Desde el espacio “Casa de la Reforma” repudiaron “enfáticamente el golpe cívico militar perpetrado en Bolivia, bajo el nuevo formato de ‘baja intensidad’, que los distingue de los clásicos conatos de antiguas dictaduras, pero que son lo mismo y representan idénticos intereses económicos y de clase”.

“La América Morena, esa que aún reza a Jesucristo y aún habla en español, está de luto, conmovida y conmocionada”, definieron.

“Rechazamos también por convicciones e historia, todas aquellas posturas discursivas que no llaman a las cosas por su nombre y disfrazan de ‘renuncia’ lo que ha sido en rigor un ignominioso golpe de Estado en la hermana República de Bolivia. Y ello así, porque quienes  profesamos los ideales radicales, ratificamos las palabras de Irigoyen que dijo al Presidente Hoover, reafirmando sus evangélicos credos de que “los hombres deben ser sagrados para los hombres, y los pueblos para los pueblos”, señalaron.

“Para amontonar palabras de ocasión sin decir nada, más vale guardar prudente silencio!. Como el periodista Mario Wainfeld, creemos que las campanas doblan de nuevo en este Sur. Por los humildes de Bolivia, por las instituciones mancilladas, por los avances democráticos en su patria y en toda la región”, concluyeron.