(*) Por Soledad Escoubué

Trabajadores, personas que reciben tratamiento en la institución y sus familiares, se encuentran de esta manera en un espacio diferente. También en otro rol, ya no con las “etiquetas” de todos los días, sino más bien como personas que tienen ganas de compartir algo con esos otros que forman parte de la institución, y que se constituyen mutuamente. El Hospital se viste de fiesta. Banderines, globos, guirnaldas, luces, mesas y escenarios, intentan dejar atrás la fachada que convive cada día.

Esa imagen de la Institución que muchas veces agobia, por un día es revertida por la música, por la gente que llega, por la alegría que se hace sentir. Esta fiesta ha logrado instalarse en el marco de pensarla como un espacio más que posibilita al lazo social.

Es un día propicio para que los usuarios del Hospital se encuentren con sus familiares - es importante subrayar que ese día se espera especialmente a familiares y amigos de ciudadanos internados que habitualmente no ven- y compartir con sus compañeros un día distinto. Pero también, para que trabajadores y todos aquellos que circulan por la institución, tengan un espacio que relacione la lógica de lo festivo y lo lúdico. Todos atraídos por las risas y el buen humor que se vive.

Operativo Fiesta
Con gran esfuerzo distintos sectores del Hospital trabajan y colaboran para que esta fiesta sea posible. Las primeras acciones a llevar a cabo se desenlazan solas, los aires de verano y las vidrieras navideñas son anuncios de que es hora de reunirse a pensar la fiesta del Hospital también.

“En la organización de la fiesta de la salud mental no hay encargados fijos, sólo voluntarios que sabemos que se acerca la fecha de la fiesta, a partir de ahí se piensan ideas entre todos, y nos largamos a trabajar”, cuenta Alejandra Sánchez, jefa de la División Enfermería. También hace referencia a que los recursos para llevar adelante el evento son posibles gracias a las colaboraciones de gente del Hospital y también se reciben ayuda de personas, comercios, organizaciones e instituciones de la ciudad en general.

“Es todo a pulmón, necesitamos la colaboración de todos, pero vale la pena porque venir a la fiesta es maravilloso, son horas que disfrutamos muchísimo y se conoce otra cosa del Hospital, salís de la rutina” agrega Sánchez.

Este año comenzaron los preparativos. Las reuniones previas para distribuir tareas entre quienes quieran colaborar son el primer paso. La idea consiste en una cena para todos los que estén presentes, música, baile, karaoke. Se prevé una jornada con muchos espectáculos y la presentación de las actividades realizadas en los distintos talleres durante el año. También se anuncia que ese día se espera la presencia de invitados e invitadas especiales que serán más que bienvenidos; y como si fuera poco, se siguen sumando ideas y propuestas. Muchos saben que esto demanda tiempo por fuera de su trabajo, pero afirman que no hay marcha atrás.

“Es imposible no hacerla. Hay pacientes que todo el año están preguntando por la fiesta: cuándo, qué día va a ser, qué vamos a comer, si va a venir Papá Noel, y yo creo que es algo que le debemos también, es un compromiso el festejar con ellos. Pensamos que todos deberíamos tener la oportunidad de terminar el año de manera diferente, y lo que hacemos es dar la posibilidad a los pacientes de concretar eso, de compartir entre todos”, manifestó Emilia Oroño, psicóloga de la Residencia Interdiciplinaria en Salud Mental (RISAM).

Quien también cuenta que la importancia de la fiesta radica en pensar que son personas que nunca festejan los cumpleaños, que no reciben regalos, y que sus vidas son muy monótonas. La fiesta es una manera de intervenir en esa rutina.

“Un Papá Noel distinto al de las películas se ha hecho presente en el Hospital. Uno que no consigue los regalos mágicamente sino que los camina, los transpira, los pide negocio por negocio. Uno que no trae regalos a chicos, sino a personas adultas con sueños de niños, y que el regalo más grande que acerca es la esperanza, de que más allá del cansancio de todo un año de lucha y sacrificio, queda resto para pensarnos juntos, haciendo algo por todos”, agregó Oroño.

Sin embargo, también es diferente, porque es mujer, le dicen Delia y trabaja en el Hospital Escuela de Salud Mental. Muchas de las áreas del Hospital aportan su grano de arena. En el sector cocina por ejemplo se trabajan horas extras para terminar sus obras culinarias a tiempo, para que sea posible comida fresca y para todos. Además el sector administración también colabora con recursos.

“Desde la institución se aporta lo que podemos, algo de comida, jugos y también dinero para la música” cuenta Viviana Alles, administradora del establecimiento. Y destaca que es una fiesta importante “Porque los pacientes ese día tienen ‘su día’, y la felicidad que ellos tienen en esos momentos no se compara con ningún otra cosa”.

Desde la gestión de la institución se apoya firmemente a este tipo de actividades. Se sabe que una fiesta no solucionará las problemáticas que durante el año se presentan en el Hospital. Pero se cree firmemente en el trabajo de lo micro, en el pensar que con pequeñas acciones se pueden cambiar grandes estructuras, que derrumbando rutinas, espantando soledades, aunque sea por un día, se puede brindar felicidades inmensas a quienes más las necesitan.

Invitación a participar y colaborar
Como un modo de celebrar el Fin de Año y el Día de la Salud mental, el Hospital Escuela de Salud Mental invita a toda la comunidad a participar de los festejos preparados para el miércoles 21 de diciembre a partir de las 18.30. Se recuerda que gracias al trabajo conjunto de todos los integrantes de la comunidad hospitalaria y a donaciones recibidas de colaboradores, organizaciones y comercios de la ciudad se han podidos realizar las fiestas anteriores. Por eso, este año se espera con muchas expectativas la ayuda de todos los que quieran sumarse a colaborar, sabiendo que este tipo de eventos solo es posible pensando en la solidaridad de todos. Se aceptan ayudas de todo tipo: cosas dulces y bebidas, música, y sobre todo regalos (la idea es conseguir cosas pequeñas, pero muchas para que todos puedan llevarse algo) para distribuir ese día entre los presentes. Y cualquier otra ayuda es bien recibida.

(*) Concurrente del Área de Comunicación del Hospital Escuela de Salud Mental.