Mediante un juicio político, el Congreso paraguayo destituyó al presidente Fernando Lugo

Durante su alegato, Adolfo Ferreiro, uno de los seis defensores del ex obispo, había pedido al Senado que "se adecúe el tiempo de preparación de defensa que establece el Código Civil". También denunció que "el dictamen que se realizará este mismo viernes es una condena anunciada con un libreto impreso y preestablecido, es una burla mayor que no se puede concebir".

Del mismo modo, había acusado al Legislativo de montar "un circo" y comentó que Lugo sabe "que las naciones de la región están en contra de este juicio político". Argumentó además que el enjuiciamineto del primer mandatario viola diferentes disposiciones, entre ellas el artículo 17 de la Constitución acerca de los derechos procesales de cualquier ciudadano.

Horas antes de enfrentar el juicio, Lugo presentó una "acción de inconstitucionalidad" ante la Corte Suprema y aseguró que su gobierno “ha sido transparente y honesto, de cara a la ciudadanía”. Reconoció que "nunca (tuvo) una comunión ideológica" con su vicepresidente, Federico Franco, del Partido Liberal.

Por su parte, la OEA convocó a una sesión extraordinaria de su Consejo Permanente en Washington, con el fin de "tomar conocimiento de los acontecimientos" y una delegación de Unasur se encuentra en Asunción para manifestar su respaldo al mandatario, publicó Página/12.

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