
El hecho ocurrió en 2002 y es el segundo de estas características que le toca juzgar al Tribunal Oral Federal de Paraná en toda su historia. El caso anterior data de 1999.
En el banquillo de los acusados están sentados Pedro Marcelo Velázquez y Claudia Fabiana Ekkert, una pareja que inscribió como propio al hijo de una adolescente nacido el 26 de abril de 2002 el Hospital Sagrado Corazón de Jesús.
Andrea Quevedo estuvo unos días con su hijo y no ha vuelto a verlo desde entonces. Fue ella quien presentó la denuncia en el año 2004 en un juzgado porteño, pero luego la causa pasó a los tribunales entrerrianos e inexplicablemente quedó traspapelada en el juzgado a cargo de Mariano Martínez, en Concepción del Uruguay; y recién cobró impulso en el año 2010, a instancias de la propia joven.
Velázquez y Ekkert están imputados por los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años y la alteración de identidad del niño; mientras que al hombre también se le atribuye la falsificación de un documento público por haber inscripto al niño como su hijo. Podrían recibir penas de hasta 15 años de cárcel.
El juicio que llevan adelante los jueces Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros continuará la semana próxima y se espera la declaración de la madre del niño.
El caso
Andrea llegó a Buenos Aires siendo una adolescente, escapando del maltrato y la violencia a que era sometida por su madre en Córdoba. No sabía leer ni escribir y vivía en una situación de desamparo.
La historia que cuenta Pedro Velázquez dice que la conoció en un boliche de Constitución, en un momento en que estaba atravesando una crisis de pareja con Claudia Ekkert, que no supo en ese momento que era menor de edad y que unos meses después la adolescente le dijo que estaba esperando un hijo suyo.
Andrea, en cambio, siempre negó el vínculo biológico del niño con Velázquez.
Lo cierto es que a partir de febrero, aproximadamente, la joven terminó viviendo en la casa del padre de Velázquez, en Basavilbaso, según dijo el hombre porque no podía costear la atención médica y manutención en Buenos Aires.
Velázquez y Ekkert acompañaron a la joven en esos meses en los controles prenatales y cuando estuvo en condiciones de dar a luz la llevaron al hospital público y firmaron como responsables. Cuando los médicos advirtieron que era menor de edad ella les dijo que la pareja era unos amigos que la acompañaban en ese trance y ellos mismos se lo dijeron a la directora del hospital y a la asistente social.
Andrea dio a luz el 26 de abril y habría sido dada de alta tres días después. No consta en los registros el egreso del bebé, aunque los médicos que declararon ante el tribunal dejaron entrever que era una irregularidad corriente.
El niño fue inscripto el 2 de mayo en el Registro Civil de Basavilbaso, como hijo de Pedro Velázquez y Andrea Quevedo. Al día siguiente, la pareja y el bebé partieron nuevamente hacia Buenos Aires, según el relato de Andrea, y ella se quedó unos días más en la casa del padre del hombre. Desde entonces no ha vuelto a ver a su hijo.
Parto y fuga
Claudia Ekkert y Pedro Velázquez negaron la acusación. El hombre pretendió exculparse asegurando que inscribió al niño como su hijo porque así se lo había manifestado Andrea, la madre. Llamativamente, no dudó de lo que ella le dijo. La mujer dijo que Andrea se presentó un día en su casa con un bolsito y les dijo que si no recibían al niño lo daría en adopción o lo dejaría en una iglesia. La denuncia los encontró viviendo en la provincia de Buenos Aires.
Andrea Quevedo dijo que la pareja se había apropiado de su hijo, que el hombre le ofreció ayuda costeándole una habitación en un hotel, que cuando estaba cursando el quinto mes de embarazo la llevaron a Basavilbaso, la alojaron en la casa del padre y tras el parto la pareja se apropió de su hijo y nunca pudo establecer contacto con él. Recién en el año 2010, luego de que ambos fueron detenidos, un análisis genético demostró que el niño no era hijo de Velázquez.
"El nene siempre supo, desde los 3 años, que no era su mamá", dijo Claudia Ekkert en su declaración ante el tribunal. "Ella nunca se contactó con nosotros ni con el nene; yo siempre le dije a mi hijo que si ella quería contactarse con él, sabría cómo hacerlo", aseguró en otro tramo de su indagatoria.
Fuente: El Diario