
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza) Castrillón indicó que el Poder Judicial atraviesa “un momento donde aparecieron, a partir de distintas voces, críticas al sistema procesal penal y su funcionamiento y a la administración del Poder Judicial que quedó bajo la lupa del periodismo y el común de la gente”.
Agregó que “el STJ vive un momento crítico, donde el Poder Judicial debe transparentar lo máximo posible todo lo que se le acusa y aclarar todo lo que se le imputa” y consideró que “no quedan bien determinadas actitudes de vocales del STJ como no quedaba bien que Castrillón realizara un programa de radio en su momento”. En ese sentido, aclaró: “No todos lo interpretan así, pero personalmente considero que el Poder Judicial debe aclarar y no puede recibir cualquier tipo de imputación ni de agravio”.
En ese marco, se refirió a la solicitada donde la Asociación de Magistrados y funcionarios judiciales cuestionó las declaraciones que realizó Héctor Maya la semana pasada, y ante ello reflexionó que “al generalizar el proceso civil empieza en el Juzgado de Primera Instancia, no lo manejan nueves vocales; el proceso laboral es igual y el proceso penal nace con la actividad de la Procuración y los fiscales, por lo tanto decir que el STJ tiene la responsabilidad de la marcha de los procesos de las distintas instancias de los distintos fueros es una barbaridad”.
Y añadió que “el STJ podría llegar a tener responsabilidad de modificar determinada resolución de magistrados y funcionarios en un sentido que no es acorde al derecho o que puede ser tachado de parcialidad o de algún tipo de interés, pero mientras tanto es inobjetable desde el punto de vista de la prestación del servicio de justicia que es lo básico que debe prestar el Poder Judicial”.
Consultado por la falta de reacción ante los cuestionamientos y denuncias, Castrillón expresó que “el Poder Judicial está conformado por mucha gente que viene de carrera de muchos años, que tiene otra forma de ver la política y otra forma de entender el cumplimiento del servicio de justicia. En mi caso soy más de la forma de contestar y aclarar determinados puntos”.
Críticas a la conducción del STJ
A ese respecto, lamentó: “En la conducción del Superior Tribunal no he estado de presidente, aunque quiero estarlo porque tengo muchas posiciones distintas para la organización del Poder Judicial de la provincia de Entre Ríos; en forma conjunta con magistrados, funcionarios y empleados, de los cuales me considero en una situación horizontal”.
Desmintió ser “una de las personas más cercanas” a la presidenta del tribunal, Claudia Mizawak, y se definió como “una persona que trabaja en positivo, sin ponerle palos en la rueda, pero para nada soy la persona más cercana y para nada estoy en la decisión de muchos temas que escapan a mí, y sobre todo en el sistema penal que es lo que más critica la gente”.
Ante ello, criticó que “no se hablan ni se acuerdan ciertas posiciones” respecto de temas de importancia, como la denuncia por el cobro de sobresueldos. “En mi caso entiendo que el Poder Judicial tiene una conducción de nueve, pero en el caso de la mayoría de los restantes componentes entienden que yo tengo poder en la función jurisdiccional de la Sala Civil siempre y cuando en las decisión de las designaciones, de transformación y demás, me lo apruebe el pleno”.
Asimismo, se diferenció del resto de los vocales: “Soy distinto. Personalmente respondo enseguida pero el resto no son así, tienen otra forma de ser y no puedo modificarla. Prefieren dejar que los medios digan lo que quieran, y yo soy distinto”.
La situación de Chiara Díaz, sobresueldos y gastos reservados
Por otra parte, se refirió a la situación del vocal Carlos Chiara Díaz, acusado por la presunta desviación de viáticos y de fondos reservados “con el pretexto de dictar clases o seminarios”, además de cuestiones de índole familiar por una causa por manutención de un supuesto hijo extra matrimonial. “Con Chiara Díaz no tengo trato frecuente, pero si me dice que el nene no es suyo, no le puedo decir que se haga cargo. Chiara Díaz es grande para saber lo que tiene que hacer, y el problema es suyo”, aseveró.
En tanto, sobre la denuncia por sobresueldos, dijo que “re contra se movió el amperímetro del tribunal”. “Cómo no se va a mover el amperímetro cuando te dicen que sos ladrón, que sos chorro y que cobrás sobresueldos”, señaló Castrillón y definió que “hablar de sobresueldos, de coincidencias de fallos a favor del gobierno, significa hablar de corrupción en el Poder Judicial, de cómo incide la plata en la resolución de conflictos donde puede tener interés los funcionarios o el Estado. Eso es un golpe a la mandíbula del Poder Judicial; y la forma en que te reponés de eso es otra cosa”.
Respecto del uso de gastos reservados, Castrillón explicitó: “Nunca se aceptó una partida de gastos reservados, sino que venía figurando en los presupuestos una partida que figuraba como gastos de cortesía; que personalmente no sabía cuánto era hasta que salió en la revista ANALISIS. Yo tengo solamente viáticos y no sabía que había gastos reservados en el presupuesto”.
“Yo no manejo el presupuesto del Poder Judicial, normalmente lo manejan el contador y el presidente”, señaló el vocal, que si bien reconoció formar parte de Superintendencia aseveró que “por allí no pasan todos los temas”.
Sobre la actual situación de esos fondos, estimó que “que esos gastos no están más, se transfirió la partida a otro lado y no existen más fondos con posibilidad de rendirlos en forma genérica, sin documentación respaldatoria concreta y sin un acto administrativo previo que señale el destino”.
Explicó que “en la Superintendencia no pasa la ejecución normal del presupuesto, pasan las decisiones que no pasan a acuerdo, muchas de ellas ya cocinadas” y ejemplificó que “Superintendencia tiene tres presidentes de sala y Castrillón firma cuarto por la Sala Civil, con lo cual la incidencia de Castrillón es de cero, porque con dos firmas sale. Firman primero Carlos Chiara Díaz, Bernardo Salduna, y la presidenta Mizawak”.
“En algún momento, cuando me quejaba menos, venía para firmar primero pero ahora firmo último”, se quejó.
En ese contexto, reveló: “No estoy de acuerdo con la conducción del Poder Judicial porque considero que con el material humano que tienen los magistrados, los jueces, los funcionarios y los empleados se puede hacer mucho más; pero lamentablemente por mi forma de ser, por venir de la política, por el programa de radio y por todas las salutaciones que me han hecho en la revista ANALISIS, no puedo ser presidente” del tribunal. “Yo quiero ser presidente porque quiero demostrar que puedo hacer un Poder Judicial distinto”, definió.
Respecto de los cambios que haría en caso de ser presidente del STJ, detalló: “le daría la dinámica que necesita el sistema procesal penal, donde se gastó mucha plata y se muestra como un logro el hecho de terminar los juicios antes, abreviado y con mediación con penas muchas veces irrisorias; oralizar el proceso de familia, terminando el proyecto de Rosario Romero y oralizar el procedimiento civil y comercial para darle velocidad”.
La relación al interior del STJ
Consultado por la cuestión, el vocal indicó: “Hablamos normalmente pero es como la situación cuando hay algo en una relación que estás dudando que andan de novio con otro” y sostuvo que “la relación en el Superior Tribunal de Justicia es como la relación de los políticos departamentales que quieren el mismo cargo de legislador: todos se necesitan pero todos son hipócritas”.
Además, sobre la situación de los vocales que están en condiciones de jubilarse, definió: “Estoy totalmente de acuerdo que en el Poder Judicial si alguien no arriesga la permanencia para ser destituido y está en condiciones de jubilarse, no puede seguir. El límite del juicio político es cuando el juicio político le importa un bledo porque está en condiciones de jubilarse; ese límite infranqueable y extremista, desaparece”.
“Esto tiene que preverlo la Constitución: que destituido no se jubile o que tenga determinada edad”, aseveró. “Hay muchos que llevan muchos años de carrera que creen que son los dueños de la llave de la oficina o del escudito del Poder Judicial. Es como cuando quieren ser cinco veces legislador. Eso no le hace bien a la renovación y le haría bien un poco de aire fresco al Superior Tribunal”, sentenció.
A modo de conclusión sobre la situación de la justicia entrerriana, afirmó que “el Poder Judicial de Entre Ríos, en el cumplimiento de la función judicial es bien considerado en el país, y en la materia que corresponde a la Sala Civil y Comercial, no creo que exista un fallo sospechado de corrupción o de ventaja para una parte. En el resto formamos parte de un sistema y tendremos que hacernos cargos del sistema del que somos parte”.
Finalmente, se refirió a su situación con la política y afirmó: “Estoy retirado de la política y seguiré retirado hasta el último día de mi vida. No pienso intervenir nunca más en política, ni jubilado del Poder Judicial”.
Situación de su suegro por delitos en la dictadura
Respecto del proceso judicial en el que está involucrado su suegro, Atilio Céparo, por delitos cometidos durante la última dictadura militar, Castrillón expresó que “los hechos pasaron justo en el año que nació mi mujer, así que no tenía ni idea”. “Lo llevé al Juzgado Federal tratando de que aclare su situación y no salió más y ahora el 7 (de septiembre) es el juicio”.
Además, dijo que “él nunca me reconoció haber llevado a esa mujer a interrogatorio, lo que no quiere decir que me haya dicho la verdad” y admitió que su suegro “era chofer del Superior Tribunal por propuesta mía”.
Investigación a Urribarri por denuncias de corrupción
Consultado por el proceso investigativo que llevan adelante los fiscales Patricia Yedro y Santiago Brugo por las denuncias de corrupción contra el ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Urribarri, Castrillón explicitó que “los fiscales forman parte de magistrados y funcionarios, actuaron bien y por eso se defienden bien, pero si el procurador (Jorge García) le hubiera dicho “no actúes”, no lo hubieran hecho porque tienen una organización vertical. Es decir que el procurador ha dejado investigar al fiscal y la culpa no la tiene toda la Procuración”.
A su vez, agregó que “en la opinión pública y la prensa surgió un efecto importante con relación a la Justicia, pero si los hechos no acompañan con la información y la explosión de la investigación terminará siendo una frustración en la gente que se puede volver en contra. Porque la gente no quiere que se allane y no se encuentre nada; la gente quiere que si se robó, se devuelva la plata y se vaya preso”.
Consultado por la relación del gobierno de Gustavo Bordet con el Poder Judicial, el vocal aseguró que “pueden hacer un entrecruzamiento de teléfonos, de audiencias, de cámaras, nunca se entrometieron en la justicia Urribarri ni Bordet, por lo tanto en eso son iguales; aunque Bordet aparece como menos vulnerable ante la circunstancia actual de sospechas, denuncias y causas”.
“Urribarri no llamó nunca al Poder Judicial; (el fiscal de Estado, Julio) Rodríguez Signes no sé si llamo a algún sector, a mí no me llamó”, sentenció.
Además, reveló que “este entrecruzamiento de funcionarios entre el Ejecutivo, el Poder Judicial, la Justicia Federal, se lo fui denunciado y planteando a los legisladores en su momento, pero se hicieron los locos y no les importó”.
"Nadie sacó ninguna nota diciendo que en un concursito en una pieza se pusieron los fiscales de Concordia y que están los defensores y fiscales de los amigos, de los parientes, el sobrino de encumbrado ex vocal del Superior. Verifiquen los nombres y parentescos y se van a dar cuenta que hay un entrecruzamiento que hace lógico que las familias ejecutiva, judicial y legislativa tengan convivencia plena”, se quejó.
“Nadie dijo que en la primera implementación del Código Procesal Penal en Concordia pusieron los defensores y los procuradores a dedo, en un concursito que tomaban el doctor (Miguel) Carlín y (Arsenio) Mendoza, y donde quedaban los que ya estaban. El Consejo de la Magistratura les va a tomar concurso a los que no estaban fijos, producto de una cruzada que llevó Castrillón y por la cual hace un año y medio que no habla con el procurador Jorge García. Porque consideraba que ningún fiscal de ningún lado puede no tener acuerdo del Senado porque no está sujeto al Jurado de Enjuiciamiento, y así no tiene ninguna posibilidad de responder con su movilidad, pudiendo jugar libremente, perseguir o liberar a algunos”, estableció.