Al minuto estaba adelante en el marcador el conjunto entrerriano, que estiró apenas Al minuto de juego apareció Juan Ferreyra para poner el 1 a 0 en favor del Lobo, ventaja que le permitía comenzar a manejar el trámite del encuentro con tranquilidad. A esto se sumaba que enfrente, el dueño de casa, ya sentía su descenso al Argentino B.
Todo esto se potenció cuando Ferreyra apareció nuevamente para clavar el segundo apenas pasados los 20 minutos de juego. Mejor panorama imposible para el Lobo.
Ganando, jugando con tranquilidad y con posibilidades de ir por más. Pero este equipo parece tener un chip en su cabeza que en cierto momento se para. Se planta, se “cuelga”. Y esto lo aprovechan todos los rivales, por más que vayan dos tantos abajo.
Fue 9 de Julio, hace un par de semanas fue Central Córdoba. Siempre hay uno. Y en tierras rafaelinas, cuando el panorama parecía ya un trámite aparecieron todos los errores juntos en el equipo de Losada. Cergenux que lo toma de la camiseta a Del Bono, penal que Ochoa cambia por gol, para que se vayan al descanso perdiendo sólo por la mínima.
Y la segunda etapa fue de terror para el Lobo uruguayense. Porque le empataron, le expulsaron tres jugadores y se perdió no menos de cuatro goles cantados, con sus jugadores quedando mano a mano con Galizzi y sin saber resolver.
Gómez clavó el empate a los 55’ y desde ahí, hasta el final, el partido fue un compendio de errores y locuras. Padilla, Cabral y Cergneux vieron la roja en un Gimnasia nervioso mientras que enfrente Muñoz y Del Bono también se iban expulsados.
Kloster salvó de la derrota a los uruguayenses con un par de atajadas y enfrente, sus compañeros, terminaban de armar un festival de chances desperdiciadas, de esas que no se pueden creer.
Fue empate que sirve para graficar el presente de los dos. El 9 bajando de categoría. Gimnasia, desbordado por las responsabilidades, sin saber qué rumbo hay que tomar, señala Uno.