Por José Federico Mastaglia (*)

Hola Martín, ¿Cómo estás? Espero que bien; ¿me permitís comentarte algo? Espero no lo tomes para mal. Vi una publicación que compartiste en donde se expresa “querer una Universidad pública donde no se adoctrine, donde no se robe, donde no se nombren ñoquis y donde paguen los extranjeros”.

Dejame comentarte, es muy desacertado hablar de adoctrinamiento en las Universidades Nacionales. Por contrario, en el ámbito académico existe lo que se conoce como “Libertad de Cátedra”, es decir, podes asistir a clases con el profesor que elijas (por las razones que sean) dentro de un abanico de posibilidades.

Cada profesor puede tener una orientación (todos las tenemos, es innegable), pero es acompañado por un equipo de profesores adjuntos que pueden o no coincidir con la misma orientación (en todo, o en parte).

Incluso dentro de las mismas Cátedras existe libertad de estudiar los temas en base a los autores que el mismo alumno elija. Por supuesto te van a indicar autores de referencia, pero en general vas a tener que proveerte de un panorama amplio, de todas las teorías y opiniones aplicables en los temas para rendir los exámenes.

Respecto a “Robos”, supongo que te referís a delitos contra la administración pública. En lo que pude apreciar desde mi experiencia en el tránsito por la Universidad es difícil confirmar que hayan sucedido hechos o actos de ése estilo. Lo digo incluso habiendo transcurrido mi vida de estudiante con un gobierno universitario del cual no era precisamente afín políticamente de mi gusto.

Tal vez no lo sepas, pero en las universidades públicas existe el “Cogobierno”, es decir, se administran bajo la estructura de organismos en los que participan representantes de toda la comunidad universitaria, desde profesores, a estudiantes, graduados, investigadores, como así también existen representantes de los “no docentes”. Personal administrativo, técnico y hasta ordenanzas o personal de maestranza, pueden ser representantes de su claustro. Existen elecciones y hay incluso, representación de las minorías.

Por eso es más fácil el control y el manejo de los recursos es más claro. Aparte de ello, las Universidades Nacionales son controladas en la gestión del gasto y las inversiones, a través de la Sindicatura General de la Nación y la Auditoría General de la Nación.

Por supuesto, en todos estos aspectos que te voy comentando, no todo es tan idílico, ni un camino de rosas. Como expresa el dicho: “en todos los lugares, se cuecen habas” y no es la excepción en el ambiente universitario, pero no en el extremo de la publicación que compartiste.

En lo que respecta a los extranjeros, la mayoría de los estudiantes de otros países que vienen a estudiar a la Argentina, lo hacen en base a convenios de intercambios con Universidades extranjeras. Por eso, ¿por qué se le cobraría un arancel si permiten que alumnos argentinos se especialicen en otros países? Por otro lado, los alumnos extranjeros que estudian sin convenio de intercambio, en la gran mayoría de los casos, terminan tramitando la ciudadanía argentina y ejerciendo la profesión en nuestro país, pagando los tributos e impuestos como cualquier ciudadano más (o como la mayoría). Los estudiantes extranjeros que regresan a sus países de origen, te aseguro, es un porcentaje muy ínfimo por lo que no podríamos financiar ni un 1% del presupuesto universitario cobrándoles un arancel.

Volviendo al punto de las especializaciones a través intercambio con otros países, sabés quién obtuvo especializaciones de ése modo? Un tal René Favaloro.

Por lo de los ñoquis, ¿Qué te puedo decir? En todos lados hay gente que trabaja mucho, y hay otros, un puñado, que trabajan menos. Vos de eso sabés un poco, tenés algunos ejemplos cercanos en tu repartición.

Saludos Martín. Deseo, que a pesar de la edad, tengas la oportunidad de intentar la experiencia de cursar una carrera en la Universidad.

Recuerdo que cuando terminaste la secundaria a través de un Programa Nacional gratuito que implementó la gestión de Cristina y se ejecutó acá, por medio de un convenio con el Consejo de Educación, me dijiste que querías estudiar para abogado.

Ojalá lo puedas concretar. Nuestro país, ofrece infinitas posibilidades. Hay que saber valorarlas.

(*) Egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Nacional del Litoral.