Hugo Remedi
Patética y contradictoria la Argentina de estos últimos días. Mientras el país llora las consecuencias dramáticas vividas como consecuencia de los vandálicos hechos acontecidos producto de la intifada policial, una presidenta, la de todos y todas, convaleciente aún, se sube a un escenario a dictar una nueva edición de la cátedra de conspiración contra el gobierno nacional y popular, y termina bailando por sobre la sangre aún tibia de los 14 muertos de la política modelo 2013.
Ni siquiera la recordación de los 30 años de democracia justifica tamaño desprecio por la vida, en absoluto. Bien hubiese podido la titular de la primera magistratura nacional, haber participado del hecho institucional y evitar una fiesta en medio de una sala de sepelios colectivo.
Todo en medio de una década ganada.
Los policías se sublevaron y ganaron la pulseada: todos los gobernadores desesperados salieron a tapar los conflictos con promesas de plata de dudoso origen. En realidad salieron a ganar tiempo hasta que la Nación o alguna herramienta financiera les permita zafar diciembre y pastorear el conflicto con una sociedad trabajadora más distendida por los vahos de las fiestas y la mansedumbre que generan las vacaciones. Sobre esa estrategia dibujan los gobiernos, sobre todo los provinciales.
El estallido social no finalizó, sólo se estableció una implícita pausa, cautelosamente peligrosa, entre las partes.
Jamás puede afirmar el gobierno nacional que el tema policial es una incumbencia provincial, cuando bien es sabido que los gobernadores son humillados rehenes de las decisiones K. Entre Ríos, una provincia cobijada por los favores de la escudería kirchnerista, de 100 pesos que usa, sólo genera como recurso genuino 27; el resto lo pone Nación. En Salta, por ejemplo, es aún peor: de cada 100 pesos la provincia sólo pone el 5%. Queda claro entonces que la dependencia de los pomposamente llamados gobiernos provinciales federales queda reducida a un eufemismo miserable.
(Más información en la edición 998 de ANALISIS del 19 de diciembre de 2013)