
Por N.B. de ANÁLISIS DIGITAL
La nueva Comisión Directiva del Círculo Médico (Cirme), que asumió en mayo de este año, denunció graves desmanejos administrativos de la gestión anterior y calculan una defraudación millonaria. Según se precisó, “hasta quisieron vender parte del inmueble de calle Urquiza al 1.135, la sede local, pero una asamblea los frenó”.
En esa misma reunión de autoridades, el 22 de diciembre de 2014, que se pidió una auditoría sobre las cuentas de la institución y comenzaron a saltar las irregularidades.
Esos datos recién salieron a la luz cuatro meses después, en abril de 2015, cuando una nueva asamblea rechazó el balance y memoria presentados para 2014 por las severas irregularidades del documento, como la inclusión de deudas correspondientes al Fideicomiso Barrio Médico II. La administración contable confundió las cuentas y las mezcló sin explicación: Cirme pagó deudas que no le correspondían.
En la auditoría posterior, se detectó que más de 4 millones y medio de pesos fueron extraídos de las cuentas de Cirme para solventar las deudas del Barrio Médico II.
En efecto, Cirme es fiduciario del Fideicomiso Barrio Médico II, por contrato. Pero esa situación es completamente irregular, porque va en contra de la naturaleza del Círculo Médico, explicitada en su estatuto. Dicho de otro modo, Cirme no puede administrar la ejecución de una obra porque se lo impide su propio marco legal.
Está claro entonces que más allá de la potestad de Cirme sobre la administración del Fideicomiso, eran dos cuentas distintas, dos administraciones contables distintas que no podían mezclarse. Lo que se hizo fue como poner todo en la misma bolsa, originando un perjuicio al Círculo Médico y el aporte de sus asociados.
Indiscriminadamente, se tomó dinero de un lugar para pagar deudas de otro. “Desde el punto de vista jurídico, un manejo completamente irregular”, dice la nueva conducción del Círculo. “Se desviaron fondos de la Caja Solidaria”, se acotó.
Tomarlo de un lugar y ponerlo en otro
• El 24 de noviembre de 2014 se canceló un plazo fijo y se traspasó de la cuenta de Caja Solidaria a Tesorería 822.335,82 pesos para pagar deudas del Fideicomiso.
• En el mismo año, también se tomaron mensualmente fondos de la Caja Solidaria para el Fideicomiso, siempre con la misma maniobra, pasándolos a Tesorería y de ahí se abonaron deudas del Barrio Médico. Se trató de un 5,5 por ciento mensual de los aportes a la Caja Solidaria.
• En 2015 se dispusieron 300.000 pesos para iguales fines.
• En mayo del año pasado, la conducción anterior de Cirme tomó un crédito hipotecario por 4 millones de pesos con el Nuevo BERSA para pagar deudas del Fideicomiso.
• También se tomó un crédito con la Federación Médica de Entre Ríos (Femer) por 1 millón de pesos para cubrir para cubrir compromisos efectuados en relación al Fideicomiso.
En 2014, también se aprobó la transferencia de afiliados de Cirme a otra institución. “Fue a través de una asamblea extraordinaria de la que participaron 13 asociados”, se denunció y se agregó que lo mismo ocurrió con “tres empleados de Cirme, manteniendo otros 13 como empleados de planta sin funciones específicas”.
También una multa y causa judicial
Pero la administración ilegítima no termina acá. El capital de Cirme también se ve afectado por una multa de 2 millones de pesos, impuesta por Defensa del Consumidor de Entre Ríos, en razón de que se cobraban precios no autorizados por ley. De eso, la nueva comisión se enteró hace pocos días y recurrió la multa, pero no hay expectativas de que se reconozca algo.
También por cobrar una cuota no autorizada, hay una causa en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial número 6. El expediente se caratula “Asociación de consumidores entrerrianos c/Círculo Médico Paraná/ Sumarísimo”. El objetivo es que se restituyan las sumas cobradas indebidamente en 2012, 2013 y 2014. Calculan que el monto de este proceso judicial ronda los 4 millones de pesos.
Sumado a esto, las nuevas autoridades califican de “ruinosa la operación de cierre de Cirme”. Esto derivó en incumplimientos y aumento de la planta de personal estable. “Además, la convocatoria furtiva y casi clandestina para la venta del inmueble de calle Urquiza”, recalcaron desde la nueva Comisión Directiva de Cirme.
Ejercicio 2015
El balance contable correspondiente, cerrado al 31 de diciembre del año pasado no fue presentado por la comisión saliente. “La comisión fiscalizadora recomendó que se entregue el documento, pero ni siquiera estaba hecho”, aseguraron. No obstante, “el contador Figueroa, de la administración anterior, envió un proyecto de memoria y balance que debió ser corregido por los actuales administradores”.
“El saldo del Fideicomiso se incrementó en 2015 y llegó a la suma de 5.476.551,14 pesos. También existen varios pagos a Enersa para la instalación de una estación transformadora en el terreno del Fideicomiso, cosa que resulta ajena a nuestra entidad. Además, en diciembre de 2015 se volvió a tomar un crédito con la Femer por 2 millones de pesos”, aseveraron. “Desmanejos similares llevaron al cierre de la farmacia de la entidad, lo que también ha dejando un reclamo laboral”, acotaron.
La salida
Al momento de dejar la administración, el director anterior dejó “una hoja con su firma y una lista de cheques diferidos. El primero vencía ese mismo día, el 2 de mayo, por 305.710 pesos. Y en la cuenta, no había ese dinero. En total, suman unos 4.600.000 de pesos aproximadamente, comprometidos en cheques diferidos. Estas deudas fueron ocultadas a la auditoría y la Comisión Directiva entrante”.
“La Comisión saliente dispuso de los honorarios médicos unos 3.379.331,22 pesos al 31 de diciembre. Eso debió pagarse a los médicos pero no lo hicieron. Esa suma se incrementó a abril de 2016, cuando asumieron las nuevas autoridades y también fue ocultado”, se completó.
Claramente, el patrimonio neto es negativo. “Esta comisión está realizando lo que tiene a su alcance para corregir el rumbo y revertir el déficit”, cerró el nuevo presidente de Cirme, Alfredo Angarola.