El abrazo entre Messi y Mascherano lo decía todo. Con una discreta actuación en el empate por 1-1 ante Levante, los dos argentinos festejaban con sus compañeros el tricampeonato de Barcelona. Un Barcelona que este miércoles no logró mostrar su mejor versión, pero igual le alcanzó para gritar campeón y dejar a Real Madrid sin chances, cuando todavía quedan por jugarse dos fechas de la liga española.
La quinta Liga que gana Messi y la primera de Mascherano, sirvió también para que Barcelona consiguiera su tercer festejo consecutivo en España, cosa que no pasaba desde hacía 17 años, cuando fue también el Barça el que consiguió ganar la liga, pero cuatro veces seguidas.
El comienzo del partido encontró a Barcelona como siempre, intentando ser el protagonista del juego y siendo fiel a su mandamiento número uno, que es cuidar y mantener la posesión de la pelota. Levante, agazapado, hizo un planteo inteligente, incomodando al equipo de Pep en los últimos metros y apostando al contragolpe.
Con las intenciones de cada equipo definidas, Barcelona fue el que sonrió primero con el tanto de Keita, de cabeza, a los 27 minutos. Sin embargo, el Barça se distrajo y Levante no lo perdonó. A los 40 minutos, tras un error de Piqué, Caicedo aprovechó un contragolpe e igualó el partido.
El complemento encontró a los equipos cumpliendo los mismos roles, pero apareció un actor que en la primera etapa había hecho poco: Lionel Messi. La Pulga tuvo dos destellos de genialidad, pero la suerte y la mala puntería influyeron para que no pudiera marcar.
El 1-1 final le dio tranquilidad a Barcelona, que pudo gritar campeón por tercera vez consecutiva. El próximo objetivo catalán será la Liga de Campeones de Europa, en la que jugará la final ante Manchester United, el sábado 28 de mayo, en Wembley.
En tanto, el próximo domingo, en el Camp Nou, el equipo de Messi recibirá a Deportivo y festejará en su casa el título número 21 de la liga española en toda su historia, informa Cancha llena.