
De ANALISIS DIGITAL
La temporada de verano está finalizando y Villa Urquiza volvió a ser uno de los principales lugares a donde acuden los turistas en nuestra costa del Paraná. La explotación de los distintos espacios se distribuye mediante distintos mecanismos: uno es el de la licitación pública o mediante decisión de la legislatura de manera provisoria hasta que sea una licitación la que confirme la designación. Este último camino fue el que adoptó un grupo de jóvenes inversores, que viven en la Villa, y que apostaron al resurgimiento de uno de los paradores que estaba abandonado. El mismo se encuentra en la zona del anfiteatro de Villa Urquiza.
Luego de la aprobación del Concejo Deliberante, los inversores se pusieron en marcha para hacer resurgir el espacio. El trabajo permitió la inauguración el pasado 7 de diciembre y fue el punto cúlmine de una inversión que rondó los 200 mil pesos. La reconstrucción del espacio incluyó el cambio de los pisos, el arreglo de los baños y cañerías, montaron una nueva barra y compraron el equipamiento necesario para poder montar el negocio. Fueron cuatro años de abandono del espacio que fue puesto en funcionamiento en trabajos realizados antes de que empiece la temporada. En el parador se montó un comedor-bar principalmente como oferta para gente de la propia ciudad y público alternativo que acuda de manera turística.
Sin embargo, luego de un proceso de rosca interna en el Municipio, a principios de enero el intendente Gastiazoro decidió dar de baja el contrato sin que haya mediado ningún tipo de apercibimiento, infracción, multa o sanción. Fue así que de un momento para el otro, el Municipio rompió el acuerdo con los inversores y llegó a montar un operativo policial de desalojo durante 72 horas. Eso fue el 19 de enero. El argumento extraoficial tuvo que ver con "comentarios de los vecinos de que abrían fuera de horario". Sin embargo, esto fue desmentido por propios funcionarios municipales adelante del intendente luego de que el presidente municipal haya esgrimido esos argumentos.
Los inversores decidieron apelar esa decisión pero no tuvieron suerte.
ANALISIS DIGITAL consultó a fuentes municipales luego de recibir la información. Según informaron empleados del Municipio, todos los cañones apuntan a un funcionario que está en el área de rentas y se encarga de la venta de los pliegos licitatorios de todo lo que se licita en Villa Urquiza. Se trata de Schmaedke, quien también gestiona un kiosco dentro del camping, cerca del parador que manejaban estos inversores. Aparéntemente, Schmaedke puso el grito en el cielo por el costo bajo que se había fijado en el canon para este nuevo parador y empezó a presionar para que lo den de baja. Y logró su cometido.
Cabe una última mensión: Schmaedke como ciudadano gestiona dicho kiosco que fue licitado y adjudicado por Schmaedke como funcionario.