(De ANÁLISIS)

Luego de la conferencia de prensa del pasado martes, de la denuncia en Buenos Aires y del pedido de jury para el Procurador, el abogado defensor de Sergio Urribarri, Fernando Burlando, finalmente se matriculó para ejercer la abogacía en Entre Ríos. En el Colegio que representa a los letrados, el bonaerense fijó domicilio en el estudio del exdefensor del exgobernador, Raúl Barrandeguy. Mientras que, en la denuncia a Jorge García, puso “domicilio procesal” en el estudio de los Torrealday.

Así surge de la información proporcionada tanto en el padrón oficial del Colegio de la Abogacía de Entre Ríos como del texto de la denuncia presentada el viernes al Superior Tribunal de Justicia.

En lo que respecta al padrón de los profesionales de la abogacía en la provincia, Fernando Andrés Burlando estableció que su domicilio donde atendería y recibirá notificaciones es calle Tucumán 300 de Paraná, el mismo de Raúl Barrandeguy, quien hasta inicios de este año representó a Urribarri en distintas causas penales en trámite.

Una publicación de Burlando en X había disparado rumores de diferencias entre ambos, más allá del claro cambio en la estrategia de defensa. El bonaerense había hablado de "un tormentoso proceso que exige una urgente intervención que se oponga fuertemente a los excesos que se han convertido en costumbres, y reestablezca la racionalidad jurídica". No obstante, las cosas entre ambos parecen estar bien ahora que el paranaense le prestó el domicilio.

En cuanto al “domicilio procesal” que figura en la denuncia presentada por Urribarri ante el Honorable Jurado de Enjuiciamiento, el letrado patrocinante del exgobernador lo fijó en calle Corrientes 128 de la capital provincial.

Se trata del estudio de Emilio Flavio y Martín Roberto Torrealday, donde también se desempeña como socio Juan José Canosa, extitular de Sidecreer, condenado por negociaciones incompatibles con la función pública  al beneficiar a empresas ligadas a familiares y a amigos en las contrataciones que hizo durante su gestión al frente de la tarjeta Sistema de Crédito Entre Ríos, entre 2007 y 2015.

En una audiencia reciente, Canos confesó: “Trabajo hace 8 años con (el abogado Raúl) Barrandeguy. En su estudio. Me da hasta vergüenza firmar escritos, porque el cliente puede pensar que soy un delincuente, por más posgrados que haya hecho. Y colaboro con otros estudios, como el del doctor (Miguel) Cullen".

Además, Flavio Torrealday junto a su padre Carlos Emilio afrontaron una causa penal por el delito de estafa procesal, en la cual fue víctima el empresario de medios de comunicación de Rosario, Orlando Mario Vignatti. El progenitor fue condenado, mientras que su hijo recibió la probation (suspensión de juicio a prueba).

Flavio Torrealday fue secretario Legal y Técnico de la Dirección Provincial Vialidad (DPV), y cuestionado en su rol por una serie de maniobras presuntamente irregulares reflejadas por ANÁLISIS. “Empresarios multados por excesos de peso o proveedores del organismo empiezan a concurrir a su despacho inicialmente, pero los acuerdos finales se cierran en el estudio”, se publicó en 2008, donde también se describía el crecimiento económico sostenido del letrado.

Varios años después, resultó condenado a dos años y seis meses de prisión condicional e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos (por los delitos de Fraude en perjuicio de la administración pública en grado de tentativa, y negociaciones incompatibles con la función pública), junto al exdirector de Vialidad provincial, Santiago Gaitán, por maniobras de corrupción en la contratación de una empresa Nediki SA de Osvaldo Issel. Firmaban convenios de pago falsos de Vialidad a esa firma, luego el “empresario” acudía a la Justicia para que se ejecuten esas falsas deudas y Torrealday como apoderado legal de Vialidad, se allanaba a la demanda, para inducir a error a la jueza que debía resolver ese “pleito”.