
Lo peor que le podía pasar a Sionista era arrancar el partido con serias deficiencias, desconcentraciones y un juego desequilibrado. Desde ya era regalarle opciones a un equipo que si se siente cómodo es muy complicado. ¿Qué pasó? El Centro hizo lo que no debía hacer y la pasó mal en el primer chico.
La intención era defender fuerte, mostrarse bien agrupado y trabajar con paciencia en ofensiva para sacar rédito de las mejores opciones. Nada de eso sucedió, sino todo lo contrario.
Atrás no solamente estuvo desatento sino que no supo como controlar la intensidad de su adversario. Olímpico tuvo ganas y mostró los dientes, en este marco, Sionista tuvo muchos problemas para custodiar su canasto, fundamentalmente no estuvo firme en el juego aéreo. Le tomaron varios rebotes en ofensiva, regalando segundas opciones. Así el local tomó la primera ventaja de la noche, que fue de 19 a 9.
El local trabajó mejor en equipo e individualmente tuvo a Pellot Rosa como un jugador desequilibrante. De repente, los bandeños se fueron 23 a 9 ante un Sionista totalmente dormido, consigna El Diario.
El problema grande estuvo atrás, aunque anotar adelante también fue todo un desafío. Sionista estuvo muy desprolijo, no supo como funcionar y por eso le costó mucho poder convertir. Así como en equipo no supo qué hacer, individualmente las producciones fueron muy bajas. La falta de creatividad y de confianza se notó al momento de aportar soluciones.
El DT Sebastián Svetliza movió el banco y busco alternativas de cambio, pero en si sus dirigidos mostraron poco y nada. Olímpico fue más en todo sentido y siguió estirando la ventaja, tal es así que sacó una interesante luz de 29 a 11.
En sí, los orientados por Facundo Muller no hicieron un trabajo de alto vuelo, pero sí supieron aprovechar los “regalos” que le ofreció el oponente. Los santiagueños en sí tuvieron un goleo repartido, a Sionista, en cambio, todo le costó. Algo de Phillip y un buen tramo de Goldenberg se destacaron en un andar muy pobre. De repente, el local se fue 39 a 20, la máxima. Sobre el final de la primera mitad, una leve reacción acercó al Centro Juventud (41-31).
Segundo tiempo
Aquel despertar en el cierre de la primera mitad le dio ánimo a la visita y desnudó problema en el local. El partido cambió radicalmente y pasó a ser más parejo. Olímpico perdió la brújula y Sionista empezó a animarse.
En este sentido, Dagoberto Peña fue el hombre a destacar. El dominicano aportó puntos importantes y así el Centro se acercó. Primero 43 a 35 y al ratito 48 a 42. Eso sí, el mejorar atrás no tuvo los mismos resultados que adelante. Sionista siguió con los mismos inconvenientes para anotar y así la remontada no fue absoluta. Olímpico cayó en un pozo del cual le costó salir, igual, se las ingenió como para no caer mas bajo. Se sostuvo al frente y entró al último cuarto con una buena ventaja.
Al último segmento entraron 55 a 46. El local ingresó con la presión de no fallar, la visita con la necesidad de mejorar. A esa altura, el encuentro ganó emoción no por el nivel de juego de ambos equipos, sino en saber quien de los dos podía alcanzar lo pretendido.
Ciclista Olímpico entró mejor y con un par de triples se fue 60 a 46, dejándolo a Sionista en un lugar muy incómodo. No solamente fue el tratar de jugar bien en equipo, algo que no lo hizo en toda la noche, sino también revertir el resultado adverso.
De repente se volvió a quedar a un dígito, 63 a 54 a seis minutos de la chicharra. Desde ya que Sionista buscó ilusionarse, aunque nunca estuvo firme como para mostrar más. Muchos errores, más pérdidas y desconcentraciones defensivas no permitieron lograr el cambio. Olímpico, con poco fue más y logró cerrar a su favor.