El titular de la diócesis de Gualeguaychú indicó que en la Argentina, la Iglesia “como Conferencia Episcopal ha querido, desde 2003 y siguiendo los lineamientos de Juan Pablo II, asumir los desafíos que tenemos como quien se adentra a un océano inmenso. Y ese adentrarse no debe hacerse como quien navega a la deriva, sino sabiendo el rumbo, el horizonte que se tiene y la brújula que orienta”.
En ese contexto, Lozano señaló que el espíritu de la Iglesia “busca comprender que la humanidad de hoy enfrenta desafíos cuyas respuestas ya no están en la orilla sino que están,mar adentro y que debemos dejarnos conducir por el Espíritu”, enfatizó en diálogo con El Argentino de Gualeguaychú.
Al referirse a la relación entre los distintos credos y la vida democrática, el obispo indicó que “la sociedad es un espacio donde convivimos quienes tenemos creencias distintas y somos diversos en entender la fe; y que el sistema que tenemos de convivencia es el sistema democrático. Este sistema democrático es joven en relación a la cantidad de milenios que tiene la historia de la humanidad”.
En esa línea, argumentó: “La Iglesia existe desde hace dos mil años y en ese tiempo la vida religiosa ha estado en distintos sistemas de organización social o colectiva. En ninguno de ellos ha tenido una confusión en cuanto al lugar de cada comunidad: la religiosa y la política. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, en el mejor de los sentidos”.
Asimismo, enfatizó para la Iglesia “en América Latina es muy fuerte el rostro del pobre y la presencia del Evangelio entre ellos, por eso se formula de manera clara como una opción preferencial”. Y añadió: “Otro ejemplo, es ver en el hermano aborigen al más pobre entre los pobres y esa expresión tiene mucha vigencia en la actualidad”.
Por último, reflexionó que “los jóvenes son uno de los sectores más lastimados de la sociedad. La sociedad en la que vivimos es muy agresiva y expulsiva”. Y añadió: “Esto lo visualizo no sólo con los jóvenes sino también con los ancianos, los niños, las mujeres. Pero en los jóvenes en particular observo que existe una necesidad de ser escuchados”.