
Costos para arriba
El presidente de la Asociación de Escuelas Públicas de Gestión Privada, Osvaldo Bodean, dijo que la actualización salarial de los docentes “repercute en los costos de los colegios”, pero aclaró que no es el único gasto que tienen. “Hay otras cuestiones que también hacen a la economía de las instituciones”, subrayó.
Bodean destacó que la economía en general ha sufrido reacomodamientos de precios y costos –la última actualización en el valor de los aranceles que perciben los colegios privados fue autorizado por el CGE a finales de 2008, con vigencia para el ciclo escolar 2009–, y citó, a modo de ejemplo, la evolución que tuvo el costo de la canasta escolar, que según la Dirección de Seguimiento de Precios, en un año se incrementó un 27 por ciento.
El dirigente apuntó que no todas las escuelas cuentan con subvención del 100 por ciento por parte del Estado para abonar los salarios docentes, de modo que urge contar con esos recursos supletorios para afrontar el pago de salarios para la totalidad de la planta de maestros.
La cuestión, sin embargo, todavía no ha sido resuelta por el gobierno, aún cuando el ciclo lectivo 2010 ya dio comienzo. “Estamos estudiando el pedido, y estamos evaluando el pedido que han hecho, pero todavía no hemos resuelto nada. Ellos no piden ningún porcentaje de aumento, sino que solicitan que se analice la posibilidad de aumentar la cuota”, dijo Patricia Todoni, directora de Educación Privada del CGE.
Cofinanciamiento
El Estado asiste financieramente a buena parte de las 441 escuelas públicas de gestión privada que hay en la provincia –confesionales y no confesionales– y lo hace a partir del denominado principio de “cofinanciamiento” vigente desde 1964.
Según ese esquema, instituciones educativas privadas deben hacerse cargo del edificio y demás costos de funcionamiento, mientras que el Estado asume la obligación de transferir aportes para el pago de la masa salarial del personal de la planta funcional. Así fue durante dos décadas, pero a principios de la década de 1990 el esquema comenzó a resquebrajarse: el Estado permitía la apertura de nuevos servicios educativos, pero no acompañaba la decisión con la transferencia de recursos para el pago de salarios.
Si bien el desfase fue superándose con los años, no se consiguió un equilibrio completo. Son varias las escuelas públicas de gestión privada que deben apelar a los recursos que obtienen mediante el cobro de arancel para abonar los salarios de cargos y horas cátedra que no tienen respaldo financiero del Estado.
Eso es lo que pretenden ahora las escuelas privadas: mejorar sus finanzas vía aumento de cuotas, un asunto que está regulado por el Estado en los institutos que tienen subvención oficial. La última actualización de cuotas que autorizó el CGE fue en diciembre de 2008 y supuso un aumento del 30 por ciento, que derivó en incrementos de entre 10 y 40 pesos sobre los valores vigentes hasta el año último.
En nivel inicial y primaria, las cuotas pasaron de 35 a 47 pesos; y en secundaria, de 52 a 68 pesos.
En las escuelas particulares, sin aporte financiero del Estado, el nivel de cuotas es sensiblemente mayor, según un relevamiento hecho por la Dirección de Estadística y Censos: para el nivel inicial hay un promedio de 226 pesos; en primaria llegan a los 400 pesos, y en secundaria, a 525 pesos.
Se reúnen los obispos con agenda única: educación
Los obispos de las tres diócesis de Entre Ríos se reunirán mañana en Paraná con un único tema casi excluyente en la agenda: la cuestión educativa.
El encuentro, que periódicamente concretan los prelados en distintos puntos de Entre Ríos, tendrá un condimento esta vez, ya que los miembros de la Iglesia Católica tienen previsto reunirse con autoridades del gobierno para analizar la marcha de la aplicación de la reforma educativa, y sobre todo los recursos que el Estado destina a los colegios privados.
La provincia de Entre Ríos está dividida en tres diócesis: Paraná, Gualeguaychú y Concordia, y al encuentro asistirán todos los responsables pastorales: Mario Maulión, arzobispo de Paraná; César Daniel Fernández, obispo auxiliar de Paraná; Estanislao Karlic, arzobispo emérito de Paraná; Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú; y Luis Collazuol, obispo de Concordia.
A finales de 2010, cuando el gobierno anunció la instrumentación de los cambios en el nivel secundario, la Iglesia hizo oír su voz y pidió prudencia, y no “apurar” la transformación, consignó El Diario.
“No podemos ir de cambio en cambio. De una reforma a la otra. Pensamos que debería tomarse 2010 para reflexionar sobre las nuevas cajas curriculares –el listado de materias, con la cantidad de horas cátedra asignadas–. A nuestro entender, 2010 debería ser el año del análisis y la transición, sin apurar los tiempos”, dijo entonces el padre José Dumoulin, delegado episcopal de Educación del Arzobispado de Paraná.
(Foto: El Diario)