodos anticonceptivos y el aborto legal en Entre Ríos, ANÁLISIS dialogó con la responsable del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, Lucy Grimalt.
En marzo, el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció el comienzo de la cuarentena obligatoria en todo el país; si bien se avanzó y retrocedió en distintos aspectos y con diferencias en cada provincia, aún hoy se combate al coronavirus desde todos los frentes. Pero, ¿qué sucede a la hora de interrumpir un embarazo, cuando todo el esfuerzo está puesto en lidiar con una pandemia?
Al contrario de los prejuicios que reproducen los sectores conservadores, el aborto legal es indispensable también en un contexto de crisis sanitaria. El desarrollo de prácticas como el aborto farmacológico, ayuda a reducir los riesgos en la salud de las mujeres y las personas con capacidad de gestar.
Ante la abrumadora cantidad de consultas que recibió la línea de salud sexual y reproductiva, el Ministerio de Salud de la Nación, en conjunto con la Secretaría de Salud Sexual y Reproductiva, emitió un folleto explicativo sobre la interrupción legal del embarazo (ILE) con pastillas de manera segura.
Según el último protocolo actualizado y presentado por el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, para acceder a la ILE, las personas gestantes sólo deben pedirla y cumplir con dos requisitos: dar su consentimiento y firmar una declaración jurada que de cuenta de que su situación está dentro de los casos comprendidos por la ley. Esta interrupción “es incuestionable y no debe ser sometida por parte de los profesionales de la salud a juicios de valor derivados de sus consideraciones personales o religiosas”.
La realidad en Entre Ríos
En coordinación con la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva –que provee de los anticonceptivos a todo el país-, el Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la provincia tiene a su cargo la distribución de anticonceptivos en los hospitales y centros de salud, la distribución de hormonas para los tratamientos de hormonización de personas trans y la distribución de la medicación para los casos de Interrupción Legal del Embarazo (ILE): el misoprostol.
Todo esto estuvo garantizado durante el tiempo de pandemia en la provincia.
(La nota completa en la edición 1114 de la revista ANALISIS del jueves 17 de septiembre de 2020)