
Las dos mayores prestadoras de salud, IOSPER, que agrupa a 250 mil afiliados, fundamentalmente empleados del Estado, y PAMI, la obra social de los jubilados, con otros 78 mil asociados, firmaron ayer un acuerdo de cooperación mutua con el objetivo de mejorar la calidad prestacional.
El convenio entre las dos prestadoras surge en un momento particularmente conflictivo para el PAMI: la obra social nacional de los jubilados y pensionados, decidió rescindir el acuerdo que mantenía desde 2004 con el Círculo Médico de Paraná para gerenciar la atención de parte de sus afiliados, 39 mil, en el marco del programa médicos de cabecera. El final de ese contrato operará este sábado, y a partir de la semana próxima, con la eliminación de esa intermediación, se diseñarán acuerdos individuales con los prestadores.
La medida apunta, según explicó Carlos Alonso, titular de PAMI, a mejorar la calidad de atención de los afiliados, pero además eliminar una práctica que se ha tornado corriente: el sobre costo en la atención médica a través del cobro de plus.
La decisión es resistida por el Círculo Médico, que prometió enviar al tribunal de honor de la entidad a aquellos profesionales que resuelvan firmar acuerdos individuales con PAMI.
El cobro de plus es una irregularidad que ha venido tornándose moneda corriente en un sector de los prestadores, y mes a mes supone un alto flujo de ingresos extra para los profesionales. Silvio Moreyra, titular de Iosper, estima que al menos el 50 por ciento del padrón de médicos que atiende el primer nivel exige el pago de esos adicionales. En algunos casos, de 70 pesos, casi tres veces más el costo de la orden de consulta.
Las dos obras sociales, PAMI y el IOSPER, tienen un universo de afiliados por encima de 330 mil personas en la provincia y al año pagan en conjunto 40 millones de pesos en concepto de prestaciones médicas.
En ese marco, el PAMI invierte cada mes poco más de 1 millón de pesos; y el Iosper, otros 2,3 millones de pesos.
“Los dos sistemas tienen prestadores en común, y administran el mayor volumen de financiamiento de las prestaciones en la provincia. A partir de eso, hay cosas que se pueden realizar para mejorar la prestación que reciben afiliados a ambos sistemas”, dice Moreyra.
El acuerdo que se firmó ayer es tan sólo el puntapié inicial de algo que se piensa como un trabajo en común hacia adelante. “Son dos sistemas que tienen mucha influencia en nuestra provincia, y muchas veces no se hacen trabajos en conjunto. Por ejemplo, en calidad de prestación que reciben nuestros afiliados. Queremos mejorar la calidad de prestación que recibe la gente”, señala.
Convenios
Todavía no hay nada firmado, pero la idea que ronda a los responsables de ambas obras sociales es establecer un mecanismo de expulsión automática de los padrones de aquellos prestadores que incurran en el cobro de plus. Y para eso a lo que se apunta es al cruzamiento de datos.
“Es una posibilidad”, admite Moreyra. Y luego concede: “El cobro de plus es un tema que preocupa a todos los sistemas. Y en el caso de PAMI y el Iosper es un tema que podemos poner como principio de agenda. También compartir experiencias: por ejemplo, el recetario electrónico de PAMI funciona muy bien, y en cambio nosotros tenemos algunos déficits en el sistema on line, por la no aceptación de todos los profesionales”, sostiene Moreyra.
La idea base, asegura, es que se pueda ejercer un control, de modo que “nuestros sistemas sean respetados. Es decir, que los convenios que se firmen, sean cumplidos por los prestadores, y que nuestros afiliados no sean violentados por cobros por encima de lo que está pactado, como es el plus”.
En ese sentido, Moreyra plantea establecer “una estrategia común. Así, saber que quienes son malos prestadores en Iosper, deben serlo también en PAMI. Entonces, lo que debemos hacer es cruzar esa información y utilizarla en defensa de nuestros afiliados. El volumen de dinero que manejamos en conjunto es muy importante, y eso tiene que entrar a jugar también”, publicó El Diario.