
Cabe recordar que durante los procedimientos realizados por efectivos de la Prefectura Gualeguaychú, con apoyo de personal de la Prefectura de Zona Bajo Uruguay y otras dependencias de la fuerza de seguridad se procedió al secuestro de unos 15 mil pesos en billetes de 50 pesos apócrifos, un gabinete duplicador con once lectograbadoras de CD y DVD, varias PC e impresoras, CDs, DVD, teléfonos celulares, pendrive, escáner, envases con tinta de distintos colores, cámaras fotográficas, chequeras en blanco d distintos bancos, planillas del PAF, documentos de identidad en blanco, planillas varias, recibos, pagarés y otros muchos elementos relacionados con la causa.
El caso quedó ahora en manos del nuevo titular del Juzgado Federal uruguayense, el doctor Pablo Andrés Seró,
Los procesados se encuentran en libertad, tras pagar fianzas de entre 10 y 20 mil pesos.
Ir a juicio
En declaraciones a la radio Máxima, el doctor Raúl Jurado, abogado defensor de dos de los imputados por dinero falso, aseguró que sus clientes “no tienen absolutamente nada que ver” y aclaró que “la falsificación de documento privado no causa perjuicio hasta tanto no sea usado”.
“Cada defensa podrá apelar a la Cámara Federal radica en Paraná en busca de dar vuelta la resolución buscando falta de mérito o sobreseimiento, pero yo creo que no hay que apelar sino ir a juicio, porque tiene tanta exageración”, señaló el abogado defensor, al tiempo que explicó que “los documentos son todos privados y se requiere de su uso jurídico para que haya delito, de lo contrario son meros actos preparativos”. “Si vos compras un arma para matar a alguien, no hay delito hasta que no la uses. En este caso no se puede hablar siquiera de tentativa”, ejemplificó.
“La falsificación de un documento privado no causa perjuicio, en cambio el documento público sí porque se causa el perjuicio en el momento que es adulterado el documento”, agregó el letrado, reconociendo que “lo que sí es cierto y cuestionable es que se haya encontrado dinero falso que sí es un documento público, pero la falsificación tiene que tener capacidad de engaño, no tiene que ser burda”, publicó El Argentino.