(De ANÁLISIS)
Con una votación dividida entre tres vocales del Superior Tribunal de Justicia, por mayoría se impuso el rechazo a la excusación de su par Gisela Schumacher para intervenir en la impugnación extraordinaria contra la prisión preventiva de Sergio Urribarri y Juan Pablo Aguilera. La magistrada había argumentado "violencia moral" por los pedidos de juicio político en su contra y el "hostigamiento mediático" tras su voto cuando benefició al exgobernador para poder ir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y así dilatar la firmeza de la condena en su contra. SIn embargo, Germán Carlomagno sostuvo ahora: "La integridad de espíritu, la elevada conciencia de su misión y el sentido de la responsabilidad que es dable exigirle, pueden colocarla por encima de tales sospechas" de imparcialidad". Carlos Tepsich adhirió, mientras que Miguel Ángel Giorgio le había aceptado la excusación.
Cabe recordar que Schumacher había presentado el miércoles el permiso para excusarse de integrar la Sala Penal del STJ que debe resolver sobre la impugnación extraordinaria contra la resolución de la Cámara de Casación Penal de Paraná que dictó la prisión preventiva de Urribarri y Aguilera el martes 19 de noviembre. Argumentó que los pedidos de juicio político y la repercusión pública negativa en los medios de comunicación por su resolución del 22 de octubre que JUFEJUS definió como "hostigamiento", la perjudicaron para intervenir ahora con imparcialidad: "Ha generado en mí una grave afectación en mi juicio interno, configurante de lo que se denomina 'violencia moral' que afecta mi tranquilidad y que no me permiten juzgar la causa con la serenidad que exige el proceso", explicó la vocal.
El Tribunal de supremos para resolver sobre este pedido quedó integrado por Giorgio, Carlomagno y Tepsich.
Giorgio votó para admitir la excusación. Luego de citar a juristas sobre la temática, consideró que "se impone la necesidad en estos autos de despejar todo atisbo de sospecha ante cualquier circunstancia que conmueva la imparcialidad de los judicantes intervinientes, tanto para la tranquilidad de los magistrados llamados a resolver, para la sociedad expectante de una justicia transparente y sobre todo, a fin de asegurar el sosiego del imputado".
Carlomagno votó para rechazar el pedido de Schumacher. Planteó que "las casuales de excusación de los jueces están previstas expresa y objetivamente en el art. 38 del Código Procesal Penal de la Provincia de Entre Ríos, y las particularidades descriptas por la colega en su presentación excusatoria no encuentran amparo en ninguna de ellas".
Además, sostuvo: "Considero fundamental destacar que, de prosperar el apartamiento de un juez o una jueza por los motivos que aquí se analizan denuncia de juicio político formulada por personas ajenas al proceso, hostigamiento mediático, repercusión social del caso-, estaríamos frente a un precedente de peligro latente para la garantía del juez natural de la causa, dado que bastaría con que quienes no satisfechos con la integración de un tribunal, encaren una ofensiva mediática con el solo fin de remover a la magistratura actuante en sus causas".
Por esto, Carlomagno aseguró que "en el convencimiento de que en el ejercicio de su magistratura no se verá comprometida su independencia e imparcialidad, en mi opinión, no cabe admitir su pedido de apartamiento".
Tepsich no argumentó su posición, pero adhirió al voto de Carlomagno.
De esta manera, la Sala Penal que deberá resolver sobre la prisión preventiva de Urribarri y Aguilera quedó integrada por Giorgio, Carlomagno y Schumacher. No tienen plazos para emitir sus votos, salvo que alguna de las partes pida convocar a una audiencia para discutir la imugnación. En este caso, tendrán 20 días para resolver.
Se trata de los mismos jueces que en octubre intervinieron en el recurso de queja planteado por los condenados por corrupción para pedir el recurso extraordinario federal para acudir ante la Corte nacional. En esa oportunidad, Giorgio rechazó el planteo, mientras que Carlomagno y Schumacher hicieron lugar y, de este modo, la sentencia del Megajuicio por corrupción del año 2022 no quedó firme y seguirá así por varios años más, hasta que el máximo tribunal del país decida tratarlo.
Schumacher quedó en el centro de las críticas porque, en abril, había votado para rechazar el reclamo de las defensas contra la sentencia de Casación que había confirmado la condena de 8 años de prisión para Urribarri, seis años y medio para Aguilera y la misma cantidad de años para el exministro Pedro Báez. Pero en octubre, hizo lugar al pedido de los condenados sobre "abritrariedades" de aquel mismo fallo de Casación.
Schumacher es la actual pareja del expresidente de la Cámara de Diputados en la última gestión de Gustavo Bordet, el concordiense Angel Giano. El exlegislador fue compañero de gabinete de Pedro Báez en la intendencia de Concordia 1999/2003, encabezada por Hernán Orduna y luego fue también funcionario de Sergio Urribarri en sus dos administraciones.