Ricardo Enrique Bochini tendrá un merecido homenaje ya que el Estadio Libertadores de América también llevará su nombre. La nueva denominación se presentaría en el partido ante Boca Juniors cuando el conjunto que dirige Julio César Falcioni sea local el miércoles 24 de noviembre y desde diciembre llevará el nombre formal.

La novedad fue decidida por la actual Comisión Directiva que ya se lo comunicó al Bocha, quien recibiría el tributo pertinente en la previa del mencionado encuentro ante el Xeneize. Este es un tema que se viene debatiendo desde hace mucho tiempo en el equipo de Avellaneda e incluso Diego Armando Maradona tomó su postura e indicó que el recinto de los Diablos Rojos debería llevar el nombre del ex volante.

“Estoy esperando porque Hugo y Pablo Moyano lo dijeron muchísimas veces, incluso personalmente. Además, la gente en la calle dice que la cancha tendría que tener mi nombre. Aquella votación no fue transparente y me quedé mal. Quiero que ahora hagan una nueva consulta y si pierdo, ya está”, pidió el Bocha hace algunos días, en diálogo con ESPN.

Rebautizar la cancha en el juego ante Boca Juniors, más allá de la importancia y condimento especial del clásico, implicará también la vuelta del aforo completo algo que el gobierno nacional habilitará desde el 16 de noviembre. Entonces el homenaje a cancha llena será un marco ideal para el ambiente del Rojo.

El cinco veces campeón de la Copa Libertadores de América, ya tuvo la posibilidad de que su nombre reemplace a la ex calle Cordero, que da a la platea norte, el único sector que conservó la vieja edificación de la vieja Doble Visera de Cemento (la platea alta era conocida como “la Cordero”). También hay un sector de plateas que honran al Bocha.

El recinto rojo pasará a llamarse Estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini. El campeón mundial en México 1986 (jugó unos minutos contra Bélgica), brilló en Independiente entre 1972 y 1991, y fue el único club en el que se desempeñó. Marcó 99 goles y brindó innumerables cantidad de asistencias por sus pases milimétricos.

El ícono del club de Avellaneda que ganó 13 títulos, entre los que se destacan las mencionadas Copas Libertadores y dos Intercontinentales (1973 y 1984). A nivel local aparecen en primer plano :el Campeonato Nacional de 1977, que con su equipo se consagraron en Córdoba ante Talleres con ocho jugadores, el Nacional de 1978 que superaron en la final a River Plate o el Metropolitano de 1983, que fue el primer éxito de un equipo que tuvo su pico en la final de Tokio al año siguiente.

Bochini debutó en la Primera del club el 25 de junio de 1972 en un partido contra River Plate en el Estadio Monumental, que fue victoria por la mínima para el local con un tanto de Juan José López. Desde ese día el Bocha solo jugó con una camiseta a nivel de clubes y por su estilo de juego creador, capaz de gambetear hasta las patadas, fue una máquina de asistir a los delanteros.

El diez jugó hasta el 5 de mayo de 1991, en un partido contra Estudiantes de La Plata, cuando fue retirado en camilla del campo de juego por una falta de Pablo Erbin. En diciembre de ese año tuvo una merecida despedida con un partido homenaje en la vieja Doble Vicera de Cemento, hoy llamado Estadio Libertadores de América, pero que pronto también llevará el nombre del Bocha, informa Inforbae.