Por Víctor González (*)
No fue fácil instalar una forma de comunicar que devenía de la demanda de entonces.Establecer un idea y vuelta constante con el receptor era un objetivo visto con extrañeza y con mucho recelo; las radios de Amplitud Modulada comenzaban a abrir el mensaje directo y cotidiano con la difusión de la palabra del oyente; las radios de Frecuencia Modulada comenzaron a mezclar la música con el lenguaje directo y los programas periodísticos fueron ganando terreno. Del mismo modo, los diarios y la televisión, la irrupción de la TV por cable y las nuevas tecnologías fueron modificando las pautas. Esto ya lo sabemos, pero jamás pensamos que íbamos a llegar a cambios tan profundos como los de la relación con los hechos que buscamos comunicar.
Hacia mediados de los ´90 se incorporaron las nuevas tecnologías que ya venían asomando: los medios digitales a través de internet. Esto constituyó -sin duda alguna- un cambio de paradigma en el trabajo cotidiano en los medios de comunicación y también en el receptor. La facilidad para obtener datos o informaciones que se fue logrando con la aparición de las páginas de noticias hizo que -en muchos casos- desapareciera la búsqueda de la información de primera mano, aquella que se obtenía por las "fuentes consultadas" o bien por los medios tradicionales que suministraban las gloriosas "gacetillas de prensa" o los voceros de distintas reparticiones públicas.
No puedo entender cómo se pudoperder aquella relación que había entre el periodista y sus habituales fuentes sólo porque internet permitió la irrupción de nuevas maneras de informar. En realidad aggiornarse generó nuevos parámetros - no es intención juzgar aquí si fue para bien o para mal-, pero la actualidad nos marca muchas diferencias entre aquellos comienzos de utopías y charlas interminables con nuestras fuentes de información, a esta época, donde solo un “click” permite indagar, conocer y comunicar.
(Más información en la edición gráfica número 1040 de ANALISIS del 2 de junio de 2016)