
Ricardo Grazia, secretario de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) y presidente del Centro de Investigaciones de la Producción de Agricultura Familiar (CIPAF) de INTA.
El secretario de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) y presidente del Centro de Investigaciones de la Producción de Agricultura Familiar (CIPAF) de INTA, Ricardo Garzia, habló de la situación del sector agropecuario y lamentó las medidas del gobierno nacional.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza 94.7), Garzia señaló que en el agro “hay un enorme descontento, sobre todo porque la parte que corresponde a la Pampa Húmeda que hace soja, trigo, maíz, estaba esperando que no se cumpla la vuelta del decreto de retenciones, que es del 33% en soja, pero era algo que ya había dicho el Presidente”.
“Hay que recordar que Argentina tiene productores de mucha escala, distancia al puerto, lugares geográficos, y la Mesa de Enlace tiene una representación fuerte solamente en Pampa Húmeda, y a esos productores que hacen ese tipo de cultivos les cayó muy mal la noticia de que se volvía al 33% de retenciones, y ya hay un amague de que va a suceder lo mismo con el trigo. Esto significa que dejan unos meses en pos cosecha, para que se liquide todo, y después vuelven a un nivel de retenciones más alto”, explicitó el dirigente, quien consideró que “tenemos un Presidente extorsivo y no se puede decir otra cosa de la medida, es extorsiva, con lo cual hay un incumplimiento de las promesas preelectorales por parte del Presidente y también hay, por parte de esa dirigencia agropecuaria, demasiada ingenuidad”.
En este marco, planteó que en los reclamos por falta de rentabilidad “hay un trasfondo político y partidario. Hay mucha gente del sector agropecuario de la Pampa Húmeda y de la soja que apoyaron electoralmente a este gobierno y hoy cuesta mucho el reconocer un error, o reconocer que no se estuvo a la altura de las circunstancias a la hora de plantear apoyos políticos previos a las elecciones. Los productores de soja deberían haber sido mucho más enérgicos planteando dónde nos vamos a parar, cómo vamos a sembrar, cuál va a ser el nivel de retenciones y también que el Presidente, prelectoralmente mintió respecto de este tema porque dijo que las retenciones son un desastre, que van en contra del desarrollo, del crecimiento y de los ingresos de la Argentina, pero hoy las mantiene. En ese punto desde los dos lugares, uno peca de ingenuidad y otro mintió en su propuesta para el sector”.
Por otra parte, Grazia recordó que el sector que representa “no tiene que ver con la Mesa de Enlace, sino que tiene que ver con la Mesa Agroalimentaria Argentina donde hay productores de yerba, vides, frutos, hortalizas, olivos, ganado menor, que estamos en otro lugar y tenemos una postura de reclamo de política agraria completamente diferente a la Mesa de Enlace, y que tampoco se está atendiendo sino que más bien se está atacando con la eliminación del INTA y de los fondos fiduciarios para pequeños y medianos productores”.
En tal sentido, especificó que su sector “tiene la mirada de sostener el arraigo en el interior, de que la Argentina tenga productores en todas las provincias, y ahí también hay un ataque a la rentabilidad por una causa peor que las retenciones, que es la apertura indiscriminada de importaciones”. “En nuestra organización tenemos productores citrícolas, yerbateros, lácteos o vitivinícolas que ven leche del Uruguay, vino chileno, limones griegos o carne de cerdo de Brasil, todo lo cual está destrozando las economías regionales. Y algunos productores se están sosteniendo en el territorio gracias a que existe este tipo de modelos cooperativos que tratan de morigerar o paliar la falta de rentabilidad, porque cuando entra un limón de otro país, con otro régimen impositivo, sanitario y comercial, sin ningún tipo de defensa nacional de la producción, los productores se empiezan a caer. No quiero ser catastrófico en el diagnóstico, pero estamos muy cerca de hablar de gran parte de la destrucción del entramado productivo profundo que tiene la República Argentina. Por eso, no queremos las retenciones, pero más que reclamar retenciones sí o retenciones no, lo que necesitamos es una política agropecuaria integral que sostenga a los productores en el territorio, que sostenga a las familias y que sostenga el concepto de empresas cooperativas”, describió.
En ese contexto, lamentó: “Yo presido el Centro de Investigaciones de la Producción de Agricultura Familiar (CIPAF), que es uno de los seis centros de investigaciones que tiene el INTA, y hoy –con la aplicación del decreto y las facultades que le dio al Presidente el DNU que venció antes de anoche- está en una reconfiguración para transformarlo en nada. La reconfiguración del INTA le quita toda la participación colegiada como son las organizaciones de productores, las Universidades, el empresariado entrerriano. Todo ese cuerpo colegiado y consultivo desaparece. También van a desaparecer las agencias de extensión rural, y aun así el gobierno dice que va a llegar a los territorios, pero no se entiende cómo lo va a hacer; se pierde completamente la injerencia del consejo directivo del INTA que estaba formado por las universidades de agricultura, de veterinaria y los cuatro miembros de la Mesa de Enlace, que pierde todas sus características y su aporte que era federal. Hoy ya es una realidad que el INTA estará manejado por un presidente que es Nicolás Bronzovich con la figura de secretario de Estado, y cada gobierno va a cambiar a ese presidente y todas las líneas políticas de investigación y desarrollo que llevaban muchos años corren riesgo, al igual que la cuestión presupuestaria estará atada a las decisiones de esa persona”.
Agregó que “otra cuestión grave de esta reestructuración es la venta de los bienes de INTA, porque si no tiene sus campos, sus edificios, sus vehículos, no tiene más razón de ser, y creo que ahí puede estar el trasfondo de la pretensión del gobierno de reducir el INTA a su mínima expresión, y no sé con qué vamos a hacer desarrollo agropecuario los argentinos, dónde vamos a planificar nuestro desarrollo agropecuario. Acá hay una cuestión que atraviesa al tema, que es la soberanía. No vamos a tener más la herramienta para hacer soberanía en lo que investigamos, lo que producimos, en lo que sostenemos los productores en el territorio. Yo veo esto del INTA, que es más estructural y mucho más potente, como una cuestión mucho más grave que la de retenciones”.
Reiteró que el estado de ánimo de los productores en este contexto “es pésimo”. “El ánimo del sector es pésimo; los que confiaron en la bonhomía de este gobierno y que creyeron que iba a hacer cosas buenas para el sector, fue la Mesa de Enlace, mientras que la Mesa Agroalimentaria Argentina siempre puso sus reparos. Pero el desastre es tan grande que estas medidas afectan a todos los productores: a los grandes, los chicos, los medianos, los familiares, y hasta a aquellos relacionados con los movimientos campesinos de los bordes de la Argentina. Acá estamos frente a una cuestión donde muchos productores pequeños y medianos de la provincia de Entre Ríos van a desaparecer, no vamos a tener mas un soporte técnico y vamos a quedar en manos de muy pocas empresas en la Pampa húmeda, y el entramado productivo de gran cantidad de producciones que hacemos los argentinos se va a perder. Por eso en cuanto al ánimo, es el peor de los momentos”, alertó.
Por último, aseveró que “si el Estado se retira de todas estas cuestiones los que ganan son cuatro o cinco tipos con billeteras muy grandes. Y ya hemos visto, que cuando los amigos del poder entran a manejar la tierra, no lo hacen con un criterio sustentable ni de desarrollo. Eso es lo que va a pasar, habrá más concentración, y en este punto hubo muchos gobernadores y legisladores nacionales ingenuos que le dieron las facultades de la Ley Bases al Presidente Milei y hoy están sufriendo las consecuencias y se están retirando tratando de parar. Y son responsables de que no tengamos más INTA, no tengamos más desarrollo rural ni soberanía agroalimentaria”. “En este escenario y en esta coyuntura no imaginamos un futuro positivo para el sector agropecuario ni para las personas que viven y trabajan en el sector”, concluyó.