José Crettaz analizó el rol y el trabajo del periodismo en el marco de la campaña electoral y se refirió a las perspectivas después del 10 de diciembre.
El periodista especialista en medios, José Crettaz, analizó el rol y el trabajo del periodismo en el marco de la campaña electoral y se refirió a las perspectivas después del 10 de diciembre.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Crettaz analizó que el trabajo del periodismo en el marco de la campaña “tiene que ver con el ombliguismo que nos caracteriza a los argentinos, que estamos siempre mirándonos a nosotros mismos sin levantar mucho la mirada a otros lados, y cuando se mira qué tipo de periodismo se hace en Argentina y se compara con otros países de América Latina se ve que no hay tan mal periodismo”.
“Tenemos muchas cosas que mejorar pero nuestro sistema de medios es diverso, hay distintos enfoques, distintas líneas editoriales, distintos aportes a la agenda de temas y estamos viendo de todo en la cobertura de la campaña: hay mucha desinformación, mucha propaganda pero también hay quienes están intentado aportar alguna claridad en medio de la confusión”, describió.
A ello, agregó que “después tenemos la irrupción de las propias audiencias a través de las redes sociales, sin intermediación de periodistas y medios, y de las propias campañas y gobiernos, yendo a buscar a esa audiencia que participa, y esa es la novedad: la novedad es el whatsapp y lo que pasa por allí, que tampoco tenemos muy claro qué es”.
Sobre el comportamiento de los candidatos presidenciales para con periodistas y medios, refirió que “Cristina Kirchner no se vincula con el periodismo desde hace mucho tiempo, y siempre son notas muy pactadas y acotadas”.
Sobre la actitud de Mauricio Macri, afirmó que “no se puede comparar el actual gobierno con el anterior en términos de medios y de relación con los medios. Es incomparable, se puede criticar en muchas cuestiones al actual gobierno pero no llega ni de casualidad al mínimo de lo peor de lo que fue el anterior en cuanto a comunicación, a difusión de información y a vinculación con el periodismo”. “Por supuesto que las entrevistas con el presidente actual requieren cierta gestión, pero Macri ha hablado con un número de periodistas y de medios muchísimo mayor que la presidenta anterior. Incluso con la novedad de realizar entrevistas en el interior o publicación de artículos en medios del interior que le dan una visibilidad a los medios de comunicación y a las figuras periodísticas de las provincias, incluso haciendo algun anuncio desde esos medios, lo cual es una novedad muy interesante”, destacó.
“Dicho eso no veo mucha novedad. El kirchnerismo sigue poniendo al periodismo profesional como adversario político, y en esa lógica fueron las entrevistas que ha dado Alberto Fernández peleando con periodistas; aunque con su personalidad Alberto Fernández ha sido siempre un dirigente que hablado mucho con los periodistas, más en off the record que en on the record, y está un poco en esa sintonía”, sintetizó.
Agregó que “por el lado del gobierno actual, hay una diferencia sustancial porque hay una campaña super profesional en el sentido duranbarbistíco –Durán barba habla de campañas electorales científicas- con el big data, el focus group, el ajuste del discurso, la unificación de los discursos entre los funcionarios para que todos digan más o menos lo mismo, la sincronización de esas cuestiones, el ajuste del discurso a tono con la agenda o lo que plantea el adversario político”.
“Todo esto es muy notorio en la campaña de Juntos por el Cambio a la que Pichetto se ha ajustado como una pieza que parece calzar bastante bien, para aportarle al gobierno esa pata peronista que se había diluido”, apuntó.
Producción porteña
Por otra parte, Crettaz planteó la cuestión de la concentración económica y la concentración informativa y consideró que “es muy grave la segunda, porque respecto de la primera en Argentina no se ve un nivel de concentración de la propiedad de los medios, lo cual es un invento que me he encargado de combatir en los últimos 10 años a partir de la discusión que hubo a partir de la ley de medios”.
“En cuanto a la concentración informativa es evidente y cada vez peor, se ve desde hace muchos años, y hay investigaciones hechas respecto a que la información que circula en Argentina se produce en Buenos Aires y hay una invisibilización de un montón de realidades, muy graves o muy buenas, que pasan en las provincias y de las que el resto del país no se entera”, sentenció.
Ante la pregunta de cómo se arregla esto, dijo que “se hace fomentando mercados publicitarios que sostengan medios, fomentando dineros públicos destinados de manera prolija, concursables, transparentes para producir contenidos de todo tipo en las provincias, a levantar las agendas”.
En este contexto, aseveró que “hay un rol de los medios públicos que no se está pudiendo cumplir porque los sindicatos que están en la televisión pública –fundamentalmente en los noticieros- impiden cualquier cobertura de información en la televisión federal” y ejemplificó que “si ocurre algo en el interior y un medio del interior genera imágenes, la televisión pública no las puede poner al aire porque no las generó alguien que esté afiliado al sindicato de la televisión pública”.
“¿Por qué está en Figueroa Alcorta y Taggle la televisora federal?, ¿por qué no está en Mendoza, Córdoba o Paraná?, ¿por qué no tiene corresponsalías? ¿por qué las emisoras de Radio Nacional no funcionan como corresponsalías de la televisión pública?, ¿por qué la agencia Télam tiene 1.000 periodistas a dos cuadras de Plaza de Mayo en lugar de tener 200 en Buenos Ares y el resto distribuidos en el país?. Son todas preguntas interesantes que mucha gente no se quiere hacer porque supone poner en cuestión privilegios cristalizados durante mucho tiempo y toda esa suma de cosas hace que tengamos un apagón informativo histórico”.
No obstante, acotó que “las nuevas tecnologías están ayudando a resolver un poco esto y también hace falta recursos humanos, periodistas medianamente preparados con los elementos y la libertad necesaria para producir buena información y contenidos de otra naturaleza como ficción o documentales en las provincias”.
El escenario post-electoral
Consultado al respecto, el periodista analizó que “suponiendo que Alberto Fernández se convierta en presidente, no creo que Aborto Fernández vaya a ser el presidente porque la figura de poder y la dueña de los votos es Cristina Kirchner, y el kirchnerismo siempre fue igual desde el momento en que Néstor Kirchner se convirtió en intendente de Río Gallegos e incluso desde antes”.
En ese sentido, consideró que “se ve un regreso de lo peor del kirchnerismo, no creo que lo neutralice Alberto Fernández y me parece que estos desajustes de la campaña electoral no han sido tales sino más bien sincericidios: la Conadep del periodismo, la negación de lo que sucede en Venezuela, las amenazas veladas a quien piensa distinto. Vamos a volver a tener lo que turismo y hay que ver si no será peor. Incluso hacia el futuro los comentarios sobre la regulación de las redes sociales porque son las que administran la conciencia social, todas estas cosas me asustan e imagino un regreso del kirchnerismo recargado”.
Desde el otro lado, planteó que “en el caso del gobierno actual, hay que ver cómo engarza esta pata peronista de Pichetto en la estructura de la alianza gobernante, y además Macri ha dicho que hará todo mejor y más rápido, y habrá que ver como plantea las reformas pendientes en el propio lenguaje del frente Cambiemos, como la reforma laboral, previsional, ojalá que con una impositiva”.
“Y ojalá que también se cumpla con un montón de cuestiones pendientes, como una ley de comunicaciones convergentes que reemplace los flecos que tenemos ahora y que regulan nuestra actividad; y otras cuestiones que requieren un desarrollo de las comunicaciones más rápido, como fibra óptica, conectividad, visibilidad del interior del interior, el acceso a la educación, al mundo, al bienestar. También habrá un montón de cuestiones macroeconómicas que servirán de base para eso, o no”, apuntó.
Respecto de la legislación, informó que “hay una promesa de un proyecto de ley que no salió porque el gobierno tiene diferencias internas y no hay un Parlamento dispuesto a avanzar en ese sentido”. “Debe haberlo porque el marco regulatorio de Argentina es muy desprolijo, es de reforma a los hachazos, y además el gobierno de Macri está gestionando el ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que es una especie de club de países que fija ciertos estándares y en materia de comunicaciones tiene estándares regulatorios que si Argentina quiere ser aceptada deberá adecuar”.
De todos modos, aclaró que “más allá de las leyes, Argentina necesita inversión, generar estímulos para que los privados inviertan y que el Estado siga desplegando políticas de políticas públicas” y como ejemplo mencionó que “una de la políticas interesantes lanzadas por el gobierno anterior y mantenida y profundizada por el actual gobierno era el tendido de red de fibra óptica de Arsat”.