Esta edición del Salón Municipal de Poemas Ilustrados será una edición sin la participación de poetas. Así lo resolvió y lo dio a conocer la Secretaría de Cultura de la Comuna, que de este modo, con notable retraso, lanzó al menos dos de los tradicionales salones: plástica y poemas ilustrados.
De antemano se conocía la poca disposición existente para sostener una iniciativa de casi 30 años de historia. La verdad es que en el Palacio Municipal, de movida, no había gran ánimo para incluir la propuesta en el presupuesto correspondiente a este año, sin embargo el entonces Secretario de Cultura, Alfredo Ibarrola, consiguió finalmente que se contemplen los costos organizativos de los Salones Municipales y en números la actividad fue incluida en la inversión anual de la Comuna; indica Entre Ríos Ahora.
Sin embargo pasó agosto y pasó también septiembre sin novedades de ningún tipo e incluso desde este sitio se advirtió sobre la omisión de información u organización al respecto. En los primeros días de octubre, finalmente, se realizaron las dos convocatorias mencionadas, una de ellas con una polémica inserta en el inicio mismo del proceso.
En el artículo 2 de la convocatoria se lee: “Este año se establece como único Apartado la Fotografía. El tema de las obras será el poema “Fui al río” del poeta entrerriano Juan L. Ortiz, el cual se plantea como uno de los elementos del poema ilustrado. El otro elemento será la creación fotográfica que cada artista realice del mismo. En la edición 2013 del Salón de Poema Ilustrado Una sola mirada Apartado Fotografía se ha optado por la inmediatez del registro fotográfico. Partiendo de los versos de este poema, los fotógrafos podrán representar la totalidad del poema, fragmentos o versos sueltos”.
Es decir, los organizadores toman un clásico de Juanele estampado en la memoria de buena parte de los paranaenses y a partir de esa obra se lanza la propuesta. De este modo, al mismo tiempo, eliminaron de raíz la participación de los poetas locales, instalando el gran poema de Ortiz y punto. “Originalmente este salón fue pensado como una expresión conjunta entre un poeta y un realizador visual y el producto era la conjunción de ambas disciplinas sin que una prevalezca sobre la otra. Ahora hay que tomar tres o cuatro versos de ese poema y sacarle una foto al río”, analizaba un poeta molesto por sentirse excluido de una iniciativa que hasta hace nada más que un año tenía otro sentido.