Por Darío Dayub (*)
Quienes militamos el ambientalismo soñamos con un mundo en el que podamos vivir en armonía con la naturaleza a la que pertenecemos; con alimentos que respeten la vida, en cantidad suficiente, a precio accesible para todos y libres de esta contaminacion insoportable, entre otras cosas. Ese sueño nos ayuda a marchar y a resistir estos tiempos distópico.
Pero en el "mientras tanto" no podemos condenar a generaciónes enteras al exterminio bajo la promesa de lograr aquel sueño; no solo porque la indiferencia atenta contra nuestras principales banderas, sino también porque la inacción acelera los tiempos haciendo más difícil aún el alcanzarlo.
No creo en militar haciendo solo política gremial (salvo en un gremio) "batiendo el parche" exigiendole a otros ajenos las medidas indispensables y urgentes que se requieren; si bien es una posición tentadora, que deja del "lado bueno de la vida" y exime de toda crítica, la historia no perdona la inacción política en el tiempo que toca. Brego en ésta materia por ser también partícipes de medidas concretas que contemplen no solo al futuro sino también al presente, sustentables en lo ambiental pero también en lo socioeconómico; porque sin ambiente no hay producción y sin produccion masiva no hay alimentos accesibles ni recursos económicos suficientes para todo lo cotidiano que nos rodea, y menos aún para lo que también deseamos. Esta lucha actual y propósitiva no es "gratuita", claro está, termina con la asepsia y expone a la crítica, pero hay que asumirla con la grandeza que el tema impone.
En ese contexto necesitamos Un "SELLO VERDE" para Entre Rios, que nos permita estar a la altura de los Estados que llevan la delantera en esta lucha por al menos una mejor calidad de vida, sin renuncia alguna.
Un Sello Verde para Entre Ríos nos permitiría, a la vez que mejoramos nuestra calidad ambiental, una mejor inserción en mercados como el europeo que a partir de éste año no permite el ingreso de algunos productos provenientes por ej. de la deforestación, o en los que se utilicen determinados químicos, etc. por mencionar solo un par. Un ganar para todos, permitiendo estar a la altura de los tiempos, dejando de ser el basurero del mundo que hace lo que nadie ya permite, con productos de una calidad tal que posibilitara reducir drásticamente el alarmante pasivo ambiental que tenemos mientras aumentan las exportaciones y, con ellas, los ingresos de una provincia carente de todo.
Los "Sellos Sustentables" son la forma en que los Estados han logrado tener alguna injerencia positiva en el direccionamiento de un mercado que en plena libertad lo atropellaria todo. Un modo inteligente de establecer recompensas para quienes cumplan con los distintos requerimientos que en cada salto de calidad o apertura de mercados el sello tenga. El Estado, por el que siempre se brego, que fomenta, promueve, apoya, guía, auxilia, etc. al sector productivo hoy encuentra su expresión en institutos como el de los "Sellos Sustentables". Un "Sello Verde" para Entre Ríos le dará entonces a quien lo porte pingües ventajas, con cuya inercia irá dejando en el camino a quiénes se aferren a las viejas prácticas; transformando esas ventajas individuales en colectivas.
Esta propuesta es compleja e interdisciplinaria pero posible de realizar con la gente adecuada; y requiere de una gestión que aspire al Estado Moderno referido, con visión de futuro e inteligente, que sin atropellos sepa persuadir y concretar los beneficios que conlleva el cumplir con las exigencias ambientales que un Sello Verde provincial de calidad requiere.En un cambio cultural indispensable y en beneficio de todos.
En épocas preelectorales de mayor simpatía y amplitud al diálogo el (hoy) gobernador nos escuchó entusiasta; licuandose todo luego en otros intereses...en otros sujetos, quizás con la legítima preocupacion de asegurarse un próximo triunfo electoral, subiendo al barco a impensados en aquellas épocas.
Épocas de las que aún aguardamos deseosos su regreso, pero para la gestión, donde con teléfonos abiertos y mesas de diálogos receptivas se pueda dejar al menos un puñado de transformaciónes profundas para los tiempos, como las prometidas, como las que luego la historia recuerda, como las que sortean la intrascendencia, como las que las generaciones futuras disfrutan, celebran y agradecen cuando ya no se está.
(*) Abogado.