M.G., de ANALISIS DIGITAL
“En la madrugada se escuchaba el movimiento de los autos, y también gritos, porque había personas a las que se las castigaba o algo así”, señaló una de las dos enfermeras que prestó declaración en la sexta jornada del juicio por la Causa Hospital Militar, que investiga el funcionamiento de una maternidad clandestina en el nosocomio castrense de la capital provincial.
La testigo certificó que el nacimiento de los “mellicitos” se produjo en ese lugar, y aseguró que “por supuesto” que Zaccaría tenía conocimiento de los ingresos y egresos que allí se producían. “Cuando una persona entraba, se la anotaba. No se podía hablar mucho en esa época. Tenías que entrar y no moverte de tu lugar”, argumentó.
En su declaración, sostuvo que supo del caso de los hijos de Raquel Negro por el testimonio de sus colegas, por lo que los miembros del Ministerio Público Fiscal le preguntaron si le mencionaron que esos niños fueron anotados como “NN”: “Sí, por eso les pusieron Soledad y Facundo, porque les daba mucha lástima”, explicó emocionada.
Ambas enfermeras manifestaron haberse anoticiado del nacimiento de los mellizos por otras personas que trabajaban allí, ya que no se encontraban en el momento en que fueron ingresados. A su vez, al igual que las declaraciones anteriores, certificaron que se trataba de un varón y una mujer, y que el niño estaba mal de salud.
El testimonio del encargado de la Sala I
Hugo Gutiérrez fue un testigo propuesto por la querella. En la etapa de instrucción, había dicho que fue el encargado de la Sala I del Hospital Militar, pero este viernes ante el Tribunal agregó un nuevo dato: que entre los años 1977 y 1979 se trasladó a Concordia, por lo que no podía aportar nada sobre los hechos ocurridos alrededor de la desaparición de Negro y el destino de sus hijos.
Los fiscales le leyeron su declaración previa, por la contradicción que saltaba a la vista. El testigo dijo haber recordado ese hecho “ahora, en estos momentos” sólo “recordando”, sin haber recurrido a ningún legajo.
En una oportunidad, Gutiérrez tuvo un careo con una de las enfermeras, quien lo señaló como el encargado de dicha dependencia. Sin embargo, este jueves ella se rectificó, indicando que era el suboficial Juan Vergara quien efectivamente le dijo que debía atender a Negro, una vez que la madre de Sabrina Gullino llegó al nosocomio.
El Ministerio Público Fiscal pidió contrastar las declaraciones con los legajos, para comprobar o no la veracidad de lo manifestado. El Tribunal se lo denegó, calificando la solicitud como “sobreabundante”.
Para la sexta jornada del juicio estaba previsto el testimonio del médico Juan Ferrarotti, el cual fue adelantado el pasado miércoles. La audiencia comenzó pasadas las 9, y se extendió por una hora.