En el límite de los barrios Consejo y 1° de julio, la Policía Federal allanó una vivienda donde vendían droga. Era uno de los tantos puntos de venta de cocaína y marihuana en una zona caliente por el narcotráfico y las balaceras en Paraná. Dos personas fueron detenidas mientras que el principal sospechoso, que no estaba en la casa al momento de la requisa, podría ser citado por la Justicia próximamente.

Según se informó a ANÁLISIS, la investigación por narcomenudeo inició hace unos meses, instruida por el fiscal Laureano Dato. Los efectivos de la División Unidad Operartiva Federal reunieron evidencias que comprobaban las sospechas iniciales sobre la actividad delictiva en la casa ubicada sobre Pasaje Culantrillo, entre Vicente del Castillo y Pringles, que tenía un kiosco como pantalla. Se apuntaba a una pareja que vive allí, y en particular al hombre que ya había sido encontrado con droga en su poder en un procedimiento policial hace unos años.

Obtuvieron la orden de allanamiento del Juzgado de Garantías, que se cumplió en horas de la tarde noche de este jueves. En la vivienda se encontraba la mujer con otro hombre que habrí estado cumpliendo tareas para la venta de drogas a los consumidores.

Sorprendió el sistema de vigilancia que estaba instalado en la casa, con siete cámaras de seguridad y un domo que apuntaban a todo el perímetro y en el interior lo monitoreaban desde dos televisores: uno ubicado en el comedor y otro en la habitación del matrimonio. No obstante, cuando los policías federales irrumpieron en la vivienda, no alcanzaron a descartar la droga.

El resultado del allanamiento fue el secuestro de los dos televisores, de las cámaras de vigilancia con el DVR de las grabaciones, casi 300.000 pesos, unas 50 dosis de marihuana, otro tanto similar de envoltorios de de cocaína, una piedra de esta sustancia, medio ladrillo de marihuana que pesó arriba de los 600 gramos, entre otros elementos que comprometen a los acusados en el narcomenudeo.

También incautaron un revólver calibre 32 con numeración limada y nueve balas en el tambor, que estaba muy a mano para defenderse de posibles ataques. Es que en los últimos meses hubo varios episodios violentos en la zona relacionados a la disputa por la venta de drogas entre distintas bandas. De hecho, a este punto de venta se lo relaciona con el famoso "kiosco rojo" de calle 3 de febrero y Pringles, donde han ocurrido tiroteos hace un par de meses.

Las dos personas que estaban en la casa quedaron detenidas, mientras que se aguarda saber qué decisión se tomará respecto del principal sospechoso en la causa.