
Se trata de una prueba piloto que coniste en la instalación de tres videocámaras en puntos estratégicos del microcentro, que funcionarán las 24 horas. Luego se ampliará el número de cámaras, según la adhesión que exista de comerciantes y entidades interesadas y también se podrá usar para contolar el tránsito, según se adelantó.
Los costos del servicio serán solventados por los comercios interesados, particulares y el municipio. La información registrada podrá ser entregada a la Justicia, ante su formal requerimiento. No obstante, se aclaró que existe un compromiso de no dar a las imágenes un destino diferente a las finalidades públicas en relación con la seguridad, publicó diario Uno.
Las tres cámaras estarán conectadas a una unidad de control y almacenamiento, donde se recopilará toda la información registrada para su posterior reproducción. Esa unidad estará ubicada en una casilla que se emplazará en el edificio municipal, bajo estricta limitación de acceso a personal autorizado y medidas de seguridad en el control y monitoreo. Las grabaciones contarán con un sello de agua, lo que evitará que puedan ser violadas o modificadas.
El objetivo es contribuir a la seguridad y así puedan actuar en otros lugares y barrios más alejados y haya una distribución más equitativa de la presencia policial en la ciudad.