
“Un residente no es un estudiante, es alguien que ha hecho 8 años de carrera, que ha dado un examen para entrar a un programa de formación continua”, expresó en Fuera de Juego – Somos Gualeguaychú- el Dr. Luis Sarotto, Jefe de Cirugía General del Hospital de Clínicas (CABA), agregando “pero ese médico residente, ya tiene un título habilitante de médico, son médicos que tienen un interés académico y profesional que los llevan a un hospital a mejorar su capacidad médica. Pero en ese transcurso se convierte en el sostén de la salud pública, porque en todos los hospitales donde existe la residencia, existe una mejor atención médica, existe un mayor contacto entre el paciente y los médicos, un canal de comunicación mucho más fluido, o sea que sin duda, si uno está internado en un lugar donde existen residentes, va a estar mejor atendido, con mayor calidez y mayor calidad”.
“Sin duda, hoy yo diría que los grandes hospitales, si no tuvieran residencia, estarían en graves problemas para mantener la atención médica necesaria durante las 24 horas del día”, añadió.
Sobre la idea del gobierno nacional en reemplazar las residencias por becas, dijo: “La propuesta de las becas, es lo mismo que yo le dijera a alguien del campo, bueno, te contrato como tractorista, vas a ganar más pero no te pago jubilación ni aguinaldo, ni aportes sociales, pero vas a ganar más plata. Es una forma de dibujar la realidad, porque no tendrías esa estabilidad laboral que te da la antigüedad, que te da las vacaciones, el aguinaldo, que te da el hecho de tener una obra social, una ART que te cubra frente a un accidente. Veamos que aparte un residente está en contacto con pacientes con enfermedades infectocontagiosas, o sea, un residente está punzando la médula de un paciente HIV positivo, le está sacando sangre a un paciente con hepatitis C, o está atendiendo un paciente con tuberculosis, yo he tenido compañeros que se han contagiado de hepatitis, compañeros que se han contagiado de tuberculosis, y uno cuando tiene 25 años se considera inmortal, pero con el tiempo se da cuenta de la gravedad de esas situaciones que uno tuvo que vivir por estar en el frente de batalla, en un hospital público con pacientes graves”.
En referencia a las declaraciones de la diputada nacional Lilia Lemoine (LLA) comparando las residencias médicas con su sueño “que nadie me pagó de ser astronauta” (sic), Sarotto expresó: “Yo no quiero entrar en lo particular, esto no es un sueño, ser médico es una vocación de servicio, ser astronauta es un sueño, porque querés ir al espacio porque a vos te gusta mirar a la Tierra desde arriba, pero la vocación de ser médico es una vocación de extender la mano hacia el que sufre, es muy diferente a querer ir al espacio, o sea que me parece que es mezclar papa con batata, o sea no tiene nada que ver el hecho de querer solventar el sueño de alguien para ir a la luna o para ser un buzo, o ser una persona que quiere ser médico y que tiene una vocación de servicio y de entrega hacia el otro en el aspecto de la salud. Aparte, todos los médicos que se forman en los hospitales públicos son los que después te atienden en los mejores sanatorios de Buenos Aires. Entonces, negar esa formación, esa atención, esa contención al médico residente, es negarnos también la atención que vamos a tener que recibir el día de mañana nosotros”.
“Hoy una residencia básica son 4 años y después una postbásica está entre 2 y 3 años, la mayoría son de 3 años, o sea que estamos hablando de una formación que estuvo 8 años en la Facultad de Medicina y estuvo 4 años en una residencia de clínica médica para después hacer 3 años de cardiología, para recién en ese momento empezar a pensar en trabajar en lo que vos querés”, sostuvo en referencia a la carrera de un residente médico.
Y ahondó: “Por esa razón es que en el mundo, el tema vocacional en medicina se ha visto desvirtuado, se ha visto complejizado y hoy lamentablemente existe grandes vocaciones para hacer algunas especialidades como pueden ser plástica, anestesia o algunas otras que económicamente pueden ser más rentables y te quedan vacías las residencias que son trascendentales como puede ser clínica médica o pediatría, porque económicamente vos te formaste durante 8 años de facultad y 8 años de residencia para empezar a ver un peso a los 35 años, que teóricamente uno ya tendría que estar encaminado a tener una vida normal, comprar un departamento, tener un hijo, armar una familia o hacer lo que quieras de tu vida, pero no estar pensando en que lo único que tenés que hacer es formarte ganando $2,50. Un residente entra al hospital entre las 5 y las 7 de la mañana según la especialidad y ninguno se va antes de las 5 de la tarde y muchos se van a las 8 o 9 de la noche, entonces pretender que una persona entregue su tiempo y su vocación de esa forma y sea maltratado ,genera una reacción y más cuando uno es joven que es inevitable. Una carga horaria que es muy grande y que, en realidad, uno la quiere aprovechar al máximo porque es el momento en la vida donde a uno le enseñan, donde uno aprende, donde existe también una vocación docente, el superior a uno, de mostrarle a uno cuál es el camino. Entonces uno lo hace contento, disfrutando, a veces cansado, a veces fatigado, pero siempre con muchas ganas de estar porque es el momento, después en la vida se te hace más cuesta arriba y nadie te quiere enseñar porque pasas a ser competencia de los demás”.
“El presupuesto en el Hospital Público no alcanza”
En referencia a las limitaciones presupuestarias en los hospitales nacionales el día de hoy, Sarotto fue claro “no, no, no alcanza, se redujo mucho y no se está prestando atención a la mayoría de los pacientes indigentes, que el Hospital de Clínicas, si bien es un hospital universitario que ha tenido una historia de autogestión, siempre tuvo un grupo de pacientes indigentes que varió siempre entre el 20 y el 40% de gente sin obras sociales, sin nada, que fueron atendidos gratuitamente. El tema es que hoy a esa gente no se puede atender porque no tenemos los recursos para dárselos. Entonces nos estamos limitando a atender pacientes de obras sociales, que la obra social aporta los materiales descartables o lo necesario para una cirugía o para la medicación que corresponde. Porque la medicina de calidad es una prestación de alto costo, ¿no? Hoy cualquier cirugía requiere materiales descartables que hace que toda cirugía sea muy cara. Y bueno, lamentablemente esos recursos hoy el hospital no los tiene”.
“El problema es que no vemos una luz, no vemos con optimismo el futuro”
En cuanto a la comparación con períodos anteriores de nuestro país en cuanto al presupuesto hospitalario, el Dr. Luis Sarotto dijo: "Hemos tenido, sí, altibajos, y yo los he vivido, tengo 40 años de médico, los viví. El problema es que ahora no vemos una luz, no vemos uno con optimismo el futuro, porque no es que, bueno, sí, la semana que viene, el mes que viene, sí, aguantame que estamos trabajando para conseguir recursos, sí, esperame que llegue. No hay una respuesta, no hay una interlocución entre los efectores de salud y la gente que tiene que gestionar los recursos. Entonces, eso es lo que motiva un poco la angustia de todos nosotros porque no encontramos la salida a este atolladero”.
Sarotto se muestra preocupado en cuanto a la propuesta de becas en vez de residencias pagas y que lleve a la posibilidad de que algunas especialidades queden fuera del alcance económico de los médicos que se van recibiendo “uno no quisiera volver a que la especialización, por ejemplo, de cirugía, que es muy demandante en tiempo y horario, vuelva a ser una especialización para aquellos que tienen la capacidad económica de poder hacerla. Porque la idea es que todos tengan la oportunidad de ser cirujanos cuando tienen la vocación, y quizás tengan las habilidades y las condiciones naturales para ser un gran cirujano. Y, a veces, lamentablemente, la necesidad de trabajar en un trabajo más rentable no les permite hacer una residencia. O sea, el temor es dejar afuera gente que puede ser muy capaz y que pueda hacer al futuro la medicina argentina, porque, debido a su condición económica, no pueda contener una formación como lo que brinda la residencia. Porque si hoy terminas la facultad y te subís a una ambulancia o te vas a hacer guardia, seguramente ganas cinco veces más que con la residencia".
"Lamentablemente, con un techo de conocimiento y un techo de recurso económico y científico muy bajo y desperdiciando una capacidad potencial de ser un excelente médico, ¿por qué? Porque vos no podías vivir con un millón, ¿por qué? Porque tenías que ayudar a tu madre, a tus padres o a tus hermanos o porque no te alcanza para vivir solo y bueno, son las circunstancias económicas que hacen a que la medicina vuelva a ser una carrera elitista, que solamente estudien los que tengan plata, que solamente se formen los que tienen recursos económicos y lamentablemente ahí existe el sesgo de decir, bueno, los únicos que van a llegar son los que tienen recursos económicos, van a quedar muchos, muy buenos afuera, por no tenerlos” enunció Sarotto.
“No olvidemos que la UBA tiene tres premios Nobel en Ciencias”
Más tarde, dijo: “acabo de llegar del Congreso Latinoamericano de Cirugía, llegué hace 72, la Argentina está muy bien conceptuada desde el punto de vista académico en todo el mundo. La Universidad de Buenos Aires, no nos olvidemos que es la universidad hispana más importante del mundo y tiene tres premios Nobel en Ciencias, la única universidad y facultad de medicina que tiene tres premios Nobel en Ciencias de habla hispana. O sea, que la consideración que nos tienen es muy alta. Yo voy a ser honesto, tampoco me gusta ir por el mundo contando mis miserias, trato de llevar el optimismo de una universidad que forma o que trata de formar líderes y que hoy quizás estamos pasando por una circunstancia angustiante, pero yo no pierdo la fe de que esto rápidamente se revierta. Se tiene que entender de que tener una universidad pública como la Universidad de Buenos Aires con prestigio internacional le hace bien al país, es una marca registrada, es algo tan nuestro, que es como no querer al glaciar Perito Moreno o no querer las grandes maravillas argentinas. La educación pública universitaria en Argentina, ha dejado una huella muy grande en el mundo y hoy te diría que hay referentes en todo el mundo salidos de nuestra escuela. Por esa razón creo, que esto va a entrar a una revisión rápida y nos vamos a dar cuenta que ha llegado que no podemos perder en lo que hemos ganado con tanto sacrificio durante tantos años”.
Ante el uso por parte de referentes del oficialismo nacional, del término “ñoquis” en ocasión del reclamo de los referentes del Hospital Garraham, Sarotto dijo “yo creo que, al menos desde mi humilde opinión, la sociedad no acompaña el criterio de que los médicos son ñoquis. Creo que es una visión sesgada de un espectro que hoy mira ciertos aspectos públicos como negativos, sin entender que hay cosas públicas que son imprescindibles. Y de eso, yo digo siempre, no es ser comunista, no hay que ser bolchevique para pensar que lo público es útil, porque si uno analiza los programas de salud pública desde el Obamacare en Estados Unidos, a los programas ingleses de salud pública, a los programas alemanes y bueno, los residentes cobran y cobran 10 veces más que en Argentina, los residentes trabajan menos que acá, cobran mucho más y la calidad de la prestación pública es mucho mejor en Argentina en muchos casos, que en países del primer mundo. Debemos entender que a la medicina argentina no podemos dejarla seguir cayendo, es fundamental, sería una lástima que perdamos todo lo que hemos ganado en estos años”.