Por Gabriel Michi (*)
Un antes y un después. Nunca mejor definido. El Papado del recientemente fallecido Francisco marcará un hito en la Historia del Catolicismo. De la religión. Del Mundo. Un antes y un después que se empezó a escribir el 13 de marzo de 2013 en que el argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Papa. Un Sumo Pontífice llegado desde "el fin del Mundo" y que dijo que buscaba una Iglesia con "pastores con olor a oveja". Y esa impronta también la construyó en su propia persona, dejando de lado todo lujo y mostrando una humildad en cada acto, algo que incluso se cristalizó en la elección del nombre "Francisco", en honor a San Francisco de Asís. En esa impronta de este Papa revolucionario fueron centrales las defensas de los más humildes, de los excluidos como también del medioambiente. Tampoco faltaron los cuestionamientos y la autocrítica por los abusos sexuales dentro del clero y el silencio cómplice y criminal de la Iglesia. Además de la defensa de la mujer y la necesidad de un rol más protagónico dentro de la estructura eclesiástica. Y fue un actor clave en la búsqueda de la paz en el Mundo, y propugnó el diálogo interreligioso. El legado del Papa Francisco es invalorable. Y quizás el paso del tiempo ayude a descubrirlo en su verdadera (y gigantesca) dimensión.
Ese camino que se inició con aquella "fumata blanca" que preanunciaba el famoso "Habemus Papam" con el que el cardenal argentino llegaba a los ojos del Mundo fue tan profundo que aún después de su muerte perdurará en el tiempo, más allá de quien lo suceda den el "Trono de San Pedro". Francisco se convirtió en el primer Papa americano y también en el primero de formación jesuita. En sus 12 años y 39 días de Papado no faltaron las críticas a los excesos del capitalismo y en defensa de los vulnerados. De hecho con su muerte muchos de los principales diarios del Mundo lo llamaron "El Papa del pueblo". Sus permanentes gestos hacia "los caídos del sistema" fueron mucho más que gestos: mostraron la concepción que el Sumo Pontífice tenía de lo que debía ser la Iglesia. Estos son algunos de los ejes centrales de su Papado.
Por todo esto y mucho más, su Pontificado será recordado como revolucionario. Un antes y un después en la Historia de la Iglesia Católica. Un emblema de la humildad y la coherencia con los valores enarbolados en los Evangelios. En definitiva, una vuelta a los orígenes de la religión por sobre los intereses mezquinos de quienes se lo apropiaron por años, por siglos. Un cambio que comenzó a escribirse en esos 12 años. Pero que necesita de muchos más. Para que todo lo construido no quede en el olvido. Y el legado del Papa Francisco sea eterno.
Palabras emblemáticas del Papa Francisco
“Cuando me encuentro con una persona gay, tengo que distinguir entre su ser gay y ser parte de un lobby. Si aceptan al Señor y tienen buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlos? Ellos no deben ser marginados. La tendencia [a la homosexualidad] no es el problema… ellos son nuestros hermanos”.
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia. Son hijos de Dios, tienen derecho a tener una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por ello. Lo que tenemos que crear es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”.
"Creo que la Iglesia no sólo debe disculparse… no sólo deben pedir perdón a esta persona que es homosexual a quien se ha ofendido, sino que tiene que pedir perdón a los pobres, a las mujeres explotadas, a los niños explotados por su mano de obra, tiene que pedir perdón por haber bendecido muchas armas”.
“Yo no quería ser Papa. Una persona que quiere convertirse en papa no se ama a sí misma. Y Dios no lo bendice”.
"Los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana (…). La pobreza es el centro del Evangelio… Los comunistas dicen que todo esto de la pobreza es algo comunista. Sí, claro, ¿cómo no?… Pero veinte siglos después (de la escritura del Evangelio). Cuando ellos hablan, nosotros podríamos decirles: ‘¡Pero si son cristianos!’”
“Me comprometo a la celosa vigilancia de la iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuentas. Para aquellos que fueron abusados por un miembro del clero, lamento profundamente las veces en que ustedes o sus familias denunciaron abusos pero no fueron escuchados o creídos. Sepan que el santo padre les escucha y les cree”.
“Algunos piensan que, perdón por usar esa palabra, para ser buenos católicos tenemos que ser como conejos. No. Paternidad responsable”.
"El gran Pablo VI, en una difícil situación en África, permitió a las monjas usar anticonceptivos en casos de violencia… Por otra parte, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como en este que mencioné del papa Pablo VI, era claro. Pero el aborto no es el menor de los males. Es un crimen… Es eliminar a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia”.
“El señor nos ha redimido a todos nosotros con la sangre de Cristo: todos nosotros, no solo los católicos. Todos. ‘Padre, ¿y los ateos?’ Incluso los ateos. ¡Todos!”. Debemos encontrarnos el uno al otro haciendo el bien. ‘¡Pero no creo, padre, soy ateo!’. Pero haz el bien: todos nos encontraremos allá”.
“Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios”.
“La globalización de la esperanza debe sustituir a la globalización de la exclusión y la indiferencia. He comprobado que existe un anhelo de cambio en todos los pueblos del mundo. Muchos esperan un cambio que los libere de esa tristeza individualista que esclaviza. Detrás de tanto dolor y destrucción se huele el tufo… del estiércol del diablo”.
“Una persona que piensa en construir muros, cualquier muro, y no en construir puentes, no es un cristiano”.
“Ninguna desinformación es inocua; por el contrario, fiarse de lo que es falso produce consecuencias nefastas. Incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos”.
“Sigo recibiendo noticias muy graves y tristes sobre Gaza. Civiles desarmados son blanco de bombas y disparos. Y esto ha sucedido incluso dentro del complejo parroquial de la Sagrada Familia, donde no hay terroristas, sino familias, niños, enfermos y discapacitados, hermanas”.
“Lo que se construye sobre la base de la fuerza, y no sobre la verdad de la igual dignidad de todo ser humano, empieza mal y acabará mal”.
(*) Periodista, publicado en Mundo News