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Murió Alejandra “Lomotora” Oliveras tras dos semanas de lucha contra un ACV

Locomotora Oliveras

A los 47 años y tras 14 días internada, murió la exboxeadora y seis veces campeona mundial.

Murió este lunes, a los 47 años, Alejandra Locomotora Oliveras. La boxeadora jujeña y séxtuple campeona del mundo falleció tras sufrir una descompensación en el Hospital José María Cullen, de Santa Fe, donde se encontraba internada desde hacía 14 días a raíz de un Accidente cerebrovascular (ACV).

La noticia sorprendió a propios y extraños ya que el parte médico emitido este mismo lunes por la mañana era alentador. El director del hospital, Bruno Moroni, había informado que Oliveras "usaba cada vez menos el respirador" y que neurológicamente "seguía sosteniendo el avance", con momentos de apertura ocular y comprensión de órdenes motoras.

Sin embargo, a pesar de esa leve mejoría, la ex boxeadora sufrió una descompensación por la tarde de la que no logró recuperarse, confirmándose su fallecimiento y generando una inmensa tristeza en el mundo del deporte.

La Locomotora, nacida en Jujuy, fue una de las figuras más emblemáticas y queridas del pugilismo por su historia de superación. Con un récord de 33 victorias, se consagró seis veces campeona mundial en distintas categorías, un hito que le valió un Récord Guinness en su momento por ser la única boxeadora en lograr cuatro coronas en diferentes divisiones. Más allá de sus logros, fue una referente por su carisma y su lucha constante dentro y fuera del ring.

Su primer título mundial llegó en 2006, al consagrarse Campeona Supergallo de la AMB. Luego, su ambición la llevó a conquistar las coronas de peso pluma (AMB y OMB), ligero (CMB) y superpluma (WPC), enfrentando a las mejores y representando a la Argentina con orgullo y pasión.

Más allá de sus logros en el cuadrilátero,  Oliveras  fue una referente por su historia de vida. Se dedicó a inspirar a jóvenes y a visibilizar las dificultades que enfrentan los deportistas. Su carisma y su sonrisa franca la convirtieron en una figura querida y respetada por todos, consigna NA.

Una carrera forjada a puro coraje

La Locomotora debutó como boxeadora profesional en 2005 y, apenas un año después, se consagró campeona mundial supergallo de la AMB al vencer a la mexicana Jackie Nava en Tijuana.

A partir de allí, su ascenso fue meteórico: llegó a conquistar seis títulos mundiales en distintas categorías —supergallo, pluma, ligero y superpluma— consagrándose como la única mujer argentina en lograr ese hito. En 2015, fue reconocida con un Récord Guinness por haber obtenido cuatro coronas en divisiones diferentes.

Su carrera profesional totalizó 38 combates, con 33 victorias, 3 derrotas y 2 empates, incluyendo 16 triunfos por nocaut.

Alejandra enfrentó a las mejores del mundo, siempre con el orgullo de representar a la Argentina. Entrenada en su momento por Amílcar Brusa —el histórico DT de Carlos Monzón—, supo imponerse con una mezcla de técnica, potencia y una garra inquebrantable.

Más allá de sus estadísticas, Oliveras fue una figura magnética. Su personalidad extrovertida, su honestidad brutal y su carisma arrollador la hicieron trascender el mundo del boxeo.

Su frase “yo nací para ser campeona del mundo” no era arrogancia: era convicción pura, nacida de una historia de vida cruda, que compartía con franqueza para inspirar a otros.

Del ring al compromiso social y político

Retirada oficialmente en 2019, La Locomotora no se alejó de los desafíos. Se dedicó a ayudar a jóvenes en situación de vulnerabilidad a través del deporte y fundó el Team Locomotora, un grupo solidario con el que repartía alimentos en barrios humildes de Santa Fe durante la pandemia.

También brindó charlas motivacionales, dirigidas especialmente a mujeres, donde compartía su experiencia de vida y lucha contra la violencia de género.

En los últimos años, Oliveras también incursionó en política. Acompañó a Patricia Bullrich durante la campaña presidencial de 2023 y fue incorporada en 2024 a la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos, donde lideró el programa “Cuidar el juego”, orientado a la prevención de la violencia en el deporte infantil.

Había sido electa convencional constituyente en Santa Fe, aunque no llegó a asumir.

Un legado eterno

Su fallecimiento conmocionó al mundo del deporte y a quienes la admiraban como símbolo de superación.

El director del Hospital Cullen, Bruno Moroni, explicó que la boxeadora había ingresado con un cuadro severo de ACV isquémico, con foco motor en el hemisferio derecho, lo que provocó la parálisis de su lado izquierdo.

Fue operada de urgencia para descomprimir la presión cerebral, pero su cuerpo semanas después, luego de lograr abrir los ojos y poder respirar por su cuenta, aún así, no resistió.

Alejandra Oliveras no fue solo una campeona mundial de boxeo. Fue una mujer que se abrió paso en un ambiente hostil, que desafió estigmas, que nunca renegó de sus orígenes y que usó su voz para amplificar las de los que no tienen micrófono.

Luchó dentro del ring con los puños y fuera de él con el corazón. Y aunque su vida se apagó antes de tiempo, su historia perdurará como inspiración para futuras generaciones.

Alejandra La Locomotora Oliveras fue más que una boxeadora: fue un símbolo de resistencia, valentía y pasión.

El deporte argentino la llora, pero también la celebra, porque dejó huellas imborrables donde otros apenas pasaron. Su legado ya es eterno.

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