Pese al hermetismo policial, se comprobó que en los últimos días en cuatro hechos de abigeato ocurridos en la zona del departamento San Salvador desaparecieron más de 300 cabezas de ganado vacuno. En uno de los robos se llevaron cerca de 200 animales que estaban embargados. En otro campo y luego de cambiar el candado de una tranquera fueron 86 las reses robadas. También fue descubierta una carneada clandestina.
Pese al esfuerzo policial por terminar con el flagelo del robo de ganado y carneadas clandestinas en territorio provincial, en los últimos días se sucedieron cuatro hechos en el departamento San Salvador. Dos de ellos sorprendieron a la policía y a la Justicia jurisdiccional ya que de un campo de San Salvador desaparecieron alrededor de 200 animales vacunos que se encontraban embargados en el marco de una causa judicial. Por otra parte, una productora denunció el faltante de 86 cabezas de ganado.
Se pudo saber que la Brigada de Abigeato de la Jefatura Departamental San Salvador está tratando de localizar y secuestrar alrededor de 200 cabezas de ganado que desaparecieron de un establecimiento rural de la zona y que se encontraban embargadas en el marco de una causa judicial de otro productor sansalvadoreño.
El hecho que desembocó en el robo de ganado en pie habría tenido su inicio en junio del año 2002 cuando, un productor de apellido Feliciano, fue nombrado depositario judicial de 280 cabezas de ganado que eran propiedad de otro hacendado que sería de apellido Barajovich sobre quien recayó una causa de ejecución de créditos privilegiados.
La causa siguió su curso y días atrás, cuando Feliciano junto a empleados judiciales y representantes del demandado, llegaron al campo del depositario ubicado junto a la ruta nacional 18, al efectuarse el recuento de animales se comprobó que en el campo se encontraban solamente 83 reses, entre vacas y terneros de diferentes pelajes y kilos. Misteriosamente habían desaparecido las 197 cabezas restantes, lo que motivó la correspondiente denuncia de Feliciano en sede policial.
Paralelamente, la misma brigada comenzó a investigar otro hecho conocido a partir de la denuncia de la productora Silvia Arletaz quien aseguró que en noviembre del año pasado dejó alrededor de 100 animales para engorde y posterior venta.
Las reses —vacas secas, vacas gordas, vacas con cría, vaquillonas y novillos— fueron vistos y contabilizados nuevamente por la mujer a fines de febrero en el predio ubicado a la altura del Km. 212 de la ruta nacional 18 propiedad de otro productor de apellido Ansaldi que no tenía un cuidador para controlar los animales.
Según confiaron fuentes policiales y periodísticas de la zona, en los primeros días de marzo, la mujer llegó nuevamente al lugar y, desde el comienzo, se dio cuenta que algo raro estaba pasando. Cuando intentó ingresar al potrero comprobó que el candado grande que tenía había sido cambiado por otro más chico pero, cuando consiguió ingresar al lugar, la sorpresa fue todavía más grande.
Al contabilizar el ganado descubrió que 86 de los animales, por valor de muchos miles de pesos, habían sido robados y sacados, seguramente, a través de esa tranquera por desconocidos.
Tras las primeras averiguaciones, la productora, a través de un vecino de la zona, tomó conocimiento que desconocidos iban arriando una tropa integrada por numerosas reses, presumiéndose que eran los sustraídos a la denunciante.
Otros dos hechos también ocurrieron en el mismo departamento. Uno de ellos fue denunciado por Omar Lugren, un productor ganadero y agricultor que se domicilia en la zona rural de ese departamento.
El hacendado, recorriendo el campo con el encargado, descubrió al hacer el recuento de ganado en un potrero que le faltaba un ternero, de unos 200 kilos de peso, sin marca ni señal. Pese a que lo buscaron no pudieron encontrarle agregándose este hecho a otro ocurrido en el mismo establecimiento en el primer del año donde desconocidos se llevaron una vaca de pelaje colorado y de unos 400 kilos perteneciente a otro productor, Luis Mathey Doret.
No pasaron muchas horas cuando en la misma Brigada de Abigeato de la Jefatura Departamental San Salvador se presentó Elvio Delfino Enderegger, encargado del campo perteneciente a Mita y Emma Ecker.
El empleado rural denunció que un predio del establecimiento rural La Sinasina, situado en el ejido de esa ciudad, había encontrado los restos de un vacuno faenado clandestinamente. Se trataba de un ternero mamón, de pelaje colorado, orejano y de unos 200 kilos.
Los cuatreros, que actuaron por la noche e ingresaron al campo luego de cortar una alambrada de cuatro hilos, dejaron solamente en el lugar únicamente las patas del animal sacrificado.
Fuente: Informe El Diario