
Nueve hermanos que se encontraban sin la compañía de sus padres, ayer de madrugada en una vivienda de Gualeguaychú, debieron ser rescatados por vecinos que, alertados por los gritos y por la densa humareda, acudieron a salvarlos. El hecho tuvo como dantesco escenario la planta alta del departamento 60 del barrio 140 viviendas, donde a las 3 de la madrugada se desató un siniestro que habría comenzado en la habitación que ocupaba uno de los nueve chicos que allí dormían.
El fuego y el denso y tóxico humo que emanaba de uno de los colchones hacía dificultosa la desesperada búsqueda de la puerta de calle, mientras los vecinos gritaban desesperados por ayuda.
Según consignaron las fuentes policiales, todos los hermanitos pudieron ser rescatados con vida, menos el que fue identificado como Nahuel Maximiliano Fuentes, de 15 años, quien padecía síndrome de Down y falleció —según se estableció con posterioridad— por asfixia, al inhalar el humo dentro de la habitación en llamas.
Extraoficialmente se mencionó que pudo tratarse de un hecho accidental y se presume que alguno de los chicos pudo haber encendido algún fósforo o intentado jugar con pirotecnia, alcanzando las chispas el colchón de Nahuel, que fue donde se habría iniciado el foco ígneo.
También de fuentes no oficiales surgieron comentarios que mencionaron un momento ríspido entre vecinos enardecidos que habrían intentado ajusticiar a los padres de los chicos, quienes se enteraron de la tragedia al regresar a la vivienda poco después.
Por otra parte, también en Concordia, se informó sobre el ingreso de una familia con lesiones por quemaduras, tras desatarse un incendio en la finca que ocupaban, el que podría haberse iniciado con una explosión accidental de un artículo pirotécnico.
De acuerdo a las fuentes oficiales, ingresaron al Hospital Masvernat el niño Martín López, de 2 años, presentando quemaduras en un cinco por ciento de su cuerpo, Magdalena Lugo, de 4 años, con quemaduras en un 10 por ciento, Martín López, de 43 años, con quemaduras en un 15 por ciento de su cuerpo y su mujer, Lucrecia Lugo, de 23, con quemaduras, también en un 15 por ciento de su cuerpo.
La intervención de la Comisaría 4ª de esa ciudad permitió establecer que todo habría comenzado con la explosión de un cohete de festejo sobre un colchón y, desatado el siniestro, en la desesperación por salvar los bienes y sacar los chicos del lugar todos los integrantes resultaron con quemaduras, aunque felizmente en todos los casos son de no más de 30 días de curación.
De acuerdo a como se presentó la situación, por poco no terminó en una verdadera tragedia.