La estrategia de los abogados que defienden al Estado argentino será plantear las consecuencias sobre todo el sistema financiero de sostener los fallos de primera instancia del juez de Nueva York Thomas Griesa y de segunda instancia a favor de los fondos buitre.
En esos fallos, se obliga al país a Argentina a pagar al contado 1.330 millones de dólares que reclaman Elliot y el resto de los fondos.
Los negociadores argentinos, enrolados en la Unidad de Renegociación de la Deuda -que maneja el exministro de Economía Hernán Lorenzino- creen que la cita del 21 de abril, en Washington, será la última oportunidad para convencer al máximo tribunal de Estados Unidos de tratar el caso.
Pero si finalmente la Corte norteamericana no aceptara la posición argentina, la Casa Rosada tendrá algunos meses para encarar una negociación con algunos fondos buitre.
De tener que recurrir a esta última iniciativa, la intención es pagarles a los fondos buitre con dineros públicos a través de terceros, que serían dos "fondos amigos" de la Argentina: el Gramercy y el Fintech.
Esos fondos le ofrecerían Singer comprarle su deuda en default al contado, con dinero que aportarían los propios bonistas que accedieron al canje, publicó Ámbito Financiero.