Sección

Salduna propone que “el Superior Tribunal tenga cinco miembros, no nueve” para ser más ágil y menos costoso

Bernardo Salduna propone que el Superior Tribunal de Justicia esté integrado por 5 vocales, eliminar la Sala Penal y así ganar en mayor agilidad con una estructura mucho menos costosa.

Bernardo Salduna propone que el Superior Tribunal de Justicia esté integrado por 5 vocales, eliminar la Sala Penal y así ganar en mayor agilidad con una estructura mucho menos costosa.

La voz de Bernardo Salduna, serena pero profundamente firme, resuena como la de un juez que, tras haber colgado la toga, sigue ejerciendo el juicio desde la palabra. En la entrevista brindada al programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) el ex vocal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos ofrece un retrato sin cosmética del devenir institucional, judicial y político de la provincia.

Con el pulso de quien conoce los pliegues y repliegues de la historia, Salduna no evita los temas incómodos: desde la independencia del Poder Judicial la necesidad de disminuir los miembros del Superior Tribunal de Justicia actualmente con 9 vocales a 5, eliminar la Sala Penal e incluso repensar los mecanismos de acceso y permanencia en la magistratura.

A sus 79 años, no carga con nostalgias, pero sí con memoria. Hoy, desde el llano, con la serenidad del tiempo y la distancia, Salduna revisa con crudeza su paso por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. En la entrevista realizada en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) no escatima en diagnósticos amargos ni en señalamientos directos: lo que alguna vez visualizó como una torre de integridad judicial, terminó pareciéndole un edificio con cimientos tambaleantes. “Tenía sobre la Justicia una visión idealista”, confiesa, reconociendo que, al ingresar al STJ tras una extensa trayectoria en la profesión y la política, se encontraba influenciado por la imagen tradicional de la magistratura entrerriana: independiente, proba y de alta estatura intelectual. Pero esa imagen se diluyó rápidamente. “Cuando llegué al Poder Judicial me encontré con algunos elementos que me relativizaron un tanto el concepto que yo tenía”, confesó.

Salduna describe su experiencia institucional como frustrante, marcada por la resistencia a sus intentos de reforma y por una hostilidad interna que no disimula. “No solo que no encontré eco, sino que encontré eco negativo”, sentencia, y señala que las agresiones vinieron de sus propios colegas. Las tensiones alcanzaron su punto máximo cuando impulsó cambios en el manejo de los viáticos judiciales, proponiendo requisitos mínimos como estar al día con el despacho y rendir cuentas. Su postura provocó una reacción unánime del Tribunal, que lo intimó a firmar los viáticos que se negaba a avalar.

“Desde 2017 hasta que me jubilé, si ustedes miran mi planilla de viáticos, es cero. ¡No cobré nada!”, enfatiza. Y sobre sus compañeros, desliza sin nombrarlos que hubo “ciertos viáticos que entendía que podían justificarse, y otros los fui dejando pasar”. Su negativa a convalidar gestiones opacas lo aisló. También lo hizo su defensa de los plazos judiciales: “La justicia lenta no es justicia”, expresó para recordar su planteo al advertir que algunos magistrados consideraban que los plazos eran meramente orientativos.

Salduna se despidió del STJ dejando su despacho sin causas pendientes. “Hice un informe que inclusive lo mandé a los distintos medios de prensa, en el cual me retiraba del Superior Tribunal sin ningún expediente a despacho”, subrayó. Pero, su partida no fue pacífica: solicitó tiempo para ordenar la Sala Laboral. En respuesta, fue declarado cesante antes de que finalizara el mes.

No disimula su mirada crítica sobre el funcionamiento del Superior Tribunal: propone reducir el número de miembros de nueve a cinco y eliminar estructuras innecesarias como la Sala Penal. “No tiene razón de ser”, afirma sobre esta última, explicando que sus funciones están constitucionalmente asignadas por el pleno.

También advirtió que parte de la crisis institucional tiene que ver con la falta de renovación y admite que varios vocales “estarían en condiciones de ir a cuidar a los nietos”, dice sobre algunos magistrados que además ya tienen una imagen desgastada.

El ex vocal defiende también su independencia en el controvertido juicio político a Claudia Mizawak. Asegura que respondió todos los pedidos de informe, y que fue blanco de ataques mediáticos motivados por prejuicios políticos: “No era una cuestión ni de amistad ni de nada”, aclaró.

En el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) sostuvo con la misma claridad con la que firmaba sus fallos que -para él- el juez es un servidor público que debe rendir cuentas: “Si se entiende que está bien remunerado, debe devolverle a la sociedad lo que la sociedad le está dando. Yo creo que muchas veces no ocurre así”. Una sentencia que resume su filosofía de servicio: menos ornamento, más responsabilidad.

En la mirada de Salduna, la Justicia de Entre Ríos necesita una poda estructural, transparencia sin cortapisas y una renovación generacional que devuelva vigor a sus ramas. Porque sin jueces a la altura de sus deberes, el árbol institucional se reseca desde adentro.

- ¿Le sorprendió el informe que sacamos hace un par de semana, con la revista ANALISIS, sobre viáticos y ausencias pagas en el STJ?

- Desde hace un par de años miro a la Justicia en el papel de simple ciudadano, ¿no? He dejado de formar parte del Superior Tribunal. Les aclaro, cuando me incorporé al Poder Judicial de Entre Ríos, venía de una larga trayectoria en el desempeño de la profesión y en la actividad política y demás. Y tenía sobre la Justicia -a lo mejor- una visión un tanto idealista ¿no? Veía a la magistratura, sobre todo, a la magistratura entrerriana como había sido tradicionalmente como un modelo en el orden institucional. En el orden nacional se hablaba de la Justicia entrerriana como un modelo de independencia, de corrección, de alta intelectualidad… Bueno, cuando llegué al Poder Judicial me encontré con algunos elementos que me relativizaron un tanto el concepto que yo tenía. En el tiempo que estuve en el Poder Judicial -aproximadamente 20 años- traté de que la Justicia tuviera o mantuviera esa imagen que tenía a través de una serie de iniciativas que en su momento llevé a cabo y en mi propio desempeño como como vocal del Superior Tribunal. Debo decir que la experiencia en ese sentido fue frustrante.

-Quiere decir que no encontró eco.

-No solo que no encontré eco, sino que encontré eco negativo. Y encontré eco de agravios, de agresiones.

-De sus propios compañeros del Superior Tribunal.

-De mis propios compañeros del Superior Tribunal. Mi ida del Superior Tribunal, inclusive… yo creo que lo conversamos acá, no fue en términos pacíficos simplemente por mis posturas que en algunos casos a muchos de mis colegas les molestaba mi posición independiente en algunos temas.

-Repasemos esta cuestión porque es muy interesante. Usted se fue no porque estaba cansado por tantos años de trabajo, sino porque estaba un poco harto de algunos manejos...

-Yo me fui por distintos motivos. Uno de los motivos fue que entiendo que llegado a una determinada edad… bueno… no existe en el Poder Judicial de Entre Ríos la limitación etaria, que sí existe en el orden nacional. Pero, uno piensa que llegado a un determinado límite tiene que decir basta y retirarse. Ese fue uno de los motivos principales.

-Y había cierto hartazgo…

-Pero, además, había… claro, una cierta frustración en cuanto uno quería mejorar ciertas cosas del Poder Judicial y lo único que recibía era, no solamente indiferencia que sería lo de menos; porque, ¡qué sé yo!, de última uno presentaba un proyecto que se lo cajonearan… pero, además había agresividad, había hasta campañas mediáticas en mi contra cada vez que yo había algo.

- ¿Puede decir, por ejemplo, ¿qué sugería usted o que pedía para recibir la negativa?

-A ver, una de las cosas que planteé en cuanto entré al Poder Judicial, a uno de mis colegas le escuché decir un día… una de las cosas que tenía en claro por mis años de desempeño en la profesión era que cuando un abogado se pasa en un minuto en presentar un escrito, pierde un recurso y puede llegar a perder el pleito en el cual está empeñado. Cuando entré al Poder Judicial, se me planteó por parte de uno de mis colegas, que los plazos son perentorios para los abogados, perentorios para las partes, y ordenatorios para el juez. ¡El juez tiene plazos igual que cualquiera! y tiene que cumplir los plazos y tiene que fallar los asuntos en el justo término. ¡La justicia lenta no es justicia! Es una máxima que todos la tenemos ya, hasta el ciudadano más común la tiene internalizada. Entonces, bueno, eso fue una de las cosas: un planteo que yo hice...

¿Ese colega suyo sigue estando hoy en el Superior Tribunal?

-Sí, sí. No voy a entrar en planteos personales, ni voy a entrar a dar nombres. Bueno, cuando entré al Superior Tribunal recuerdo que estábamos en una situación, en los años 2001-2002, en una situación caótica, ¿no? De casualidad que nos pagaban los sueldos y nos pagaban los sueldos en bonos… en fin. Esa situación que todos conocemos. Entonces, en esa oportunidad, durante los tiempos de (Sergio) Montiel, no había viáticos, ni había viajes pagos, ni había nada por el estilo. Cuando la situación más o menos se normalizó y empezó, en fin, la posibilidad de viajar a distintos encuentros de magistrados en distintos lugares del país, se planteó el tema de los viáticos. ¿Cuál era el fundamento, cuál era la reglamentación de los viáticos? Bueno, lo que se decía era, depende de la responsabilidad del propio magistrado. Se entiende que un vocal del Superior Tribunal no va a estar pidiendo plata para… en fin… para cosas que no correspondan. Entonces, esa era la fundamentación. Ahora, llegó un momento, allá por los años 2016-2017, que estalló un escándalo con respecto a, justamente, a un manejo desordenado respecto a los viáticos. Entonces, en esa oportunidad, inclusive, se plantearon procesos de juicio político, que es conocido… el proceso del doctor (Carlos Alberto) Chiara Díaz, después un proceso a Claudia Mizawak. Entonces, en esa oportunidad, planteé que había que hacer una reglamentación… una reglamentación simple. Y propuse a mis colegas un proyecto de reglamentación de viáticos, que se basaba, fundamentalmente, en dos aspectos: uno era que para pedir viáticos el juez tenía que presentar una declaración jurada diciendo que está al día con su despacho. Es decir, no se puede salir a viajar si el vocal no está al día con el despacho. Y, en segundo lugar, decir a qué va, cuál es el motivo del viaje, y hacer una mínima rendición de cuentas de qué es lo que se fue a hacer en orden al beneficio que eso traiga para el Poder Judicial. Porque si no se ponía la fórmula... lo que se pone hoy: voy a hacer gestiones propias del Poder Judicial, gestiones propias de mi vocalía, y bueno...

-Esa es la frase que se usa hoy: “gestiones propias de mi vocalía”.

-Así es. Bueno, cuando se hizo ese planteo, se generó toda una situación difícil en el Poder Judicial. Yo hice el planteo de que, si no se aprobaba ese proyecto o algún otro proyecto superador, a partir de ese momento no cobraría un peso de viáticos; cosa que cumplí, porque desde el 2017 hasta el 2025, si ustedes miran mi planilla de viáticos, es cero. ¡No cobré nada! Y, además, dije que no iba a firmar ningún viático de mis colegas que no estuviera debidamente autenticado. ¿Qué es lo que generó esto? Una reunión especial del Poder Judicial, del Superior Tribunal, en la cual mis colegas, por unanimidad, resolvieron intimar al doctor Bernardo Salduna que cumpliera con su obligación de firmar los viáticos de sus colegas.

- ¿Y qué hizo usted? ¿Tuvo que firmar?

-Lo que hice fue necesariamente acatar la orden que se me daba.

-O sea, ¿siguió con su modalidad de no aceptar viáticos?

-No, no, firmé ciertos viáticos que entendía que, bueno, que podían justificarse; y otros los fui dejando pasar. Le digo eso como una de las tantas. Después presenté proyectos también que se los elevé, inclusive, a algunos diputados, con respecto al despacho al día por la morosidad judicial. El Superior Tribunal no es que no tenga plazo para resolver. Tiene plazos. Lo que no tiene es sanción, porque no hay ningún estamento por encima del Superior Tribunal que establezca una sanción.

-Pero, además, ¿cuántos relatores tiene cada vocal?

-Sí, por supuesto. No hay ninguna justificación para que un vocal del Superior Tribunal no esté al día con su despacho. Eso fue una cosa que plantee desde un primer momento. Lo cumplí estrictamente el día que me fui. Hice un informe que inclusive lo mandé a los distintos medios de prensa, en el cual me retiraba del Superior Tribunal sin ningún expediente a despacho. En mi Sala, en la Sala Laboral, había 84 expedientes atrasados, en algunos casos de un año o más. Consecuencia de lo cual pedí que, tal como decía la resolución de la Caja de Jubilaciones, que se me dieran 60 días de plazo para que mis colegas trataran de ponerse al día. Por lo menos, todos los expedientes que estuvieran en mora. Estábamos en la Sala Laboral y se trataban de reclamos de trabajadores. Bueno, ¿ustedes saben lo que ocurrió? Me declararon cesante a partir del día 16 de junio. Inclusive me cortaron el mes por la mitad, cosa que (no es usual) …

- ¿Cuándo usted se fue quiénes eran sus otros compañeros de la Sala Laboral?

-Estaba la doctora Susana Medina y el doctor (Carlos) Carlomagno, que siguen siendo miembros de la Sala Laboral.

El festival de viáticos y de ausencias “pagas”

-Volviendo a la pregunta inicial de la entrevista: ¿le sorprendió o le molestó mucho el festival de viáticos y de ausencias “pagas”?

-Bueno, sí. Me parece que se sigue con una tónica que en algún momento debiera regularizarse, por así decirlo, de alguna manera, ¿no? No le hace bien a la imagen del Poder Judicial.

-Y usted entiende que el tema de la morosidad sigue siendo una situación que no se ha revertido.

-De acuerdo al informe (de ANÁLISIS) que hemos conocido porque ahora no estoy en el Poder Judicial, no puedo saber.

- ¿Cómo era su relación con la doctora Susana Medina? Que aparece como una de las más cuestionadas, hoy por hoy, por sus ausencias reiteradas, su escasa contracción al trabajo.

-Personales nunca tuve problemas con ninguno. Si ellos lo tenían conmigo, es otras cosas, habría que preguntarles a ellos. Pero con la doctora Medina no tenía problemas y más todavía… valoré muchas de sus acciones en el Poder Judicial como el programa que ella tenía que se llamaba “La Justicia a los barrios” y que era una manera de acercar la justicia al hombre común… En algunas cosas era muy positivo, ¿no?

Fallos sin debates

- ¿Se debaten los temas jurídicos en la Sala Laboral o en el seno del propio STJ? Porque a veces pareciera que un empleado junta los votos y si las opiniones coinciden se redacta la parte resolutiva de la sentencia. Y se tiene la sensación que muchas veces no pueden debatir porque no se hablan entre los vocales o directamente algunos no van por días o por semanas enteras o bien concurren en horarios donde la mayoría no está, por ejemplo, en horas de la siesta…

- No sé cómo será ahora. En mi época, salvo temas muy puntuales, que a veces se reunían los vocales de una Sala y lo debatíamos, sino cada uno hacía su voto y lo pasaba.

- ¿No es un error eso? No debiera debatirse más entre ustedes.

-En algunos casos creo que sí, que se deberían debatir y haber logrado criterio por lo menos un poco más consensuado. Pero, mi experiencia es que en mi caso particular… yo los votos los redactaba personalmente. Después se los daba a mis relatores para que buscaran todas las jurisprudencias. Primero hacía el planteo de acuerdo a mi leal saber y entender. Es decir, me parece que esto tiene que ser así o de esta manera. Después se lo daba a los relatores para para ellos buscaran la jurisprudencia, la doctrina y vieran si se compaginaba o no lo que yo había elaborado. Esa era mi manera de trabajar. La de mis colegas… bueno… no la sé.

- ¿No se deja demasiado en manos de los relatores la redacción de un fallo y la operatividad de cada expediente?

-Sí… creo que, en algunos vocales, sí, en algunos vocales creo que eran los relatores los que les armaban los fallos. Pero, en el caso mío eso no ocurría.

-Nos consta que hay varios que hacen como usted, que se ocupan personalmente…

-Hay algunos que lo hacen como yo y hay algunos que inclusive lo quieren hacer a veces tan preciosistas que se demoran en el tiempo, con lo cual no cumplimentan con uno de los requisitos de la Justicia que es la celeridad, por lo menos, el fallo en tiempo oportuno.

-Muchas veces no se toma en cuenta que los magistrados y funcionarios cobran un sueldo que el pueblo paga con sus impuestos y es un derecho de la comunidad saber cómo producen las sentencias, máxime cuando hay tantos empleados con funciones de relatores y algunos jueces están tantos días fuera de sus despachos.

- Desde ya. Yo pienso que es un servidor público, un servidor del Estado… Y bueno, como ustedes dicen, si se entiende que bien remunerado debe devolverle a la sociedad lo que la sociedad le está dando. Yo creo que muchas veces no ocurre así.

- ¿Es necesario mantener un lugar como el Instituto Alberdi, que insume personal, presupuesto? ¿No es más más razonable que los jueces se formaran en las propias universidades?

- Sí, el Instituto Alberdi cumplía una función muy importante, ¿no? Con respecto a la capacitación del Poder Judicial. Yo creo que a lo mejor podría plantearse… no sé cuál será el presupuesto ni la cantidad de personal que tiene ni la estructura que tiene actualmente, pero creo que cumplía una función muy útil con respecto a la capacitación. Yo creo que las restricciones presupuestarias o la economía debieran hacerse en otros aspectos… Yo propuse uno, por ejemplo, que era reducir la cantidad de miembros del Superior Tribunal, me parece que un Superior Tribunal de nueve no tiene razón de ser.

Reducir las vocalías en el STJ

- ¿Qué sería lo ideal para usted? Siete vocales…

-El ideal sería cinco… la aplicación de la ley, la interpretación de la ley. Bueno, en este momento se han creado en la provincia una Cámara de Casación Penal en Concordia y otra en Paraná. ¿Para qué sirve la Sala Penal? Es decir, la Sala Penal está para eso que se llama Recurso Extraordinario, que es cuando en un proceso penal se violentan garantías constitucionales. Pero, esa tarea, de acuerdo a la propia Constitución debiera ser exclusiva del pleno del Superior Tribunal, no de una Sala específica. En consecuencia, esa Sala (la Penal) no tiene razón de ser. Por ejemplo, suprimir esa Sala y suprimir toda la estructura que compone esa Sala sería algo muy saludable. Yo lo he planteado a dos gobernadores y no he tenido mayor eco porque cada gobernador que viene siempre quiere nombrar gente.

-Cuando fue denunciada Claudia Mizawak y se intentó avanzar en un juicio político, usted era vicepresidente del Cuerpo. Cuando fue denunciado Emilio Castrillon, usted aparecía como su único aliado en el STJ. ¿Le molestó aparecer en esos lugares de amistad, alianza o cómo se llame y recibir críticas por eso?

-Yo me acuerdo cuando fue el juicio político a Claudia Mizawak… no entro a juzgar os aspectos extra jurídicos que pudiera tener la doctora Mizawak. Pero, los aspectos con respecto a su manejo en el Poder Judicial, creo que todas las acusaciones que se le hicieron no tenían fundamento. Yo contesté en tiempo y forma todos los pedidos de informes que me hizo la Cámara de Diputados. Y me acuerdo que el Bloque radical en esa oportunidad pidió una ampliación de los informes. Y el presidente de la Comisión, que era el diputado Diego Lara, se negó a mandarlo porque decía que los informes que yo había mandado eran suficientes. Entonces, el Bloque dijo que habían hecho pedidos reiterativos y que yo no los había contestado. Entonces, apareció ahí un abogado bastante mediático -que ahora he descubierto que es radical y que está en campaña de candidato a diputado- diciendo que me iba a pedir juicio político porque yo había sido reticente para ayudar “a mi amiga” Mizawak. No era una cuestión ni de amistad ni de nada. Yo había contestado tal cual como me habían pedido los informes, y los informes que no había contestado era porque no me los habían pedido.

- ¿Usted entiende que hay que renovar el STJ? Porque hay quienes están como vocales hace 27 años; otros, hace más de 20 y otros más hace por lo menos 18 años.

-Yo creería que hay más de uno ahí que ya estaría en condiciones de ir a cuidar a los nietos. Me parece que más de uno que ya están pasados de tiempo y aparte con sus imágenes un tanto deterioradas… en fin… por distintas razones, digamos, no quiero hacer tipo de imputaciones personales, pero creo que ya sería el momento de renovarla. Pero, también le diría que en caso de que se produjeran vacantes, no habría que cubrirlas. Y habría que hacer que el tribunal se redujera, que quedaba reducido a siete e inclusive hasta diría que se podría manejar bien con cinco.

- ¿No deberían hacer una especie de reválida de los jueces de mayor antigüedad en el sistema judicial entrerriano, para determinar si siguen en condiciones físicas y mentales para continuar en esos lugares?

-Eso podría ser. Pero, es una de las cosas que se ha discutido mucho. Pero, creo que se podría prestar quizá a ciertas manipulaciones y a ciertas presiones. Creo que por el momento sería conveniente dejar las cosas como están.

Alianza electoral entre la UCR, Juntos por Entre Ríos y La Libertad Avanza

-Usted estuvo en el Congreso de la UCR en Villaguay. Tomó la palabra, pero se fue algo enojado, algo molesto con sus correligionarios por este acuerdo con La Libertad Avanza…

-No, no. Si los correligionarios mayoritariamente estuvieron en esa misma posición. Lo que no me fui es muy contento porque no estoy contento con lo que pasó. Lo que ocurre es que estuvimos en una posición en la cual no teníamos alternativa. Porque había algunos que planteaban ir solos a la elección, no. Porque en una elección altamente polarizada sería prácticamente quedar reducido a la nada. Esa opción quedaba descartada. La otra opción era ir como frente Juntos por Entre Ríos. Pero, resulta que todos nuestros aliados de Juntos por Entre Ríos, la mayor parte de los aliados se habían ido, estaban negociando con La Libertad Avanza en el orden nacional. Entonces, la opción que quedaba, la única opción que quedaba era decir: bueno, ya que están negociando, tratemos de entrar en esa negociación. No quedaba otra desde un punto de vista de una elemental lógica, no de lo que a uno le gustaría haciendo una valoración política. Haciendo una valoración política, yo diría que lo mejor hubiera sido que Juntos por Entre Ríos se presentara sola a la elección acá. Pero no pudo ser… los aliados ya habían decidido otra cosa y la mayor parte de los radicales que estaban con responsabilidad de gobierno también estaban en esa tesitura. Entonces, ¿qué quedaba?: ¿armar una lista e ir solos? Recuerdo lo que me dijo un intendente de un pueblo, que las encuestas que tenemos, si hacemos eso, La Libertad Avanza sale primero, el peronismo segundo y yo salgo tercero. Y yo tengo dos años más de mandando acá, ¿cómo quedaría? Son esos argumentos de hierro, ¿no? ... yo opino así… nada más que desde el llano, como quien dice… si a esta altura de mi vida ya sin ninguna aspiración de nada.

Programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral)

Edición Impresa