El ex intendente de Gualeguaychú y ex legislador, Luis Leissa, se refirió a las repercusiones y consecuencias políticas de la detención del senador nacional Edgardo Kueider (PJ-Entre Ríos) en Paraguay. También analizó el primer año de gestión de Javier Milei.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Leissa dijo que “uno ve todo esto con enorme desazón, que tengamos que atravesar estos episodios, que aun vivamos con dirigentes políticos que no saben distinguir lo que es público y lo que es privado genera, como mínimo, desconcierto y preocupación en muchos sectores. Y, por otro lado, la reafirmación de que todos somos iguales, de que no hay esperanza, y que cada uno puede refugiarse en su voluntad individual para encontrar una salida. También hay otros sectores que ven todo esto con una clara voluntad de que, por fin, algunas cosas se pongan en su lugar, genera un soplo de aire fresco en el sentido de que se revelen situaciones que, como en el caso de la condena a (Sergio) Urribarri, pongan las cosas en su lugar”.
“Hay que tomar todo esto con el cuidado del caso, pero fundamentalmente con un sentimiento de condena hacia este tipo de episodios, que no debieran suceder”, refirió.
En tanto, dijo que no le sorprendió la expulsión de Kueider del PJ provincial “porque ya había algunos pedidos”, pero consideró que “es una reacción tardía e insuficiente por el hecho de que, si a Kueider se lo sanciona con esto, no puede quedar sólo en eso la tarea de autocrítica que el justicialismo ortodoxo podría hacer. Si hay una sensibilidad para censurar todo esto de Kueider, qué se puede hacer en el caso de Cristina Kirchner y su condena”. “De nada vale decir que se sanciona aquello que parece menor y ni siquiera hacer una reflexión profunda, una autocrítica, respecto a la responsabilidad que se tiene por quienes estuvieron durante casi 20 años de gobierno, haciendo un seguidismo acrítico de lo que hizo el kirchnerismo y Cristina en particular donde el hecho de Kueider parece menor frente al nivel de latrocinio en que se incurrió durante ese tiempo”, planteó.
Sobre la renuncia de Kueider, opinó que “su mantenimiento en la Cámara de Senadores debilita enormemente desde el punto de vista moral y jurídico; en ese sentido, lo lógico sería que hubiera una decisión cuanto antes, por encima de las especulaciones, a los posibles reemplazos, y cómo quedarían las composiciones”.
Por otra parte, analizó que “acá hay una actuación individual de Kueider, y eso es lo que habrá que juzgar. De todos modos, lo que esto significa es, claramente, la punta de un iceberg mucho más profundo, porque aparece –aunque no tengamos elementos fehacientes para demostrarlo- como un hecho que no es aislado. Lo mismo sucede con el caso de Ritondo, demuestra que este tipo de episodios, en determinados segmentos de la dirigencia política, no parecen ser comportamientos aislados, sino que parecen ser comportamientos mayoritarios”.
En otro orden de temas, al hacer un balance del primer año de gestión y el futuro que se puede prever del Presidente Javier Milei, Leissa sostuvo que “un año es poco, lo que se avizora respecto a lo que se pensaba hace un año atrás, pareciera ser que, en algunos aspectos de la macroeconomía, la voluntad de mantener un equilibrio fiscal, no gastar más de lo que ingresa a las arcas públicas, la baja de la inflación son aspectos que se deben marcar. En algunos aspectos, Milei marca un rumbo y es un sinsentido volver atrás. De todos modos, hay algunas formas y comportamientos de Milei que no comparto y hay cosas muy preocupantes, como la baja de la edad para portar armas a los 18 años”. Asimismo, indicó que “está claro que hay una parte de la población que está conforme”.
“Milei ofrece aristas muy contradictorias en un marco donde esta forma de manejo político donde se privilegia más las emociones que la razón pareciera mayoritaria. Personalmente no comparto esta forma de conducirse con comportamientos tan contradictorios y espasmódicos, porque quien gobierna no sólo expone las obras, sino también determinados conceptos. Y si tenemos un Presidente que dice que el Estado debe desaparecer y que goza con la destrucción de la administración pública porque se considera un topo, tiene que llamarnos a la reflexión porque son cosas preocupantes. Pero está claro también que si la contracara para Milei es la reunión de ayer de (Sergio) Massa, (Axel) Kicillof, Cristina y Máximo Kirchner, es la cara del espanto a la cual hoy no hay ánimo de volver”, evaluó.
En este sentido, en cuanto al rol de la oposición para presentar alternativas admitió que “hay un déficit, hay culpas, omisiones, y es muy difícil enhebrar una competitividad electoral a partir de marcar comportamientos que tengan que ver con la racionalidad, la institucionalidad, el equilibrio, la firmeza, la mesura, de señalar que hay cosas que en un gobierno deben respetarse, tener en claro cuál es el rol del Estado, del sector privado como generador de empleo y riqueza que son papeles esenciales”.
“Las sociedades avanzan cuando tienen en claro principios que son rectores, como la defensa de la libertad, la igualdad social, el papel dl estado, el papel de la actividad privada, y los comportamientos de honestidad y transparencia que son básicos, porque la sociedad debe tener claro que no somos chorros si estamos en la administración pública, y que si estamos allí es para hacer las cosas que benefician a la gente y no para servirnos nosotros del cargo que ocasionalmente nos toque. Tenemos que garantizarle a la gente que, si estamos en la administración pública, tenemos en claro que hay cosas que no se deben hacer”, refirió.
En otro orden de temas, valoró el fallo de la Corte Suprema en el caso de Cecilia Goyeneche: “Es una decisión absolutamente rescatable; la sentencia que manda anular el fallo del Superior Tribual lo veo con beneplácito, se ven señalamientos que ya se advertían, la forma en que se cuestionó la manera de integrar al Ministerio Público Fisca fue claramente condenada por la Corte, eso es algo muy positivo y ojalá que esto signifique que cuanto antes se produzca la reincorporación de la procuradora anticorrupción”. “Creo que esto debe ser un severo llamado de atención para decir que estas cosas se hicieron mal y que cuanto antes haya un pronunciamiento”, concluyó.