
El editor del diario La Nación, Jorge Urien Berri, se refirió a los reiterados cuestionamientos del Presidente Néstor Kirchner hacia la prensa, los cuales se focalizaron recientemente en dicho medio, e indicó que “vivo esta situación con sorpresa, aunque el ritmo de trabajo del diario no se alteró”. No obstante, indicó que “el gobierno nacional es maquiavélicamente hábil y los funcionarios tienen miedo de hablar”. Asimismo, indicó que “se inician querellas contra fuentes periodísticas, se discrimina al medio y también se segrega con la pauta publicitaria, y eso se siente”.
“Desde que se inició esta gestión tenemos serias dificultades para acceder a la información pública mientras otros medios la consiguen fácilmente”, relató Urien Berri en diálogo con el programa A quien corresponda (Radio Del Plata Paraná), aunque entendió que “son las reglas del juego, pero la información siempre prevalece”.
Consultado respecto de algunos puntos de comparación entre la situación actual de la prensa y lo ocurrido durante la gestión menemista, Urien Berri indicó que “hay grandes diferencias porque antes había ataques a la prensa, pero no existía esta actitud autista de manejarse con pocos periodistas”.
“En el gobierno de Carlos Menem había querellas a periodistas y en este también, pero también había querellas contra fuentes periodísticas”, y recordó que “personalmente realicé algunas entrevistas y el mensaje del gobierno nacional fue que todo funcionario que hablase con la prensa terminaría querellado”, manifestó.
En ese sentido, expresó que “el gobierno nacional es maquiavélicamente hábil y los funcionarios tienen miedo de hablar”, y relató que algunos de los entrevistados prefieren “dar notas en confiterías alejadas y evitan la utilización del teléfono por temor a que sus llamados sean identificados”. Asimismo, señaló que “se discrimina al medio y también se segrega con la pauta publicitaria y eso se siente”, para agregar que “a veces el gobierno transmite la sensación de obsesionarse con el control e intenta extrapolar lo que hacía en Santa Cruz al resto del país y eso es imposible”.