
Barletta comentó cuales son los desafíos que tiene para resolver en el corto plazo, sobre ello dijo que: “Partimos de una situación difícil, compleja, pero siempre he sido de aquellos que creen que en las crisis y en las dificultades suelen aparecer oportunidades. Y es hoy lo que me apasiona en términos de confiar en un futuro en el que el radicalismo vuelva a generar y a ser una expresión política que, sustentada en sus valores, se constituya en una opción de gobierno”.
“Estoy convencido que más allá de este bienestar que podemos estar pasando los argentinos con mayor poder adquisitivo, más allá de las cifras que nos engaña el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en cuanto a niveles de pobreza y de inflación, en cada ciudad, en cada pueblo, cada rincón de este país, hay un radical, afiliado, simpatizantes, hombres y mujeres que no adhieren a ninguna fuerza política, que están esperando una señal de que aparezca un espacio vinculado a la política que tiene que ver con la ética republicana, con el respeto a las instituciones democráticas, con la transparencia, con la honestidad y fundamentalmente, con recuperar valores, que nuestros abuelos hace ya más de 100 años entendieron que la educación, el esfuerzo y el trabajo eran las bases para el crecimiento del país”, explicó el ex intendente santafesino.
En cuanto al fututo, Barleta comentó que: “Falta mucho trabajo, también tenemos que llevar adelante transformaciones, modernizarse, generar mayores niveles de participación y a la vez mayor eficiencia. Cuando hablo de mayor nivel de participación significa que las decisiones no se pueden tomar entre cuatro paredes de la calle Alsina. Las decisiones, las estrategias, más allá de las diferencias que podamos tener, las tenemos que tomar entre todos, con la participación de los legisladores nacionales y provinciales, los gobernantes locales u opositores en cada una de las ciudades. También tenemos que ser eficientes, porque los radicales somos mandados a ser para deliberar, para discutir, para debatir, y en buena hora que esto sea sí, pero después las cosas que se deciden hay que llevarlas a la práctica, a la acción”.
“Hay que cambiar dos cosas: la Carta Orgánica, las estructuras; pero por otro lado, la cultura. A las instituciones podés cambiarles todas las normas, pero si no le cambias la cultura y la conducta es como si no hubieras hecho nada”, continuó Barletta, y agregó: “El cambio cultural y el cambio de conducta tiene que ver por ejemplo con el modo de tratar las diferencias. En el radicalismo las diferencias se han tratado de la peor manera generando rencores, desprendimientos, expulsiones, fracturas; en lugar de entender que si las diferencias son abordadas con respeto, sirven para crecer. Tenemos que respetarnos, en vez de convencer al otro. Lo importante es hacerse entender uno, y yo creo que en ese esquema uno va entendiendo que en un espacio tan amplio como el radicalismo, que tiene 125 años, que está en todo el país, donde hay tantas miradas diferentes por sus cuestiones históricas, regionales y culturales, cómo no va a haber diferentes ideas, pensamientos. Por supuesto que tenemos que tener denominadores comunes de los que no nos movemos: la ética, la conducta, el respeto a la norma, a la democracia social”.
Por último, el titular de la UCR afirmó: “Vamos a intentar estar en todos lados, vamos a promover incluso reuniones del Comité Nacional en distintos lugares del país para tratar los temas nacionales y para incorporar en la agenda algunos temas regionales. Es un esfuerzo importante, pero vale la pena. Como decía don Arturo Illia ‘ser radical es difícil, pero vale la pena’, concluyó Barletta según informó El Liberal.