El atleta santafesino Germán Chiaraviglio, subcampeón mundial juvenil en garrocha, se ilusiona con la chance olímpica. Pero dice que el viaje a Bariloche también lo entusiasma. Hace pocos días compitió en el Mundial Juvenil de Atletismo, realizado en la ciudad de Grosseto, Italia.
Se ríe Germán Chiaraviglio. Por esas cuestiones de ser un prodigio deportivo a los 17 años, en su futuro aparecen opciones tan insólitas como inesperadas: los Juegos Olímpicos o el viaje de egresados aparecen hoy como la disyuntiva para el pibe santafesino.
Porque tras el flamante subcampeonato de salto con garrocha en el Mundial juvenil de Atletismo, sube la apuesta hasta el sueño olímpico: "Voy al Iberoamericano de Huelva, donde saltando 5,55 metros clasifico a los Juegos. Es complicado, pero tengo fe. Y lo tomo sin dramas ni presiones; si no se da, me voy a Bariloche con mis amigos", le cuenta a Clarín vía telefónica.
Se adivina una enorme sonrisa después de recibir su medalla de plata en Grosseto, Italia, de las manos de Sergei Bubka.
Lo de Chiaraviglio es de las mejores apariciones en la historia del atletismo nacional. Hace un año, en Menores (Sub 18), se convirtió en el primer campeón mundial argentino de atletismo. Después alcanzó el récord mundial Sub-18 con 5,51 metros. Y el sábado se consagró con la medalla de plata en el Mundial sub 20, dando una ventaja de 3 años.
—¿Cómo es eso de llegar al podio con tanta diferencia de edad?
—Era el más chico del torneo pero decidí saltar de igual a igual. Había mucho nivel, cuatro saltadores arriba de los 5,40. El candidato, Feiling, se quedó y terminé segundo con 5,45 (venció el ruso Starodubtsev con 5,50).
—¿La idea era participar o competir?
—Mi objetivo era estar entre los cinco primeros. Por eso estoy chocho, súper conforme.
El diamante del atletismo lleva el deporte en la sangre, heredado de sus padres, grandes atletas. Ahora brilla con luz propia.
—¿Por qué garrochista?
—La sensación de ir para arriba, de volar un poco... Es la prueba más acrobática del atletismo, distinta a todas. Salto desde los 9.
—En el alto nivel, ¿qué influye para un buen salto?
—Hay varios factores y también depende mucho de cómo sopla el viento. Es una especialidad muy detallista, en cualquier descuido te llevas puesta la varilla.
—¿Sentís que hacés historia en el atletismo argentino?
—No me doy cuenta. Lo pensaré en Santa Fe, ahora festejo...
Y se ríe Chiaraviglio, disfrutando sus 17 con los pies en la tierra y cada vez más cerca del cielo.
—Entonces, ¿Atenas o Bariloche?
—Ir a los Juegos sería un sueño, pero un descanso en Bariloche no vendría nada mal, je...
Fuente: Diario Clarín.