En mayo de este año el río Paraná alcanzó, 0,46 metros en el Puerto de Santa Fe, la más baja de este año y desde 1969. Hubo varios picos en mayo de este año por debajo del medio metro, luego subió hasta superar el metro en algunos registros y este agosto marcó 0,64 en tendencia a la baja.

Más de medio siglo atrás la medición fue de 14 centímetros por debajo del cero en los registros de octubre. La bajante del río Paraná mantiene así un escenario poco común para los santafesinos en el que la laguna Setúbal muestra gran parte de su valle al descubierto por la falta de agua.

Pero en las últimas 48 horas se acentuó el problema ya que el río bajó 18 centímetros. A las cero horas del lunes la medición de la Prefectura Naval Argentina en el Puerto de Santa Fe marcó 82 centímetros, mientras que este miércoles al mediodía el hidrómetro marcó 64 centímetros.

La última marca es prácticamente igual al nivel mínimo pronosticado el viernes pasado por el Instituto Nacional del Agua (INA) en su informe sobre el río Paraná. En ese documento indicaba que este martes se esperaba un nivel mínimo de 65 centímetros, un central de 75 centímetros o uno máximo de 95 centímetros en la ciudad. Finalmente fue el mínimo.

Mientras que la tendencia del INA para el 18 de agosto es de entre 65 centímetros (mínimo) y un metro (máximo). Pero, además, en el informe el organismo nacional indica que "las conversaciones formales con los países vecinos se han mantenido, concentrando la atención en el caudal en el río Paraná y con atención a los niveles frente a las tomas de agua urbanas".

También se asegura que se está ejecutando "la descarga adicional programada desde la alta cuenca del río Paraná en Brasil" y que el pulso máximo será registrado durante esta semana.

Por último advierte que no se espera una mejora significativa de la situación de aguas bajas. "La tendencia climática al 31 de octubre próximo es desfavorable. No permite esperar una recuperación significativa en los próximos tres meses", concluye.