Atlético Paraná empató ante Defensores de Villa Ramallo y quedó eliminado del Torneo del Interior

Atlético Paraná igualó 2-2 ante Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y quedó fuera de carrera en el Torneo del Interior de fútbol. El Decano arrancó ganando el partido por intermedio de un gol de Gustavo Romero, pero luego de desperdiciar numerosas ocasiones de gol en el primer tiempo, los bonaerenses dieron vuelta la historia en el complemento con dos conversiones de Diego Salvatierra, arribando al empate Ariel González que no alcanzó para torcer el marcador. El marcador global favoreció a los bonaerenses por 4-2. En el segundo acto el cotejo estuvo detenido ocho minutos por incidentes entre ambas parcialidades. Ahora la institución de barrio San Martín quedará marginada de la competencia nacional hasta el año 2009.

La ilusión se había encendido en el estadio Pedro Mutio cuando a los 3 minutos Gustavo Romero había abierto el marcador por intermedio de un tiro libre preciso y que había superado el esfuerzo del arquero de Defensores de Villa Ramallo. De esta manera se cumplía el objetivo de mínima que mandaba a adelantarse en el marcador lo más rápido posible y controlar las acciones a fin de elaborar una ventaja más abultada.

Ese fue el camino elegido por el equipo que dirigió hasta este miércoles Roberto Camilo Ayala: buen trato de balón en la mitad de la cancha, teniendo en Antonio Todoro al generador de las acciones más claras del dueño de casa. Pero lo negativo del buen funcionamiento del Rojiblanco pasaba por la ineficacia frente al arco rival. Entonces esa tranquilidad de los primeros minutos se fue transformando en ansiedad para buscar una mayor diferencia.

El primer tiempo se diluía con una ventaja mínima, que si bien daba para pensar en un final feliz no aseguraba nada hasta que el árbitro Ventureira señalara el final de los 90 minutos y el conjunto de nuestra ciudad cristalizara en la red todo lo bueno que había ofrecido en los primeros 45 minutos.

Durante la segunda etapa, Atlético Paraná fue otro equipo, ya sin el control del balón, dado que la visita había ajustado las marcas en la mitad de la cancha y obligaba a los locales a ensayar pelotazos sin destino y así facilitaban la tarea defensiva del conjunto Granate.

Para colmo de males, la historia se complicó con la salida por lesión de Antonio Todoro –una pubalgia- que dejó sin la usina generadora de fútbol al Gato, lo cual lo privó de crecer futbolísticamente y encontrar una ventaja que le permita soñar con la clasificación. Desde ese momento todo se tornó cuesta arriba porque Defensores de Villa Ramallo primero arribó al empate y luego conseguía una victoria impensada por su producción en el período inicial. Pero como bien se dice en el fútbol, su orden y practicidad le permitieron ser más que un dubitativo Atlético Paraná.

Cuando la serie parecía estar liquidada a favor de los bonaerenses, Ariel González estampó la igualdad definitiva a través de un certero cabezazo, pero las ilusiones de avanzar de instancia se habían despedazado en el camino. Como anécdota quedan los incidentes se produjeron en la segunda etapa a cargo de ambas parcialidades que se agredieron durante ocho minutos con intercambio de proyectiles.

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