Hoy también se vivirá una jornada con temperaturas elevadas

Las altas temperaturas se tornaron agobiantes y hace ya más de 15 días que no se producen lluvias que podrían apaciguar, en forma transitoria, la “caldera” cotidiana en la que se convierte la capital entrerriana.

Alas 14.30 llegó el cálculo más alto de sensación térmica que se situó en 41.6 grados con una temperatura máxima de 36 grados.

El horario de la siesta paranaense se tornó insoportable a las 15.20 con 36.6 grados y una sensación térmica que comenzaba a disminuir, debido al descenso de la humedad. De esta manera, se ubicó en 41.3 grados.

Pese a que a las 16.30, la una sensación térmica dejó de calcularse por el organismo pronosticador nacional, la temperatura dio un nuevo salto y alcanzó los 37.8 grados.

Sin embargo, el mayor registro de temperatura llegó promediando la tarde paranaense y los valores de la ola de calor, mostraban que la ciudad se convirtió en un verdadero “horno”. A las 17.25, el SMN dio a conocer que la temperatura se situó en los 38.2 agobiantes grados.

La ola de calor no afecta únicamente a Paraná, sino que viene levantando las temperaturas máximas en todo el centro norte del país, con disminuciones temporarias.

Precauciones

La persistencia de las altas temperaturas obliga a extremar determinadas precauciones para evitar los golpes de calor. Sobre todo para proteger a los bebés y a los niños pequeños, a los ancianos mayores de 65 años y a las personas que padecen enfermedades.

Las previsiones más prácticas son: tomar mucha agua, evitar comidas
abundantes, consumir fruta y verdura, evitar las bebidas alcohólicas y las infusiones calientes, usar ropa suelta, no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos, protegerse del sol y evitar actividades en espacios cerrados sin ventilación.

Además, el Ministerio de Salud recomienda en estos casos dar el pecho con más frecuencia a los lactantes. Y a los niños pequeños hacerlos beber agua fresca, mantenerlos en lugares frescos y ventilados, ducharlos y mojarles el cuerpo. Para el resto de la población, el consejo es que si una persona siente mareos o se desvanece, debe ser acostada en un lugar fresco y bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes o muy dulces. Colocarle agua fría en sus muñecas también proporciona alivio.

Si la temperatura corporal aumenta, es necesario sacar la ropa de la persona afectada, pasarle una esponja mojada en la cara y, en lo posible, bañarlo con agua helada. También es útil utilizar paños fríos y bolsas de hielo en la cabeza, consignó El once.

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